Gran Actuación

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¡Era Chord! (Sé que es obvio pero tenía que decirlo) El so piiii piii piii me estaba engañando con otra. ¡Justo cuando nos habían separado! Salí del coche pegando un portazo. De esta no se libra.

-¿¡Quién te crees que eres imbécil?! ¿¡ Quién te crees que eres para engañarme con…

Me callé. No podía ser… ¡ME ESTABA ENGAÑANDO CON MI PRIMA!! Lara Brunt esta me la pagas.

-… mi prima?! P*** pija de m***** ¿¡cómo te atreverá liarte con mi novio?! Eres como mi madre. Y tú.- Enfadada señalé a Chord. - ¿Te gustan más sus ojos color miel que los míos verde? ¿O es que no soy suficiente? Venía a decirte que te amo pero ¿sabes qué? Eres un estúpido y ojalá no te hubiera conocido. ¡NO TE QUIERO VOLVER A VER JAMÁS!

Si piensan que estaba llorando piensan mal. No lloro por pijos de mierda. Lo cogí del cuello de la camisa y lo levanté del banco. Mi rodilla estrelló en donde nunca brilla el sol y le dejé mi mano marcada en la cara. Él se quedó en el suelo casi llorando. Seré mujer y lo que queráis pero tengo muy mala leche y mucha fuerza que encima se multiplica con el enfado. Me acerqué a mi prima. Ella con miedo se alejó. Será miedica…

-Tranquila, a las damas no las pego. –La dije acariciando su mejilla. – Pero las dejo sin pelo. – La escupí tirando de su cabeza hacia atrás. - ¿Cómo me has podido traicionar de esta manera? Tú, mi prima, siempre te lo di todo. Éramos como hermanas y ahora solo eres basura. – la solté y volví a coger a mi “ex novio” por el cuello. Lo tiré al banco.

-Síguete sobando con la niña. Todos sabemos que será para una noche pero… ¡Qué disfrutéis!

Me giré y vi que había un corro de gente a mí alrededor. Aprovecharía la ocasión para ganar pasta. Levante mis manos y alcé más la voz.

-Y aquí acaba el espectáculo “Cómo romper con un novio cuando te engaña” si son tan amables de dejarnos algo de dinero. – Dije quitándome la gorra que llevaba puesta. –Los tres. – Señalé a los imbéciles. –Se lo agradeceríamos. Espero que os haya gustado. ¡Os quiero!

La gente comenzó a aplaudir y yo, al igual que los otros dos, a saludar. Mi gorra se llenó de billetes y monedas y, cuando todo el mundo se fue, les susurré:

-No quiero volver a veros.

Cogí la gorra y entré en el coche.

-Solo llévame a casa.

Le dije a Luke y él, todo caballeroso, me hizo caso sin preguntar.

Todo Empezó En El TejadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora