Leo

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A la mañana siguiente desperté en el cuarto de mi antigua casa y la verdad es que no sabía cuánto lo añoraba. Luke seguía dormido y no quería despertarlo así que lentamente fui saliendo de la cama. Fui al armario donde seguían mis pertenencias y cogí una mochila grandísima que tenía para ir de acampada. Llené un bolsillo entero de ropa y otro con algunas fotos y cosas que tenía por la habitación. Pillé algo de ropa y entré en el armario. Volví a estar cara a cara con mi reflejo el cual me demostraba lo feísima que estaba después de estar una noche llorando. Me duché e intenté disimular con algo de maquillaje las enormes ojeras que tenía. Me vestí  y peiné mi cabello mojado y salí a la sala. En cuanto el rubio me vio me abrazó y empezó a acariciar mi pelo y susurrar en mi oído que nadie más me haría daño. Tras un rato fuimos al coche y condujo de vuelta a casa de Jo. Este al verme en mi estado me preguntó preocupado lo que pasaba. Le conté todo lo que pasó ayer y saqué el dinero de mi bolsillo. Estuvimos contándolo y habíamos ganado… ¡200 euros!

-Chavales. –Dije juntando mis manos.- Hoy os invito a comer, para celebrar que ya no salgo con el pringado.- Al escuchar que nos íbamos a comer y gratis estos dos se pusieron a bailar un ridículo baile que llamaron “el baile de la victoria”. Los chicos se cambiaron y nos fuimos a comer. Cerca de donde vivíamos había varios bares y nos metimos en uno a comer. La comida estaba deliciosa y más por la razón de la comida. Estábamos entre risas cuando alguien sigilosamente se acercó por detrás de mí y me tapó los ojos. Ese olor… no puede ser…

-¿Quién soy? – Susurró en mi oído.

-¿La persona que más amo en este mundo?

-Podría ser- Respondió quitando sus manos de mis ojos.

 Y allí estaba él. Con su pelo revuelto y sus ojos azules claros mirándome como si fuera lo más bello del mundo, Hacia tres años que esos ojos se cristalizaron en el aeropuerto diciéndome adiós. Ahora me volvían a mirar. Mi boca formó una sonrisa y la suya también. ¡Dios su sonrisa! Amo a este chico. Me levanté de la silla y lo abracé con miedo de que solo fuera un sueño. Si él se quedaba a mi lado no me volvería a aburrir nunca.

-¿Qué ha sido de ti?  Sabes que siempre estuve esperando alguna llamada tuya que o llegó. – Dije haciendo un tonto puchero.

-Ya sabes, mucho estudio y eso. Pero en mi cabeza solo estabas tú. – Me dio en a nariz como solía hacer de pequeños.

-¡Eres tan mono! – Mi padre se aclaró la garganta. - ¡Perdón! ¡Qué maleducada! Este es mi padre Jo, ya os conocíais ¿cierto?

-Como para olvidarme de este pieza. –Contesto mi padre revolviendo su pelo.

-Ya he crecido señor.

-Si ya lo veo…

-Y este es Luke… es un… amigo. – Dije pensando en mis palabras.- Luke, Leo, Leo, Luke. –Les presenté.

-Encantado. - y se dieron un apretón de manos.

-Bueno peque, veo que hoy estás ocupada. ¿Sigues teniendo el mismo número?

Asentí. – Como que la bruja me fuera a comprar otro móvil.

-Pues te llamo y ya quedamos para otro día que no tengas planes. – Y me giñó el ojo.

-Solo aceptaré si dejas de llamarme así y me dejas de guiñar el ojo.

-Vale cielo. Nos vemos. – Y se despidió con un beso en la mejilla y un saludo para los hombres.

Cuando se alejó de la mesa y yo volví a sentarme y seguir comiendo. Dejé de prestar atención a las conversaciones y empecé a recordar cada momento a su lado. No habían sido pocos la verdad y volverle a ver hizo que una ola de recuerdos volviera a mi mente. Olvidé el dolor que me provocó Chord y que estaba en una comida para celebrarlo. Encendí mi móvil y empecé a ver las fotos de nosotros dos juntos… La gente solía decir que las fotos eran buenísimas ya que él se fue a París a estudiar fotografía y las fotos que nos echamos aquel día eran para un trabajo pero terminaron en una revista. En mis manos empezó a vibrar el móvil.

*Llamada*

-¿Si?

-Soy yo era para que pillarás el nuevo número.

-Vale amor, Te amo.

-Y yo a ti mi vida.

*  Fin de la llamada*

Levanté la vista y lo que me encontré fue. Mi sonrisa tres veces más ancha de lo normal, mi padre con una sonrisa cómplice… estas dos no se borrarían tan fácilmente de nuestras caras… Ni tampoco la cara de enfado del rubio…

 ¡Hola! Aquí el nuevo capítulo. Está permitido enamorarse de Leo. ¿Os está gustando la historia? Si quereis que pase algo en especialdecirmelo en los comentarios. Nos vemos, os amoooo.

Todo Empezó En El TejadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora