¿Por qué él otra vez?

296 19 0
                                    

Llegamos a la casa de mi hermanastro y llamamos al timbre. Eran las ocho menos cuarto y se suponía que Leo iba a venir a las ocho a por mí. Cuando este abrió aún no había venido nadie. La boca se abrió y prácticamente cayó al suelo cuando me vio.

-Cierra la boca o te entrarán moscas. – le dije y agarrando su camisa y tirando de él hacia la casa. – Ven, tengo que… tú ya sabes.

Me miró confundido pero Luke estaba que se moría de celos.

-Entra, enseguida volvemos. – Dijo Leo.

Tiré de él hacia la habitación más cercana.

-¿Qué ha sido eso? Parecía que estábamos de novios o algo.

-¿Viste la cara del rubio?- Pregunté con una sonrisa.

-Por supuesto. Ya sé por dónde vas… ¿Cómo en los viejos tiempos entonces?

-Claro. Además, esto lo hemos hecho mil veces.

*Flashback*

-¿Tu eres la hija pija de la nueva esposa de mi padre?- Dijo el pequeño de once años con una gorra en la cabeza y ropa ancha.

-Eso se creen ellos. ¿Tienes más ropa de esa?

Me encontraba en la habitación de quien sería mi nuevo hermano. Mi madre me había “vestido para la ocasión” con un horrible e incómodo vestido.

-¿Cómo que de esta?

-Déjame a mí.

Fui hasta su armario y lo abrí. Pillé una camisa ancha y unos vaqueros. Una gorra con el símbolo de “Obey” y unos guantes negros.

-¿Tienes tijeras?

Me pasó unas y corté los guantes para que se vieran mis uñas. Alboroté mi pelo y me quité el estúpido maquillaje que me habían puesto.

-Fuera, voy a cambiarme.

En cuanto la puerta se cerró me vestí y salí por fin siendo yo.

-Vayamos a dar una vuelta “niña buena”

-Solo si tus amigos están buenos.

-Eso lo tendrás que juzgar tu, a mi me gustan las tías ¿sabes?

Nada más salir unos chicos se nos acercaron.

-Bro, ¿qué haces con esta piva? –Preguntó un moreno de ojos verdes como los míos.

-Eso, ¿acaso es tu novia? –Y susurrando dijo el chico pelirrojo. – Porque está bien y si no es tuya me la pido yo.

Leo y yo nos miramos. Pensábamos lo mismo. BROMA. Sin necesidad de palabras él pasó la mano por mi cintura.

-Sí, ella es MÍA. No la toquen, no la miren… etc. Si lo hacéis, os parto la cara.

Yo pasé mis brazos por su cuello y él me besó.

*Fin Flashback*

-Salgamos. – Dije cogiendo su mano.

-Espera.

Se  desabrochó un botón de la camisa y revolvió el pelo. Yo subí un poco mi vestido y removí levemente mi pelo como mi hermano.

-Aquí. – Señaló a su mejilla y yo lo besé para que se quedara la marca de mi pintalabios. Le di mi mano y ambos salimos colocándonos la ropa que anteriormente habíamos desordenado. Cuando estábamos a unos pasos de Luke llamaron a la puerta.

-El deber me llama. – Dijo Leo.

-No, te llama algún invitado.

-Tan tontita como siempre. – Le di en el hombro y él me dio un corto beso y se dirigió a la puerta. Llegué al lado del rubio que tenía una cara de enfado brutal. Se escuchó a alguien gritar “fiesta” y mil pasos adentrándose en la casa al igual que el ruido por nuestros oídos. De golpe mil personas llenaron la sala pero no pude saludar a nadie ya que mi niña estaba abrazada a mí como si mañana mismo me fuera a morir.

-¡Kaila! Tía llevo mazo sin verte.

-¡Lea! Lo mismo digo nena, as desaparecido. ¿Mismo número?

-Obvio.

-Tenemos que quedar. Me voy con los boys. – Me guiñó un ojo dándome a entender que ya tenía a alguno en el bote.- Nos vemos en un rato pivón.

Me despedí con la mano y el rubio me miró extrañado por la situación tan fugaz. Kaila es mi mejor amiga desde que tengo uso de razón. Éramos capaces de comunicarnos con la mirada. Cogí la mano de Luke.

-Ven, te presentaré a mi gente.

Nos acercamos a un grupito de personas que reconocería en cualquier sitio. El primero en darse cuenta de mi presencia fue Mark. Mi pelirrojo favorito. Con sus ojos miel me miró y me abrazó fortísimo.

-¡Mi nena! ¡Estás viva! ¡Dime que rompiste con el imbécil de Chord!

-¡Sí, lo hice! ¡Y encima me saque 200 pavos!

-¡Dios! ¡Eres una diosa! ¡El siguiente soy yo! ¿No?- Preguntó con cara de no haber roto un plato en su vida.

-La misma broma de siempre. – le dije al oído. Él asintió y puso una mano en mi cintura.

-Pero luego mía.

-Ya veremos. – Dijo aquella voz que tanto reconocía. Sus manos en mi cintura y bajaban poco a poco. Me giré cuando empezó a morder mi cuello.

-¿Por qué el otra vez?- Maldije mentalmente y su nombre en susurro salió de mi boca…

-Brad…

¡Hola! Aquí tienen otro capítulo de esta novela que por fin llegó a los 1000 leídos *BAILE DE LA VICTORIA* . Por ello escribieré un capítulo desde el punto de vista de Luke, nuestro rubio favorito. ¿Qué os parece? Hacedmelo saber por los comentarios. Si se os ocurre otra cosa que querais que pase o lo que sea, proponedmelo. Os amo. Besos.

Todo Empezó En El TejadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora