Preguntas y Respuestas 2

412 34 1
                                    

-Claro que no papá. –Respondí rápidamente intentando tranquilizarme.

-Siempre tan oportuno. –Susurró el rubio. – Continuaremos esto en otro momento. –Y alzando la voz dijo. - ¡Debo irme! Un sitio para dormir no se encuentra así por así.

-No entiendo porqué ya no te quedas aquí y te tienes que ir a las cinco pero como quieras.

El rubio se levantó y tras un beso en la mano salió por la puerta. Cierro los ojos y me imagino al chico caminando por el siniestro callejón.

Me levanté del sofá. Tan simplemente estar allí me recordaba al anterior momento.

-¿Me enseñas la casa?

-Claro.

Tras enseñarme un par de habitaciones con los decorados parecidos al  salón, entramos en la cocina. Era pequeña y sin muchos aparatos electrónicos. Era bastante simple al igual que el resto de la casa. Veinte minutos más tarde me empecé a dar cuenta de que todo lo esencial estaba en la planta baja y aun no habíamos subido las escaleras.

-¿Dónde dormiré papi?

-Oh, me encanta cuando me llamas así. Arriba está tu habitación. Subamos a verla.

Empezamos a subir la escalinata u al llegar arriba vi un largo pasillo y al fondo una puerta.

La puerta era blanca pero mi padre me explicó que me daría pintura para que pusiera lo que quisiera. Entramos en la habitación y las paredes también eran blancas por la misma razón. En las paredes había estanterías transparentes para que, si ponías alguna cosa, pareciera que estaba flotando. La cama era grande y parecía también de madera. El colchón era de agua y pude distinguir un compartimento secreto en uno de sus lados. Un pupitre de tamaño normal estaba en una esquina de la estancia. En una de las paredes había una puerta que iba a dar al balcón y, lo más impresionante era el techo. Era una enorme ventana de cristal que ocupaba todo el techo. Estaba inclinada y en un punto de la habitación se juntaban el suelo y el techo. Junto a la puerta por la que habíamos entrado había otra puerta que daba a un baño y a un vestidor. Era perfecto. No podía creerme que fuera mía…

-Tenemos que comprar cosas para decorarla pero quedará hermosa ya verás. Haremos de esta casa tu hogar. – Dijo mi padre sentándose en la cama.

-Ya es perfecta, gracias papi.

-¿Terminamos con las preguntas?

-Vale, yo solo tengo unas más, ya que me da miedo preguntar por el rubio. –Dije

-Desembucha pequeña.

No sabía cómo decírselo. No le gustaría la idea de que pensara en ello. Pero al fin y al cabo… necesitaba saberlo, tenía que preguntar. Respiré hondo y me armé de valor. Quizás destrozaría a mi padre en unos segundos.

-¿Cómo está mi madre?

La cara de mi padre hizo una mueca que no pude descifrar. Tras pensar su respuesta, unos minutos después respondió.

-Stacy está bien. Está en casa recuperándose del susto. No la ha pasado nada.

Suspiré tranquila.

-Lo siento. Tenía que saber. Ella es…

- tu madre, lo sé, lo sé. – Y haciendo un gesto restó importancia al tema.

-eres el mejor padre del mundo. – dije dándole un beso en la mejilla y abrazándolo muy fuerte.

-me toca peguntar. – dijo mi padre y con una sonrisa traviesa en su cara.

-¿Qué piensas malvado?- Le pregunté dándole un codazo.

- Te he estado observando. –Respondió Jo misterioso. – te he visto quedar con un morenazo en la entrada de tu instituto.

Rápidamente mi cabeza buscó una escusa para ese tema.

-Hablando de instituto, ¿Seguiré hiendo al mismo? Es que allí tengo a mis amigos, profesores…

-No te libras de la pregunta peque. – Y apoyando sus codos en las rodillas preguntó. -¿Quién es Chord Montshell para ti Lea Hope?

-Es…

-¡Tu novio! –Observó mi padre alegre. Al ver que no respondía me tiró en la cama y empezó a hacerme cosquillas. -¡Confiesa! Sé que lo es.

-Entonces, ¿por qué me lo preguntas? –Dije entre carcajada y carcajada.

-Porque quiero escucharlo de ti.

-Vale, vale, lo es, para.

Las risas aumentaron y eso que paró de hacerme cosquillas. Me incorporé en la cama mirando a mi padre. Sabía que era lo siguiente que iba a decir pero no quería que llegara.

-Tienes que contármelo todo.

-Pues poco hay que contar. Me venía a recoger al instituto y se venía a veces por la noche a ver películas cuando mi madre había salido.

-¿Y nunca os habéis besado?

Dije que no con la cabeza. Mi padre asintió y tras decirme que ya tendía mi primer beso se despidió y salió de la sala.

 Hola, siento no haber subido estos días pero es que a mi ordenador no sé que le pasa que no me va el internet. A cambio os subo este capítulo que es más largo. Aunque estos días no haya subido tengo muchas ideas y tengo varios capítulos más escritos. No subiré a partir de ahora todos los días porque tenemos los exámenes finales. Porfavor comentar si os gusta o decidme lo que os gustaría que pasara. Gracias por leer.

Todo Empezó En El TejadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora