Créditos en la imagen.
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•Ejercicio
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Allura sabía que todos los chicos terrestres se esforzaban en sus entrenamientos, mismos que no dejaron a pesar de poder formar Voltron a la perfección.Allura era la principal motivadora para hacerlos más fuertes, la paz del universo ahora recaía en sus hombros y necesitaban personas aptas a sobrevivir en cualquier situación, incluso si no tenían a los leones con ellos.
Pero Allura no estaba satisfecha.
Y Pidge lo sabe.
Era innecesario que se lo dijeran, lo notó desde el primer momento en que empezaron a entrenar para vincularse y formar Voltron. Ella fue la última en lograr que le cambiaran el robot de pelear con un niño alteano a pelear con un adolescente alteano.
Físicamente hablando, era la más débil del equipo, claro que lo compensaba con su gran inteligencia y si bien no era tan mala —lo demostró cuando Sendak capturó el castillo— no sentía que fuera suficiente. Al igual que Allura no estaba del todo satisfecha con el resto, Pidge estaba insatisfecha consigo misma.
Por ello es que le había pedido a Shiro, la persona más fuerte después de Allura, que le ayudara con algunos ejercicios. Tal vez se aprovechaba de su amabilidad, estaba segura que no se iba a negar, pero en verdad quería superarse y no ser alguien a quien tengan que proteger. Tal como pensó, Shiro accedió fácilmente.
Aquella sería la octava noche en la que salía a hurtadillas de su habitación para encontrarse con Shiro. Sí, lo hacían de noche ¿por qué? La verdad no había razón. Pidge realizaba los ejercicios para complacerse a sí misma no a los demás, así que no existía motivo para andar diciéndoselo a todos y para ser sinceros prefería trabajar sin escuchar los gritos de sus compañeros.
Lo que Pidge no sabía, es que esa misma noche cierta persona se levantó solo para tomar un vaso de agua, y cuando regresaba a su habitación se encontró con cierta muchacha saliendo a mitad de la noche. A Keith la curiosidad le había podido más que el sueño...y la curiosidad mató al gato.
La siguió sin que ella se diera cuenta.
—Vamos, Katie...un poco más fuerte, arriba y abajo. —Keith se tensó al escuchar la voz de Shiro al otro lado de la puerta.
¿Por qué Pidge y Shiro se veían a estas horas, a solas? ¿Y qué demonios era eso de más fuerte, arriba y abajo?
—N-no puedo... Shiro eres muy grande. —esta vez fue el turno de Pidge en hablar, su voz estaba agitada y ahogada, como si se estuviera esforzando mucho.
—Claro que puedes, hemos hecho esto por ocho noches.
Keith frunció el ceño ¿¡ocho noches!?
—Pero jamás así. Ugh, si Hunk no lo hubiese roto no tendría que hacer esto... Perdón por molestarte.
—Tranquila, te dije que te ayudaría ¿recuerdas? Puedes usarme cuando quieras —ahora Keith ya no entendía nada, ¿de qué se supone hablan?—. Hazlo más rápido, de nuevo arriba y abajo, toma aire de vez en cuando para no ahogarte por el esfuerzo.
¿Ahogarse? ¿Esfuerzo? ¿Más rápido? ¡Otra vez arriba y abajo!
—Gh...¿así está bien?
—Perfecto, ahora intenta con una mano.
No no no no. Keith negó con la cabeza, ¡aquello era imposible! Se sintió palidecer y abrió la puerta de golpe pensando lo peor...pero se quedó confundido al ver a Shiro de pie con Pidge colgando de sus manos mientras se movía de arriba y abajo.
¿Ellos...? ¿No estaban...?
«¡Idiota!»
—Keith, ¿qué haces aquí? —preguntó Shiro a la vez que bajaba a Pidge.
—Yo...uh... Fui por un vaso con agua y escuché sonidos, pensé que alguien había entrado al castillo —se excusó ocultando sus nervios—. ¿Qué...qué hacían?
—Shiro me ayuda con mis entrenamientos —contestó ahora Pidge deteniendo los ejercicios de respiración—. Desde hace más de una semana que lo hace.
Ahora todo tenía sentido. ¡En verdad era un idiota! Hunk había roto la barra de ejercicio, por eso Pidge se había quejado por usar a Shiro como sustituto y este último sólo le daba consejos.
—Oh, sí...buena suerte... —Keith aturdido salió de ahí negando con la cabeza, lo mejor era regresar a dormir.
Pidge y Shiro se miraron extrañados.
—¿Quieres seguir con los abdominales?
—¡Sí!
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•+ B O N U S +
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•Hubo un accidente en la última misión al liberar uno de los planetas esclavizados por los Galra. Tuvieron que dejar los leones para entrar a las instalaciones y el brazo de Shiro resultó dañado, según Allura estaría bien con pasar unas horas dentro de la cápsula pero Pidge decidió cancelar los entrenamientos solo por precaución.
Shiro estuvo en desacuerdo con esto y después de algunas discusiones, de alguna forma, Pidge había terminado bajo el consentimiento de Keith.
—Pidge, esta vez no usaremos la barra. —le dijo de repente Keith al quinto día.
—¿Entonces? —ella se acercó confundida.
—Mis brazos.
—¿Estás seguro?
—Sí, me ayudará también a mí —aunque en realidad era muy ligera.
Pidge hizo una mueca de duda mas terminó por asentir. Puso sus manos sobre los puños de Keith y comenzó con el ejercicio, después de hacerlo por mucho tiempo ahora le resultaba más fácil—. Ahora intenta mantenerte arriba, a mi altura.Keith soportó las ganas de sonreír, cuando ella le obedeció se dedicó a admirar aquel pequeño rostro por unos segundos, antes de mover su cabeza rozando los labios con los suyos. No podía considerarse un beso, solo era una casi imperceptible caricia que les provocó escalofríos y paralizó a Pidge. Cuando la chica reaccionó soltándolo de golpe finalmente él sonrió, extendiendo la mano a su cabello para acariciarlo.
—Terminamos por hoy.
Y se fue de ahí, dejando a una Pidge avergonzada y con sus sentimientos hechos un torbellino.
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•Me dije a mí misma que esperaría un poco más antes de publicar esto pero ya no pude esperar más. <|3
¿Les pareció fuerte? 😂 La verdad es que me encantaba la idea de un Keith mal pensando una situación entre Shiro y Pidge producto de sus celos. Pero espero haya sido recompensado con el Bonus.
Se agradecen votos y comentarios. 🤗
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[Kidge] Red, Green & Love
Fanfiction¡ATENCIÓN! El siguiente libro contiene historias -one-shots- de la pareja Keith x Pidge principalmente. Más menciones de algunas otras parejas. Disclaimer: Voltron no me pertenece, esto es de fan para fans sin fines lucrativos.