[Kidge] Red, Green & Love

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Confesión
Continuación de: ¿Me permite esta pieza?  | "Bonita"

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Sus hombros tensos, la quijada apretada, su pie golpeando el piso con insistencia y su mirada barriendo cada rincón del salón...

Keith podría decirle que no le pasaba nada, sin embargo, Lance sabría perfectamente que mentiría. Era obvio que ''algo'' le molestaba y a Lance le molestaba más el no saber qué era ese ''algo''.

¿Quizá está nervioso? En poco tiempo harían un extraño baile de origen Alteano frente a muchas personas, tanto humanos como alienígenas... pero Keith no era de las personas que se alterarían por algo así.

¿Entonces?

Ugh. Keith era tan cambiante, que a veces lograba saber fácilmente lo que le pasaba, pero otras parecía que se refugiaba en una caja fuerte y volvía imposible leerlo.

—¿Puedes relajarte? —pide, cansado, mientras le quita el vaso poniéndolo en la mesa. Keith había bebido ya muchos—. Allura se enojará si no transmites la paz que quiere en el baile, todos nos hemos esforzado como para regresar a las peleas.

—Estoy relajado, Lance.

El mencionado bufó, rodando los ojos. Estaba todo menos relajado.

—Sí, claro... hablando de todos, Pidge aún no llega ¿la has visto?

Mencionar a la Paladín Verde fue como encender un interruptor en Keith que empeoró todo. A Lance no se le pasa por alto su reacción, ¿y cómo hacerlo? Si el muchacho se había puesto como si lo hubiera descubierto haciendo algo malo.

—No la he visto. —el moreno apreció el inútil intento de Keith por contestar con normalidad. Su máscara de soy un emo insensible no funcionaba esta vez.

Lance entrecierra sus ojos con sospecha, recordando las últimas semanas para amarrar los cabos sueltos. Ahora que lo pensaba, ¿Pidge y Keith no se comportaban raro últimamente? En especial la pequeña... notó que ella parecía imitar a Allura o a cualquier otra chica que viera, tratando de ser más femenina, dulce, delicada... tratando de dejar de ser Pidge.

Ella era su amiga, le preocupaba que algo la estuviera afectando. Suspira levantando el rostro para buscarla dentro del salón, pero lo único que encuentra es a Matt con su novia y a los lejos a James tomando de la mano a Pidge, yéndose a quién-sabe-dónde.

. . .

«¡Woah!»

Casi saltó de la silla por la impresión pero supo controlarse bien. ¿Desde cuándo ambos eran amigos? Es decir, ¡James! El chico que recordaba solía molestar mucho a Keith en la escuela apenas se le presentara la oportunidad. Bueno, el muchacho había madurado, al igual que ellos en su momento, así que no debería sorprenderse tanto. ¿Verdad?

No obstante, sabe que las rivalidades no se olvidan tan fácil —incluso si tu rival no recuerda quién eres y piensa que te llamas Taylor— y, si estaba en lo correcto, entonces probaría su teoría en este momento.

—¿Crees que Pidge se lleve bien con James? —al escucharlo, Keith frunce automáticamente las cejas viéndolo como si hubiese perdido la razón.

—¿Qué?

—Ya sabes —levantó sus manos, haciendo un leve encogimiento de hombros—. Pidge es una chica muy agradable, bonita, inteligente... ¡Burló la seguridad del Galaxy Garrison! Por otra parte James es líder de los pilotos de MFE y el mejor de ellos. Seguro le gustaría tener una novia como Pidge, compartir pensamientos y esas cosas. Además ella es soltera así que...-