SEIS;

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Thalía se rascó el brazo mirado concentrada la pantalla del ordenador; Hoseok estaba sentado a su derecha y ambos leían con detenimiento una página que recogía algunos hechos históricos sobre las marcas de almas gemelas. Thalía volvió a pasar la mano por su brazo izquierdo para calmar la parte en la que sentía picor, cerca, muy cerca de su tatuaje. Lo rozó con suavidad y Hoseok mirándola aguantó la respiración.

"¿Qué demonios haces, Thalía?" Pensó el castaño. Él también sentía su brazo escocer, y conocía perfectamente a la causante.

Ella seguía repasando los símbolos de su brazo con su dedo suavemente, desde la muñeca hasta el interior del brazo. Los dos habían dejado de leer lo que aparecía en la pantalla ante ambos; ahora ella admiraba su tatuaje y él la admiraba a ella.

A Hoseok le picaba la piel, de escocía, cada vez más y más y colocó con disimulo su mano sobre su brazo derecho para hacer presión sin llegar a levantar el jersey que llevaba. Y vio a Thalía recorrer su nombre de arriba abajo una vez más; Jung Hoseok. Y de nuevo, otra vez.

–Ahora vuelvo, voy al baño. –Hoseok se levantó a prisa y Thalía se volteó a verlo apartando sus finos dedos del oscuro tatuaje.

El castaño caminó rápido por el pasillo y entró en el baño que pudo diferenciar del resto de habitaciones porque la puerta estaba abierta. La cerró cuidadosamente y se sentó sobre la taza del cuarto de baño.

Inhaló con profundidad; el baño olía a jazmín. Levantó veloz la manga de su jersey y miró concentrado su marca; tan grande como la de la chica; Thalía Parker. Picaba, escocía, pero se sentía bien, se sentía feliz y él también pasó los dedos por su tatuaje. ¿Estaría haciéndolo también Thalía justo ahora?

Apoyó la frente en su brazo, justo donde quedaba su marca y el inefable sentimiento que palpitaba en su pecho se intensificó. Le dolía, y mucho. Era como si algo le aplastase, se sentía culpable; culpable por saber que aquello que sentía era una evidente conexión que crecía y crecía entre él y Thalía, pero una conexión que no llevaría a ninguno de los dos a nada, y la culpabilidad al saber que dejaría a Thalía con añoranza por el resto de su vida le dolía a rabiar.

Sin embargo, en ese instante se sentía feliz y sabía que era obra de lo que Thalía sentía; le alegraba saber que ella ere feliz por ahora. Puso sus labios sobre su tatuaje, con lo que empeoró aún más el revoltijo de sentimientos que se cocían en su interior.

¿Cómo puedo hacerle esto? Ella no tiene la culpa de nada, yo soy el monstruo de los dos.

Sin saber cómo, Hoseok acabó soltando algunas lágrimas en silencio. Separó sus labios del brazo cuando escuchó un par de golpes en la puerta.

–Hoseok, ¿te encuentras bien? –Preguntó del otro lado una preocupada Thalía. El castaño se había levantado de golpe y comenzó a secarse las lágrimas frente al espejo; tendría que evitar la mirada de la chica si no quería que acabase preguntando el motivo de su llanto.

–Sí, tranquila, ahora salgo. –Bajó la manga de su jersey y antes de abrir la puerta miró la hora en su teléfono móvil antes de abrir la puerta; llevaban cerca de tres horas con el trabajo. Cuando salió, Thalía le miraba preocupada.

–Ey, Hoseok, –La morena le sostuvo del brazo. –¿seguro que estás bien? Puedo hacerte un té si quieres o...

–No, no, de verdad. –Se deshizo de su cálido agarre, le hacía sentir peor persona aún. –Será mejor que me vaya ya. –Caminó hacia el salón para recoger sus cosas y cuando estuvo listo se dirigió a la puerta acompañado por Thalía.

Iba a ser duro tener que pasar tanto tiempo con ella; al fin de al cabo, le dolía verla sufrir por su culpa, sus intenciones no eran hacerle daño.

–Ya acordaremos otro día para continuar, ¿vale? –Dijo Thalía apoyada en la puerta. Aún estaba preocupada, Hoseok no parecía verse bien.

–Sí. –Hubo una pequeña pausa entre ambos hasta que el ascensor llegó a la planta. –Lo siento mucho, Thalía.

El chico abrió la puerta metálica y desapareció; de nuevo escuchó su nombre salir de aquellos finos labios, y de nuevo una disculpa demasiado sincera sin aparentemente motivo alguno.

¿Qué sucede contigo Jung Hoseok?

Jung Hoseok ›› j.hsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora