prologue

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Cuando el amor te hace temblar en otoño, es mejor que el invierno no llegue nunca: las primeras nevadas pueden arrebatarte a quien más deseas.

  Hace poco,  estuve a punto de morir devorada por una manada de siete lobos.

Inexplicablemente, uno de ellos, un lobo negro de intensos ojos amarillos, me salvó.

Desde entonces todos los inviernos me asomo a aquel gran bosque y, desde la distancia, lo veo parado observándome fijamente. Cuando llega el calor, la manada desaparece y, con ella, «mi lobo».

A veces siento que aquel lobo negro que me salvó sería como una especie de guardián, ya que siempre se encontraba observándome en el invierno y me seguía cautelosamente a donde sea que fuera, aunque normalmente me pregunto el por qué desaparecía misteriosamente en el verano.

Mi madre cree que solo estoy delirando e incluso se está pensando seriamente meterme en un psicólogo o a un manicomio. Mi padre no se queda detrás, podían tener ambos una relación demasiada inestable pero cuando se trataba de hacerme sentir mal, lo hacían sin pensárselo dos veces.

En ocasiones me quedo observándolo por la ventana apreciando su oscuro pelaje y aquellos ojos amarillentos que brillaban más que el mismísimo sol, ¿qué hacía tal majestuosa criatura frente mi ventana? Pudiendo estar a lo lejos con su manada, decide quedarse a vigilarme— si así se le podía llamar. — Aquella criatura me tenía fascinada



—Tú me haces desear cosas que no puedo tener...-

The girl who cried wolf➳ Jungkook; BTSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora