fifteen

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Las puertas de mi casa se abrieron de par en par gracias a la torpeza de Hoseok el cual venía tan feliz al igual que todos, habíamos alcanzado la "victoria" y ese suceso era digno festejarse

Paré en seco al ver a mis padres frente a mí con unas pequeñas pistolas, las cuales fueron brutalmente utilizadas en los siete chicos que yacían a mi lado. Incluyendo a mí hermano, su propio hijo. Los siete licántropos cayeron hacia direcciones diferentes, soltando jadeos de dolor para luego quedarse sin movilidad.

— ¡Qué hicieron! — Volteaba a ver hacia todos lados, sin saber a quién auxiliar primero.

—Aconit Napel Nordique Bleu. —Mi madre tomó la iniciativa para romper el silencio.

— Acónito azul nórdico. — Completó mi padre, traduciendo lo que había dicho mi madre. — ¿Quiénes son estos pendejos y por qué están en nuestra casa?

— ¿Acaso no reconoces el mismísimo rostro de tu hijo? — dije entre dientes, estaba a punto de llorar pero no lo haría, no esta vez. Quería que se dieran cuenta que ya no era la misma de antes.

— Ay, por favor querida. Kim Namjoon dejó de ser nuestro hijo desde hace mucho tiempo.

Mi respiración se agitaba cada vez más y más, estaba más que enojada. Miré de reojo a Namjoon y tenía los ojos perdidos pero cristalinos, los siete se encontraban en un estado de shock pero estaban conscientes de todo lo que sucedía a su alrededor

Mi madre aclaró su garganta— ¿Tienes algo que explicarnos jovencita?

—No. — Murmuré por lo bajo.

— ¿Qué dijiste? —Mi mamá abrió los ojos de par en par, jamás le había contestado en mi vida, pero siempre hay una primera vez para todo.

— ¡Dije que no! — Con un movimiento rápido, le tiré a mi mamá aquella pistola.

—Si piensas que después de este acto de rebeldía te daremos la cura para salvar a tus amigos, estas completamente fuera de cordura Kim Dae Hei. —Me amenazó mi padre. Miró su reloj. — Solo tienen cuarenta y ocho horas para sobrevivir.

— ¿Qué tengo que hacer para que me dejen salvarlos? —me rendí, no podía pensar en mí misma, tenía que hacer algo por ellos.

—No tendrás contacto con estos rebeldes, y esto también incluye a Namjoon. Y vivirás bajo nuestras reglas, a partir de hoy todo cambiará y seremos más estrictos de lo que piensas.

Mire a los chicos y a Jungkook, el cual su mirada reflejaba tristeza, enojo e impotencia. Le dediqué una leve sonrisa, la cual pareció más una mueca y suspiré.

— ¿Me dejarás salvarlos?

— Totalmente. — Respondió mi madre.

No me lo pensé ni dos veces. — Entonces...acepto.

Mi papá caminó hacia un pequeño sótano que tenemos debajo de las escaleras y sacó una caja de madera con la misma frase ya mencionada "Aconit Napel Nordique Bleu" tendiéndola frente mí. Saco una navaja de su bolsillo trasero y con esta misma abrió la caja. Olía a viejo, guardado y a humedad. Tragué saliva. Incliné mi cabeza hacia adentro de la caja, estaba repleta de balas, las mismas balas que fueron utilizadas con los chicos.

—Y... —tartamudeé. — ¿Qué tengo que hacer con esto?

Mi madre se colocó sus lentes de sol y sonrió. —Descúbrelo por ti misma, tu querido hermano podría ayudarte. — rió burlonamente. Pasó por encima de los chicos, sin importarle el hecho de que traía tacones de aguja.

— Lo siento, Dae. Estas por tu cuenta. — Mi papá tomó las llaves de su Mercedes y sin más imitó el acto de mi madre cerrando la puerta con cerrojo, dejándome tirada con siete chicos inconscientes.

The girl who cried wolf➳ Jungkook; BTSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora