eleven

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—Realmente, lamento haberles arruinado nuevamente el sueño.

— No te preocupes, hermanita. Las Banshees acostumbran a hacer este tipo de cosas en la noche. — Mi hermano había tratado de hacer que no me sintiera mal al respecto, pero fue en vano ya que ¡era la segunda vez que los despertaba!

Seguíamos en medio del bosque. Mi hermano y su manada habían llegado junto a nosotros debido a que mi supuesto grito fue bastante audible para ellos.

Me di cuenta de que había caminado totalmente descalza por el frío piso de nuestra calle y del bosque y no hay que olvidar el detalle de que estaba solamente en mi bata de tirantes, moría de frío y al parecer Jungkook se había percatado de ello ya que colocó rápidamente una de sus sudaderas encima de mí haciendo que volviera a despeinarme más.

— ¿Qué recuerdas de lo que acabas de experimentar, Hei? — Cuestionó el mayor de los siete.

—Solamente susurros. Oscuridad, y mucho miedo.

Taehyung y Yoongi se levantaron de donde el cuerpo decapitado se encontraba.

— Es sangre fresca, Nam. ¿Deberíamos preocuparnos por estar aquí? — Comentó Tae.

— No olfateo absolutamente nada. — Esta vez fue Jimin el que habló. — Ni escucho nada.

— ¿Cómo vas a escuchar? Hei te acaba de romper los tímpanos hace unos días. — Y el Yoongi sarcástico había regresado.

Me encogí de hombros, aún seguía sintiéndome mal por ello.

— ¿Qué te decían los susurros, hermosa? — Jungkook se había hincado a mi altura, ya que yo me encontraba sentada en un tronco.

— Creo...es que, no lo recuerdo muy bien. — Hablaba con miedo, miedo a que me tacharan de loca, miedo a que no comprendieran lo que realmente escuché.

— Vamos, Hei, tienes que ayudarnos a ayudarte. — Respondió Namjoon.

— No estoy loca, Nam. Realmente escuché voces. — Mi voz se entrecortó, odiaba ser tan sentimental de vez en cuando.

— Dae, no te estoy diciendo loca.

—Pues diste a entender eso. —Respondí firme, con el ceño fruncido.

—Pues yo le creo. — Habló por primera vez Hoseok. — Mi madre era amiga de la Banshee que predijo su muerte y ella le decía que escuchaba voces, de una manera muy seguida. No está loca, son las voces de las almas. En este caso, fue el alma de este chico. — Apuntó hacia el cuerpo.

— Odio decir esto porque odio estar de acuerdo con alguien más, pero tiene sentido para mí. También le creo. — Habló el peliblanco.

— Estás en todo tu derecho a hablar, Kim. — Tae me dedicó una sonrisa, una de esas sonrisas que te dan a entender que siempre estarán para ti, no importa qué. Y enserio agradecía aquel gesto.

Solté un leve suspiro abrazándome a mi propio cuerpo. — Las voces... ellas me guiaron hasta aquí, me decían que camino usar y por donde pisar ya que este cuerpo contenía un patrón. Suena estúpido, lo sé, pero tuve que pisar exactamente por donde me decían para poder encontrarlo. Una vez que lo encontré, grité ya que encontré el cadáver. Luego, comenzaron a decirme que estábamos en peligro...en especial yo.

— ¿En peligro de quiénes? — Preguntó mi hermano.

Todos volteaban a verme, y eso me incomodaba.

— Esta vez no lo sé. Solo sentí que realmente era algo horrible. Me dio miedo, Nam, mucho miedo para mi gusto.

Namjoon se quedó cabizbajo mientras frotaba lentamente su mentón, quizás analizando la situación.

The girl who cried wolf➳ Jungkook; BTSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora