Recuerdo el estar recostada sobre la nieve, el único espasmo de calidez se congelaba, yo estaba rodeada siete lobos. Ellos me estaban lamiendo, mordiéndome, tratando de despedazar mi cuerpo, presionándome contra el suelo. Ellos bloqueaban el poco calor que el sol ofrecía. El hielo brillaba en su pelo y su aliento congelado hacia figuras de humo que viajaban alrededor de nosotros. El olor húmedo de su pelaje me recordaba al de perro mojado y hojas quemadas, placenteras y aterradoras al mismo tiempo. Sus lenguas recorrían mi piel, sus cuidadosos dientes rompieron mi blusa e hicieron a un lado mi cabello, presionándolos contra mi clavícula y hacia el pulso en mi cuello. Pude haber gritado...pero no lo hice. Pude haber luchado...pero no lo hice, yo solo me quede ahí y deje que pasara mientras miraba el cielo gris de invierno caer sobre mí.
Uno de los lobos puso su nariz sobre mi mano y después contra mi mejilla formando una sombra ante mi rostro, sus ojos amarillos miraron fijamente a los míos, mientras los otros lobos me jalaban de un lado a otro. Me sostuve a esos ojos por cuanto tiempo pude, amarillos, y a la vez se formaba en ellos una franja de color oro. Yo no quería mirar a otro lado y él tampoco lo quería. Deseaba tanto alcanzarlo y tocarlo, pero mi mano se quedó quieta sobre mi pecho, mis brazos congelados a mi cuerpo. No podía recordar cómo se sentía el calor. Segundos después el lobo se había ido, y sin él, los otros lobos se acercaron a mí, demasiado cerca, era sofocante, algo parecía estar aleteando dentro de mi pecho. No había sol, no había luz. Yo estaba muriendo y ni podía siquiera recordar como lucía el cielo. Pero, yo no morí...Fui sumergida en un océano de frío y después volví a nacer dentro de un mundo lleno de calidez. Ojos amarillos.
Me levanté de golpe al recordar terrible accidente.
—Jungkook. — Fue lo único que salió de mi boca en forma de un susurro apenas audible.
Con mi mano derecha aparté el poco sudor que traía en la frente y con la respiración agitada miré hacia el pequeño reloj que yacía en una repisa que se encontraba del lado izquierdo de mi cama. Tres y media de la mañana, sentí un leve escalofrío en mi espalda al recordar todas las "malas" experiencias de JooE a esas altas horas de la madrugada.
Retiré la sábana con una leve patada, me quedé un rato sentada en mi cama viendo a la nada.
Ojos amarillos.
— No puede ser el, digo, es humano. —Sí, estaba teniendo una discusión existencial conmigo misma a las tres de la mañana. — Pero, ¡nadie tiene los ojos amarillos!
Tomé mis gafas de la misma repisa colocándomelos cuidadosamente. Rápidamente, corrí por mi ordenador.
"Pupilas amarillas" tecleé apresuradamente en Google. Entraba y salía de varios enlaces, en ninguna página encontré lo que estaba buscando, más sin embargo había encontrado una enfermedad llamada Hepatitis que hacía que los ojos se te pusiera de dicho color. Pero no era el amarillo que estaba buscando.
Miré el reloj del ordenador, cuatro de la mañana y aún seguía bajando por Google con la esperanza de encontrar algo relacionado con dicho color de ojos. Un artículo me llamó bastante la atención "Todo sobre licántropos", con el ceño fruncido, seleccioné aquella página.
La página tardó aproximadamente dos minutos en cargarse completamente hasta que por fin apareció un artículo bastante extenso sobre estos animales
"El licántropo también es conocido como hombre lobo. Se trata de una figura mitológica que aparece en muchas culturas del mundo y en algunos lugares se le han dado orígenes reales. Sus mitos e historias pueden encontrarse en la mayor parte de las civilizaciones del mundo con pequeñas variaciones. El hombre lobo o licántropo es un hombre que se convierte en lobo bajo determinadas circunstancias externas y ajenas a su voluntad aunque según algunos mitos puede transformarse cuando quiera. El mito de que se convierte involuntariamente cuando hay luna llena aparece en los relatos de ficción moderna al igual que la probabilidad de matarlo con una bala de plata.
El origen del licántropo
No se sabe a ciencia cierta de dónde surge el mito del hombre lobo por lo que han surgido varias teorías acerca de su origen. Una de ellas alude al cornezuelo del centeno, un hongo que se encontraba en los granos de centeno y del que deriva la sustancia LSD.
La transformación
El mito del licántropo aparece localizado en Europa y asociado siempre a figuras masculinas. Según las leyendas, existían varias maneras mediante las cuales un hombre podía acabar convertido en un hombre lobo.
1. Consumir alguna de las plantas vinculadas a la licantropía o frotarse el cuerpo con ellas como, por ejemplo, la savia.
2. Beber en un lugar donde también haya bebido un lobo, del agua contenida en una de sus huellas o de alguna fuente mágica.
3. Dormir desnudo bajo la luna. — Bueno, esto no me lo esperaba, pensé.
4. Conseguir la transformación mediante magia con el objetivo de satisfacer el apetito por la carne humana, lo que algunos investigadores han relacionado con el deseo sexual.
5. Tener relaciones sexuales con un hombre lobo
6. Ser mordido por un licántropo. — Bien, esto me parecía algo más lógico.
7. Comer carne o sesos de lobo, o una oveja que haya sido muerta por un lobo.
Curiosidades
Los licántropos crean sus manadas mediante la mordida.
El Alfa de la manada tiene los ojos de un color rojizo.
Muchos licántropos Beta tienen los ojos amarillos, incluso los llegan a tener azules a pesar de no ser Omegas.
Muchos licántropos en su forma humana siguen conservando el color de ojos de su forma de licántropo."
Se me heló la sangre.
Volví a releer, ¿había encontrado la verdadera identidad de Jungkook?
Sin pensármelo dos veces, seleccioné todo el archivo dispuesta a imprimirlo pero un ruido proveniente de afuera me distrajo de mis pensamientos. Asustada, alcé la mirada analizando toda mi habitación, nada. Mi respiración comenzaba a agitarse.
Aparté el ordenador de mis piernas dejándolo cuidadosamente a un lado, me levanté de la cama colocándome mis pantuflas. Abrazada a mí misma, caminé hacia la ventana. Pensé en abrirla, pero iba a ser una presa fácil si llegaba a ser algo más que un simple ruido proveniente del bosque.
A lo lejos vi dos ojos, igual de brillantes que los de Jungkook solamente que estos eran de distintos colores; azul y amarillo, hermosos, pero nada se comparaba a los ojos amarillentos de Jungkook. En un abrir y cerrar de ojos, ya no había nada a lo lejos del bosque. Me alarmé aún más, había un cincuenta por ciento que fuera amigo de Jungkook y había otro cincuenta por ciento que fuera algún enemigo suyo con ganas de matarme.
Respiré profundamente y sin más, caminé nuevamente hacia el ordenador. Abrí los ojos de par en par.
No había nada.
Todo lo que había encontrado había desaparecido como acto de magia. Cargué y volví a cargar el sitio, desgraciadamente nada aparecía en este. ¿Cómo iba contarle a JooE? ¿Cómo iba a contarles a mis padres o a mis maestros sin que me tacharan de loca? Busqué nuevamente algo relacionado con licántropos, misteriosamente, apareció una ventana en mi pantalla diciendo que mi ordenador estaba bloqueado.
Comencé a teclear todos los botones posibles, nada. Aventé el ordenador en la cama.
—Deja eso, Kim Dae Hei. — A mis espaldas, una voz cantarina me había interrumpido de mis pensamientos.
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The girl who cried wolf➳ Jungkook; BTS
FanfictionKim Dae Hei, una joven muy práctica e independiente, conoce a un chico, Jeon Jung Kook, cuyos ojos amarillentos despiertan en ella ecos de una familiaridad no exenta de inquietud. Tras el verano llega el invierno y con él, cambios que no siempre son...