The girl who cried wolf➳ Jungkook; BTS

sixteen; pt.2

Atención en este capítulo abra cambios drásticos de punto de vista de los hermanos Kim, por favor preste atención de quien está narrando. Las partes de Hei estarán escritas en cursiva y las de Namjoon se mantendrán normales.

Abrí los ojos de par en par. El aire me faltaba, así que traté de recuperar la respiración mirando hacia todos lados. Mi hermana y yo nos encontrábamos en una pequeña habitación psiquiátrica y vieja, como si estuviera olvidada, ambos amarrados a camas individuales con dos grandes cinturones a la altura del pecho, a la altura de la cintura y a la altura de los pies. Con dificultad, levantamos nuestras cabezas, encontrándonos con nuestras miradas de una esquina a la otra. Hei tenía miedo, y no iba a mentir, también yo.

Había susurros alrededor de toda la habitación. Ahora sentía el sufrimiento que sentía Dae. Ambos comenzamos a forzar nuestros cuerpos, pero era imposible liberarse de estos cinturones. Me deje caer exhausto por la fuerza que estaba utilizando, ambos nos volvimos a mirar.

—No habrás olvidado que eres un hombre lobo, ¿o sí? — no era la primera vez que Hei me hacía sentir pendejo, pero esta vez sobre pasó el límite.

— Pero estamos en la cabeza de Jungkook.

— ¡Esto es tan sobre natural como tú, Namjoon! — Me gritó en susurro— Libérate.

Asentí con la cabeza.

Cerré ambos puños y comencé a forcejear en donde mis muñecas se encontraban firmemente sujetadas con los cintos. Mi fuerza de hombre lobo apareció de inmediato y sin más pude liberar mis muñecas de los estúpidos cintos haciendo que se trozaran por la mitad. Volteé a ver a mi hermana, quien me miraba con cara de credulidad.

Con mis manos ya libres, removí los cinturones que tenía alrededor de mi cuerpo y sin más, corrí hacia la cama de Hei e imité el mismo acto.

— ¿Ahora qué? — pregunté.

La ayudé a levantarse de la cama ya que había decidido usar unos estúpidos botines con tacón.

— No lo sé. Esta es mi primera vez dentro de la cabeza de alguien. —dijo mientras acariciaba sus muñecas

Giré los ojos mientras soltaba un suspiro. Era igual de terca que Yoongi, puta madre.

—Solo quédate detrás de mí.

Caminé cautelosamente hacia la puerta de la habitación y abrí esta de igual manera, registré el perímetro y al darme cuenta de que no había nadie salí de está esperando a que mi hermana saliera, pero la puerta se cerró de forma brusca.

— ¡Namjoon! — grité desde el otro lado y comencé a girar la perilla de manera desesperada dándole patadas a la puerta. — ¡Namjoon! —grité más fuerte.

Me giré lentamente hacia la habitación encontrándome con muchos globos a mí alrededor y la puerta había sido sustituida por una de evacuación. Abrí esta de par en par.

Justo enfrente de la puerta de la habitación psiquiátrica apareció otra de rejillas, sin pensarlo dos veces abrí la misma puerta. Encontrándome con otra habitación llena de luces LED, me adentre a la habitación.

Las luces LED encandilaban mis ojos, traté de recuperar la vista parpadeando varias veces, consiguiendo mi meta. Troté hacia dentro de esta misteriosa habitación tambaleándome hacia todos lados, me sentía insegura aquí y con miedo.

Miré hacia todos lados, la habitación estaba vacía, corrí hacia el lado izquierdo de esta misma y como si fuera acto de magia, mi hermana estaba de pie justo detrás de mí, caminé hacia ella. Me miró de reojo para luego señalarme con la cabeza lo que estaba observando. Dirigí mi mirada hacia enfrente. Parpadeé varias veces sin podérmelo creer.