-¿Por qué demonios estoy despierta tan temprano?.- Gruñó Dinah soltando un bostezo y poniendo mala cara.
-Porque me ayudarás a escoger la joya perfecta.- Encendí el motor del coche y lo puse en marcha a los segundos.
-Si sabes que estoy conviviendo con una mujer completamente hormonal ¿No?. Estoy agotada, no puedo hacer nada sin irritarla.- Bufó acomodándose en el lugar del copiloto recargando su cabeza hacia atrás cerrando los ojos.
-No te quejes o harás que reconsidere un poco lo que estoy a punto de hacer.
-Espera, ¿Hacer qué?.- Se incorporó para verme confundida- ¿Qué tipo de joya quieres conseguir exactamente Jauregui?
-Pues......un anillo de compromiso.
-¡¿Qué?! ¡No inventes!.- Su exclamación provocó que me sobresaltara casi perdiendo el control del auto por unos microsegundos- Estas demente. No voy a participar de esto. Me agradas pero eso no significa que vaya a aceptar con tanta facilidad que te cases con mi hermana.
-Por favor.- Mis súplicas ya comenzaban a escucharse- Sabes que no puedo compartir esto con Santi.
-¡Santiago! Dios, te va a asesinar. No quiero ser tú cómplice, déjame salir.- Dijo con exageración forcejeando contra la manecilla de la puerta que se encontraba bloqueada.
-Ya casi me dirige más de tres palabras. Eso es un avance.
Eso era cierto, mi relación con Santiago había mejorado de manera considerable la última semana luego de nuestra charla en el estudio de grabación. Sin embargo, el castaño aún no se desenvolvía con total normalidad cuando yo estaba presente o alrededor. No tenía ni la menor idea de cómo reaccionaría ante la propuesta que estaba a punto de darle a Camila pero eso ya no me importaba. Estaba decidida a hacerlo y nada me detendría. Bueno nada excepto un no por parte de la morena pero espero no tener que pensar en esa posibilidad.
-Tengo hambre.- Rodé los ojos ante los constantes reclamos de la rubia- ¿Puedes decidirte de una vez?
-Tiene que ser perfecto. Camila se merece lo mejor.- Dije sin despegar la mirada de las vidrieras que mostraban lujosos diamantes.
-A Camila jamás le a gustado mucho lo ostentoso así que creo que debes reconsiderar tus elecciones. Además, estos números son enormes.
-¿Puedo ayudarlas en algo?.- La voz de una chica tras el mostrador llamó la atención de ambas- ¿Tienen alguno en la mira?.- Hizo referencia a los anillos.
-Pues......voy a comprometerme así que necesito un anillo especial. Lindo pero no extravagante.
-Bien. Creo que puedo ayudar.- La observe tomar uno de los anillos del mostrador. Una argolla de plata reluciente con un brillante diamante justo en el medio- ¿Qué tal este?
Tomé la cajita de terciopelo azul entre mis manos para examinar de cerca el anillo fijándome en cada detalle mientras imaginaba cómo luciría en la delicada mano de mi futura prometida. Nunca me gustaron demasiado las cursilerías pero definitivamente como Camila todo es muy distinto, ella logra sacar lo mejor de mí cada día. Así que me aseguraré de darle lo mejor.
-Es perfecto.
-¿Qué? ¿Estás loca? Lauren, el precio tiene cuatro cifras.- Susurró Dinah junto a mi viéndome como si fuese un extraterrestre.
-¿No pensaste lo mismo cuando compraste el anillo para comprometerte con Mani?
-¡Pues, sí! ¡Pero no gaste mil quinientos dólares en él!.- Exclamó con exageración.
-Camila lo vale, ¿De acuerdo?.- Dije aún observando el anillo- Lo quiero.
-Oh dios. Estas demente.