-Eso es todo por hoy chicos. Solo nos faltan un par de detalles y su segundo single estará en todas las plataformas.- Los cuatro asentimos ante las palabras de Francis- Gale los llevará a casa. No queremos a fans desquiciadas tratando de abalanzarse sobre ustedes.
Nos dispersamos por la sala de juntas para tomar nuestras cosas y marcharnos del estudio luego de un largo día de trabajo. Mi mirada viajó hasta Santiago quien estaba poniéndose su chaqueta de cuero mientras charlaba con Beck acerca de algo que no podía oír. Cuando el castaño se alejó y se reunió con Roger para caminar a la salida, aproveché el momento y me acerqué para intentar hablarle otra vez. Cada que intentaba aclarar las cosas, él sólo me evadía asegurándome que me partiría la cara si no dejaba de fastidiarlo. Pero, por favor, no tenemos ocho años.
-¿Vas a seguir ignorándome?
-No empieces otra vez Jauregui. Estoy cansado y no quiero discutir.- Dijo sin mirarme disponiéndose a salir del lugar.
-Por favor Santiago. Solo quiero que me escuches cinco minutos ¿Sí?.- Lo detuve poniendo una mano en su hombro, él se giró zafándose de mi agarre- Camila me dijo que escuchaste su versión y creo que es injusto que te niegues a escucharme.
-Es fácil. Ella es mi hermana, no puedo hacer como si no existiese.- Se encogió de hombros mostrando indiferencia.
-Escucha, lo siento ¿De acuerdo?.- Dije alzando un poco la voz y soltando un suspiro de resignación- Sé que teníamos reglas pero yo no puedo elegir de quién enamorarme. Amo a Camila como no tienes una idea y el único error que he cometido con ella fue no decirte esto hace mucho.
-Ese es el maldito problema Lauren.- Escupió de pronto con molestia dando un paso al frente- Mentiste. Ambas lo hicieron. Me es difícil pero puedo entenderlo, lo que no comprendo es porqué tardaron tanto en decírmelo.
-Lo entiendo. Fue nuestro error pero no puedes estar enfadado con nosotros el resto de la existencia porque eso no cambiará mis sentimientos por tu hermana.- Advertí pero él sólo desvió la mirada- La amo demasiado y ahora que estoy oficialmente con ella no pienso dejarla ir.
-¿Es todo?.- Fue lo único que salió de su boca y yo solo asentí.
-Chicos, tenemos que irnos.- Francis se asomó por la puerta y se quedó mirándonos esperado a que nos moviésemos de nuestros lugares para seguirlo.
A pesar de haber conseguido hablar con Santiago nuestra relación no cambió demasiado dentro de los días que le siguieron a ese. Si bien es cierto que ahora me dirigía un tanto la palabra tampoco es como si de un día para otro fuésemos a recuperar nuestra amistad como solía ser. Estuvimos en un par de entrevistas para importantes revistas gracias al lanzamiento de nuestro segundo singles después de seis meses del primero. Nuestra carrera en la industria musical había tomado un inesperado giro luego de grabar la primera canción con la ayuda del productor que nos escuchó tocar en el bar de los Cabello y ahora ya comenzábamos a preparar nuestro primer álbum. Si bien es cierto que aún no tenemos nada de fama, algunas chicas ya comienzan a acercarse para pedirnos fotografías o hasta nuestras firmas.
Con los nuevos proyectos también había surgido una modificación en nuestra situación financiera, así que he conseguido alquilar un departamento y además contratar un abogado para recibir ayuda con la custodia de Alex. Llevaba casi un año en aquello y estaba a muy poco de conseguir tener a mi hermana conmigo y a salvo.
-¡Ya estoy aquí nena!.- Exclamé en cuanto cruce la puerta de entrada.
-¡Estoy en la cocina!.- Recibí como respuesta y sonreí antes de caminar en esa dirección.
Oh sí, olvidé mencionarlo. Camila y yo nos mudamos juntas hace dos meses atrás. En un comienzo su padre no estaba nada contento con la noticia pero luego aceptó que aquello nos hacía feliz y dejó de lado la resistencia. La castaña había conseguido plaza en una importante agencia de modelos y había comenzado sus prácticas allí, aunque a decir verdad muy a mí pesar, pues la idea de que otros pusiesen sus ojos sobre ella me volvía loca. Pero eso es lo que le hace feliz así que no tuve más opción que resignarme ante la situación.
-Huele bien.- Mi novia se giró para ver con una sonrisa cómplice plasmada en el rostro. Solo quería besarla, pues estuve esperando el momento durante todo el día.
-La cuestión es si sabe igual de bien.- Hizo una mueca mientras enroscaba sus brazos en mi cuello y yo rozaba mi nariz con la suya antes de besarla- Te extrañé hoy.
-También yo bebé, no te haces una idea de cuantas ganas tenía de besarte.- Susurré sobre sus labios antes de tirar del inferior entre mis dientes haciéndola soltar un leve gemido- Guarda esas gesticulaciones para más tarde.
-No digas bobadas y vamos a cenar de una vez. Y recuerda......
-Eres principiante. Lo sé nena, tú tranquila y yo nerviosa.- Bromeé antes de sentarme frente a la barra de desayuno en uno de los taburetes.
Amo cada momento que comparto junto a ella al interior de este lugar. Cada risa, cada beso, cada abrazo, hasta cada palabra que nos transmitimos. La espera había terminado aquella noche en que se armó de valor para decirme que amaba y ahora estamos aquí, viviendo juntas y cumpliendo nuestros sueños a la par.
-Voy a hacerte el amor aquí y ahora.- Susurré sobre su oído mientras nos adentrábamos a nuestro cuarto con pasos torpes sin separarnos.
-Bien, porque estoy deseando que lo hagas con desesperación.- Sus manos quitaron mi canisters mientras las mías buscaban el botón de sus jeans.
Su cuerpo cayó hacia atrás sobre la cama y yo me encargué de arrancar cada prenda que lo cubría para reemplazarlas por los besos que mis labios dejaban moldeando su figura. Sus manos tiraron de mi cabello un par de veces y sus gemidos eran música para mis oídos cada que mi lengua daba con aquel punto sensible entre sus piernas. No más juegos, quiero estar explorando su interior lo más pronto posible, pensé. Y así lo hice. Mis embestidas eran rítmicas pero no demasiado duras, ya que quería encargarme de hacerla sentir cada vez como si fuese la primera.
-Te amo.- Susurró contra mi cuello mientras yo mantenía los ojos cerrados disfrutando del sin fin de sensaciones que recorrían el cuerpo en aquel momento.
-Eres hermosa, lo sabes ¿Verdad?.- Pregunté mientras escudriñaba entre sus pechos haciéndola soltar profundos jadeos- Y eres toda mía. No hay nadie más para mí.
En un rápido movimiento nos di la vuelta provocado que ella se encontrase a horcajadas sobre esforzándose por ir al encuentro de cada uno de mis empujes hacia su calor. Me incorporé para disfrutar de sus labios nuevamente mientras sentía como el éxtasis nos invadía a ambas hasta que nos golpeó estremeciéndonos con ligereza.
-Estoy exhausta.- Su cabeza descansaba sobre mi pecho luego de que cayésemos hacia atrás sobre el colchón.
-Puedes dormir cariño. Voy a abrazarte toda la noche.- Deposité un beso en su sien antes de sentir como comenzaba a relajarse entre mis brazos.
No había mejor manera de acabar el día que estar así acurrucada junto a ella luego de habernos entregado a la otra dentro de estas cuatro paredes.
***
¿Preparados para unos cuantos saltos temporales más? Porque yo si que lo estoy.
P.D: Como siempre disculpen los errores gramaticales y ortográficos.