-Entonces, ¿De cuánto estás?.- Miré a Brenda con los ojos abiertos como platos- ¿Qué?
-No estoy embarazada Brenda.
-Ya lo sabríamos, ¿Verdad?.- Ally quiso asegurarse de que no mentía y yo solo asentí.
Todo el mundo estaba pensando exactamente en lo mismo pues a decir verdad era bastante extraño que estuviese tomando una decisión tan importante con veinte años nada más. Pero, ¿Qué puedo decir? Así es como Lauren y yo hacemos las cosas.
-Bueno pues lo siento pero no puedes culparme, Mila. Esto es.....realmente sorprendente.
-Ya basta Brenda.- Mani intervino acerándose con una bandeja con cinco margaritas y un vaso de jugo en ella- Es hora de celebrar. Y ésta no es tu despedida de soltera cuñada, de eso me encargo yo.
-Claro.- Susurré con la mirada perdida en el pequeño diamante enroscado en mi dedo anular.
-Y ahora no dejará de ver esa cosa.
-No fastidies Ray. Yo estuve así los primeros dos meses, y aún sigo observándolo por largos minutos de vez en cuando.- Normani me vio de manera comprensiva- No te preocupes Mila, tú solo encárgate de ser feliz.
-Lo que ella diga. No queremos fastidiar a la muy embarazada mujer.- Susurró Brenda por lo bajo recibiendo una mirada fulminante por parte de la afroamericana.
-No voy a quedarme con los créditos pero puedo decir que la idea fue mía.- Dijo Kate bebiendo de su margarita- Ella estaba nerviosa y no podía pensar con claridad en cómo proponértelo.
-Todo fue más que perfecto. Gracias por la ayuda Kate.- Le sonreí de forma amistosa.
Apenas si habían transcurrido un par de días desde que Lauren me propuso matrimonio en el bar con aquella canción que decía cosas que no dejaban de repetirse en mi mente una y otra vez. Mi padre estuvo tratando de convencernos de que sería una mala idea apresurarnos de esa manera durante toda esa noche y el día siguiente mientras mi madre solo no podía dejar de llorar de la emoción. Santiago había omitido comentarios hasta la fecha y a decir verdad me resulta bastante inquietante no saber exactamente lo que piensa al respecto. Lauren me prometió que hablaría con él en cuanto tuviese la oportunidad durante las grabaciones de su álbum debut, hecho que los tiene muy emocionados.
¡Voy a ser la esposa de una cantante de rock camino al estrellato! No puedo creérmelo aún. Y es que me parece muy irreal todo esto, tanto, que tengo miedo de despertarme y descubrir que todo fue nada más que un sueño. Pero no, aquí estoy, reunida con mis amigos bebiendo margaritas y riendo como loca. Mi teléfono sonó y lo tomé viendo la fotografía de Lauren en la pantalla anunciando su llamada.
-Hey.- Salude sonriendo de inmediato.
-¿Qué tal todo por allá cariño? ¿Estas embriagándote?.- Bromeó sacándome una risa.
-Quizás.- Titubeé- ¿Tú qué haces?
-Solo estamos comiendo algo de pizza y tomando cerveza, ya sabes, lo corriente.- Podría jurar que acababa de encogerse de hombros.
-¿Ya charlaste con Santi?.- Mordí mi labio inferior.
-No aún no. Pero creo que lo lograré durante el transcurso de la noche. No prolonguemos esto demasiado ¿Sí? Quiero llevarte al departamento y ser sólo nosotras.
-Esa idea me gusta.- Murmuré con una sonrisa cómplice en mi rostro.
-¿Con quién estás hablando?.- Ally notó que estaba al teléfono y se acercó a mí.
-Pues, ¿Con quien más?.- Ray rodó los ojos acercándose con su copa vacía en la mano- Es Lauren ¿No?.- No pude asentir antes de que él me arrebatase el teléfono de la manos- Escucha ojiverde sexy, ella esta ocupada justo ahora. Ya la tendrás para ti el resto de tus días y todo esa cursilería.- Hizo una pausa para escuchar lo que seguramente Lauren tenía para decir- Es un placer bombón.
-No coquetees con mi prometida.- Lo mire entrecerrando los ojos- ¿Qué fue lo que te dijo?
-Eso da igual.- Se guardó mi teléfono- Ahora....¡Vamos a divertirnos!
...
-¡Estás haciendo trampa hermano! ¡Estoy seguro!.- Roger lanzó el control del video juego enfadado.
-Ya supéralo. Eres un asco.- Dijo Santi desde su lugar en el sofá.
-Quiero intentarlo otra vez.
-Estoy cansado de vencerte.- Bromeó Beck- Pero ya que insistes....Lauren, ¿Me traerías otra cerveza?.- Preguntó sin quitar sus ojos de la pantalla del televisor.
Me puse de pie y caminé a la cocina directo a la nevera para tomar otra cerveza. Quite la tapa de metal lanzándola a la basura y tomé la última caja de pisa que reposaba sobre la isla.
-Ellos estarán así hasta que Roger logre ganar un partido.- Escuche la voz de mi mejor amigo y me giré para verlo recargado contra el marco de la puerta.
-Sí. Será.....extenso.
-Me sorprendió ¿Sabes?.- Fruncí el ceño esperando a que continuase- La boda.
-Ha sido espontáneo pero estoy segura de querer hacerlo.- Él asintió- Quería decírtelo para fueses tú quien me acompañara a escoger el anillo pero no quise incomodarte.
-Esta bien.- Hubo silencio entre ambos por un momento- Quiero que sea feliz. Que ambas lo sean, y si estando juntas es la forma no soy quien para oponerme. Eres como mi hermana Lauren, siempre voy a estar para ambas.
-Gracias. Eso es......sensacional.
-Ahora, volvamos allí dentro antes de que Roger destroce la consola del enfado.- Ambos reímos y caminamos al exterior para reunirnos otra vez con los chicos.
De a poco todo pareció estar en su lugar, pues las cosas se estaban normalizando en todos los ámbitos. Alex estaba a punto de ser mi responsabilidad, sólo había falta una simple firma en un par de papeles para poder tenerla conmigo y Camila. Mi madre sería internada en un centro de rehabilitación en donde Alex podría visitarla de vez en cuando. Santiago y yo recuperamos la relación que teníamos antes de venir aquí e incluso se convertiría en mi padrino de bodas junto a los otros dos idiotas. Ayude a Camila con todos los preparativos de la boda, queríamos asegurarnos de que todo estuviese Perfecto. Sería una ceremonia sencilla y la celebraríamos en la playa pues sé perfectamente que es uno de los lugares favoritos de la morena.
-¿Es todo?.- Pregunté dejando el bolígrafo sobre la mesa mirando con ansias al abogado frente a mí.
-Sí. Felicidades Lauren, eres oficialmente la tutora legal de tu hermana.- Camila sentada junto a mí apretó mi mano y yo la miré llena de emoción.
-¡Joder, lo conseguí!.- Exclamé poniéndome de pie y abrazando a la morena con fuerza contra mi cuerpo muy fuertemente.
-Ella ya está aquí junto a servicios sociales. Haré que la traigan con ustedes.
-Muchas gracias. De verdad.- Estreché la mano del hombre de traje.
-No hay de qué. Es mi trabajo, fue un placer.
Lo observé abandonar la habitación y me volteé para abrazar a mi futura esposa otra vez. No podía más de felicidad, todo estaba saliendo de acuerdo a mis planes.
-¿Cómo vas a decorar la habitación?.- La morena dale preguntó a mi hermana mientras ambas guardaban las prendas de ésta última en el armario.
-No lo sé.- Se encogió de hombro la pelirroja con algo de timidez.
-Puedes hacer lo que quieras. Es tu espacio ¿Está bien?.- Ella solo asintió ante mis palabras- Y se acabaron las vacaciones temporales. Regresarás a la escuela.
-Pero ya casi sin vacaciones de verano.- Frunció el ceño.
-Pues irás los días restantes. Verás que será divertido Alex.- La incentivo la castaña.
-Bien.
Las vi interactuar por lo que parecieron horas sin cansarme de verlas a ambas reír y charlar. Eran mi vida ahora y me aseguraría de cuidarlas y amarlas.
***
Otro capítulo. Solo porque sí.
P.D: Como siempre disculpen los errores gramaticales y ortográficos.