Una ráfaga de balas cruzó la puerta y el ventanal del vagón. Las pocas personas que estaban dentro gritaron aterrados y se agacharon al igual que yo. Por mi parte, pensé que lo mejor sería guardar mi Beretta para evitarme conflictos con el resto de los pasajeros, fue una buena decisión ahora que lo pienso. En cuestión de segundos el guardia del tren estaba en nuestro vagón preguntando qué había pasado. Le explicó la gente sobre el incidente, como que algunos malhechores estaban en la estación y atacaron tan pronto como se abrieron las puertas, dos de ellos apuntaban al ingreso mientras el más joven apuntaba a otra dirección. Aparecí en escena inmovilizando a este y refugiándome en el tren, justo cuando un nuevo maleante descendía por las escaleras gritando a sus compañeros y disparando por ellos. ¿Qué había gritado? Algo incomprensible, o al menos los pasajeros no se ponían de acuerdo. El policía me preguntó sobre mi Taser, la cual le enseñé con tal de no sacar mi pistola. Me la entregó indicándome que tuviera más cuidado, y me agradeció por distraer a los pandilleros. Momentos después se me acercó para contarme que, la policía ya había capturado a los ocho hombres que llegaron a esa estación. Junto a unos más que estaban a algunas cuadras de allí tras un bar.
Tomé asiento y me pregunté ¿A dónde iría? Necesitaba bajar en la siguiente parada y retornar al aeropuerto antes de que se hiciera más tarde. Pero ¿Realmente era seguro el lugar con la presencia de la FCD? No es que yo tuviera algo que ocultarles a ellos... Excepto que si descubrían la llave me vería en serios problemas. Por otra parte, aún con el bloqueo estaban allí dos miembros de la mafia, esos hombres que estaban fumando. ¿Eran dos? ¿Realmente eran los mismos que me topé en el bar? De cualquier manera era un tanto peligroso mi retorno, podía ir en un taxi quizá, y pedirle que permanezca cerca si veía difícil mi paso hacia el hangar... Volvería al taxi para buscar otro lugar donde pasar la noche. ¿Cuántas llaves tenía? En mi tarjeta disponía bastantes créditos, pero lo mejor sería pagar con una pieza suelta. Una llave de bronce y dos de cobre, era todo el efectivo que disponía. Yo y mi mala costumbre de no llevar monedas, en mi distrito estábamos tan acostumbrados a las transacciones digitales que incluso se sentía raro pagar con una llave propiamente. Estas eran más utilizadas en bancos con la finalidad de cargar los créditos a nuestras tarjetas. Probablemente era así en casi todo el mundo ¿O no? Tal vez solo ocurría esto en las ciudades más importantes. En distritos como este, las cosas no eran tan avanzadas. Recuerdo que rehusaron abandonar su papel moneda hasta cuando cumplí cuatro años. El sistema monetario era un tanto complejo pues era mixto, algo de lo que no entiendo mucho por mi área de estudio, si algo sé de ello es que economistas muy reconocidos visitaban el lugar pese a la inseguridad para estudiar el flujo. No es que los billetes sean cosa rara, en la juventud de mis padres era algo demasiado común, solo que hoy no es un elemento muy utilizado por cuestiones medioambientales. Solo las naciones no afiliadas al imperio emplean esas cosas. ¿A qué venía esto? Me siento cansado, como si llevara horas, días cargando algo pesado...
¡Ah sí! Dónde voy. Liquidaría todo mi dinero si voy en taxi al aeropuerto y este está cercado. Dos piezas solo en movilidades, tercio de bronce en mi hospedaje si fuera a un hotel, otro tercio en regresar mañana si quiero llegar a tiempo y me quedaría una llave de cobre. Quizá sería mejor ir directamente a un hotel, para lo cual no me hace falta un taxi, de todas formas voy ligero de equipaje, solo debo ver en mi celular el mapa y buscar dónde pasar la noche, ¿Cuanta batería tendría mi manilla?
Con lentitud levanté mi brazo y sacudí para prender la proyección, estaba al 100%. Había corrido tanto que no hacía falta cargarla en absoluto. Sin embargo yo sí estaba agotado, me hacía falta un baño caliente o un poco de sueño. Pero ¿Por qué sentía esa pesadez? Muy diferente era mi cansancio de aquella sensación, tenía un peso abismal sobre mis hombros y sobre mi cuello.
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La Llave Dorada
Teen FictionLa historia completa de un académico quien debe resolver un misterio por ayudar a un amigo. Esta novela de ciencia ficción policial, tiene lugar en mundo futurista con diferentes estratos sociales, sistema económico, y demás elementos que complican...