IV

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~Me rompió,no el corazón,eso no se rompe.Me rompió el alma,la mente,los sueños y la esperanza de ser feliz~



Floyd Harrison

Audrey desapareció de mi vista y volví a hundir mi cabeza entre mis rodillas.

Dolía.
Me dolía todo.

Dolía también saber que Audrey se había preocupado por mí.

Sentí como me tiraban una bola de papel y la cogí del suelo.

Tenía un imagen de un prostituta y unas palabras escritas en fibrón.

Dime cuánto cobra tu madre xD

Si, mí madre era una prostituta.
Fin del tema.

Partí a la mitad la hoja y me paré.
Caminé por los pasillos hasta llegar a laboratorio y toqué la puerta.

Por si acaso,por si interrumpía...alguna charla.

-Pase.

Abrí la puerta y me encontré con toda la clase llena.

¿Tan tarde?

Miré el reloj y descubrí que había pasado ya media hora desde que Audrey me habia dejado solo allí.

Único asiento disponible,al lado de Audrey.

Deseé desaparecer.

Ingresé a la habitación y comenzé a agarrar rápidamente unos instrumentos químicos para llevar a mi mesa de trabajo.

Puse todo sobre la mesa y sentí como Audrey clavaba sus ojos en mí.

Mis ojos ardían, así que seguramente seguían rojos.

-¿Te sientes mejor?-Murmuró unos segundos después, mientras colocaba una mezcla dentro de un frasco hermético.

Asentí,aunque no era cierto.

Cada vez que la veía me sentía peor.
Desde hacia cinco horas me sentía lo peor posible.

La había visto el primer día que se mudó al vecindario,pero nunca la había observado de cerca,sino que desde mi balcón...No lo piensen mal.

Había días en los que no podia dormír y salía a caminar.
Ella me miraba,como si quisiera entenderme.

Ese es el problema,que no hay nadie que llegue a entenderme.
Soy indescifrable,soy como el cielo.
Un día puedo ser soleado y al otro nublado.
La mayoría de tiempo soy una tormenta,pero...

Centrémosnos en lo otro.

-Oh,que bien-Comentó.

-Nada está bien-Pensé

Me coloqué los auriculares y evité tener que hablar con ella.

Fue bastante incómodo trabajar sin decir no una sola palabra.

No quería hablar,y menos con Audrey.

La clase terminó y recogí mis cosas sin saludar.

Salí al patio y me subí a la bicicleta negra con la que había llegado.
Emprendí mí camino hacia casa.
Mientras yo pedaleaba,Audrey iba por la vereda caminando lentamente.

Dejé estacionada la bicicleta en la puerta de la casa y abrí la puerta.

-Alcanzame un pote de helado-Gritó el novio de mi madre,Ronald,apenas cerré la puerta.

-No lo hare.

-¿Que es eso de que no lo harás?

-Que estoy harto de ser tu sirviente.-Grité subiendo las escaleras y metiendome en mi habitación.

-Ven aquí pedazo de mierda.-Comenzó a gritar Ronald mientras subía las escaleras rápidamente

Logré cerrar la puerta con llave justo para cuando este estaba golpeándola furiosamente.

-Abre la maldita puerta pedazo de marica.

Me tiré sobre la cama y presioné los auriculares contra mus oídos.

-HAZLO,ABRE LA MALDITA PUERTA INÚTIL-Escuchaba que gritaba.

-Déjame en paz.

-En paz tu mierda,Abre la puerta y muestra lo cobarde que eres.

-Déjame de una puta vez-Grité.

Mis ojos comenzaron a arder y me hundí dentro de la cama



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Under the Sleeves #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora