9.¡¡Eres un falso!!

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Iba a ir directa a mi casa pero Isa me me convenció de que en su casa estaríamos más seguras ya que ellos tienen  cámaras de seguridad,por todos lados, y guardias también.

Le hice caso a mi amiga y nos dirigimos a su vivienda. Entramos sigilodamente por si hay alguien en la casa pero no vimos a nadie, así que gritamos saltando al unísimo:
-¡¡Estamos a salvo!!- después de ese grito que casi me deja afónica apareció una mujer bastante guapa caminando hacia nosotros con los ojos a punto de salir de sus órbitos.

-¿Isa? ¿Paula? ¡Sois vosotras!- gritó lo último tan fuerte que tuve que taparme los oídos para no quedarme sorda.

-!¿Mamá?! ¿Pero tú no estabas de viaje con papá?- preguntó Isa sorprendida.

Yo solo me limité a observar cómo la mujer abrazaba a Isabella y preguntándome a mi misma cómo sabe mi nombre si nunca la conocí.

-Regresamos hoy a medio día- contestó la madre de Isa- nos llamó Erick informándonos de vuestra desaparición- explicó mirándome.

-Paula esta es Sophía, mi madre...y mamá esta es Paula, creo que ya la conoces- terminó de presentarnos.

-Mucho gusto señora Sophía- le dije a la madre de mi amiga.
- El gusto es mío y sobre si te conozco; es por mi hijo Erick y Alejandro...nos hablaron de tí.

-¿Hablaron de mí con quién?- cuestioné desconfiada al recordar que Alejandro es quién mandó a secuestrarme.

-A mi marido, tu...la madre de Alex y yo- contestó nerviosa.

Al terminar las explicaciones, la señora Sophía salió de casa rumbo a la empresa de su marido para darle la noticia del regreso de su hija. Mientras tanto, mi amiga y yo nos duchamos y ella me dejó, para ponerme, un pantalón negro rasgado y una sudadera del mismo color.

Estábamos sentadas en el salón viendo una de mis películas favoritas, Rápidos y furiosos 7 hasta que la puerta de la casa se abrió dejando a la vista a dos chicos para nada desconocidos , eran Alejandro y Erick, estaban agitados con los rostros llenos de hematomas. Creo que no se han percatado de nuestra presencia ya que Erick se tiró, de rodillas, al suelo con la cabeza entre sus manos, tirando de su pelo en acto desesperado.

-No las pudimos salvar Alex, no las pude salvar- decía Erick con la voz quebrada. El Erick que yo conocía era un egocéntrico, sin embargo, este es totalmente lo contrario.

-Las encontraremos, no te preocupes- le intentaba tranquilizar Alejandro mientras lágrimas corrían por sus ojos. ¡Qué actor por dios!

-No entiendo cómo la señal de la pulsera de Isa se para en el parque si pasamos por ahí y no hay nada- comentó Erick.

-Lo más extraño es que antes la señal estaba en esa fábrica en las afueras- volvió a hablar Alex.

Los dos se abrazaron como si fueran hermanos y comenzaron a llorar.
Tras varios segundos observando esa escena solté una tos falsa haciendo que los chicos se separaran y se voltearan a mirarnos con los ojos abiertos como platos.

-¿Pau? ¿E...eres tú? - tartamudeó Alex.

-No. Es mi fantasma- contesté sarcásticamente.

-¡¡Son ellas!! - gritó Erick corriendo hacia Isabella y estrechándola contra su pecho.
Estaba tan absorta mirando el abrazo de los hermanos que no me dí cuenta de lo que hacía Alex hasta sentir sus fuertes brazos rodearme.

Al principio correspondí el abrazo pero un recuerdo golpeó mi mente lo que provocó que empujara a Alex lejos de mí haciendo que este se tambaleara.

-¡¡Eres un falso!!- Le grité - no te me vuelvas a acercar.

-¿Pero qué te pasa?- me preguntó dolido.

-¡¿Que qué me pasa?! - cuestioné para seguido soltar una carcajada sin gracia- lo que me pasa es que tú estuviste detrás del maldito secuestro y  vienes ahora a hacerte el preocupado por mí.

-¿Te has vuelto loca? Yo no tuve nada que ver con eso- "Claro que no tuviste nada que ver ¡Ja! Espera a que me lo trago" Pensé

-¿Qué te hace pensar que Alejandro estuvo involucrado en el secuestro?- pregunta Erick soltándose del abrazo con su hermana.

-Pues él me mandó un mensaje a las altas horas de la noche, diciendo que quería hablarme de algo muy importante y que me espera en el callejón más cercano al parque y yo como tonta fui a verle...pero resulta que no estaba ahí y me adentré más para ver si estaba pero me secuestraron.- terminé de contar con los ojos aguados.

-No puede ser... yo no te envié ningún mensaje Pau. En serio yo...-le corté .
-Si,claro. El móvil hizo manos y me escribió solito ¿no?- dije sarcástica.

-No es eso...¿A qué hora recibiste el mensaje?- me preguntó.

- A las 02:00 de la madrugada- le contesté.

-Pues lo siento porque a mí me robaron el móvil ayer por la noche cuando estaba en un bar...ya para tu información no soy ningún falso, además si quisiera hacerte daño ya lo habría hecho hace tiempo pero no soy un secuestrador como tú crees- me gritó y salió dando un portazo  detrás suyo.

Subí corriendo a la habitación de invitados y me cambié con mi ropa que ya estaba seca para después irme a mi casa.

Descubriendo mi otra vidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora