20. La princesa de mami

11 7 0
                                    

Al día siguiente, me desperté tarde por la velada de la noche anterior. Por eso no iba a ir al instituto y cuando me paré a pensarlo un momento, me di cuenta de que he faltado muchas veces durante este curso, así que cambié de opinión y decidí asistir a clases después del almuerzo.

Salí de mi cuarto ya en chándal y me bajé a desayunar.
-Buenos días- les saludé a mi padre y Alex que estaban desayunando en el comedor.
-Buenos días Pau- contestó mi padre.
-Buon giorno principessa - dijo Alex en italiano.
-¿ A ti qué mosca te picó para hablar en italiano?- le preguntó mi padre.
-Una mosca que habla 8 idiomas y quiere aprender más- suelta una risotada al guiñarme un ojo.
-¡Alex! - le reprocha mi padre.
-Vale, vale...ya he terminado de desayunar y tú, si no vas a clases baja al gimnasio- se dirigió a mí.
-Hoy no tengo ánimos para entrenar- le contesté y en verdad no estaba para eso.
-¿No tienes ánimos o la hija de papi teme salir lastimada?- se burló de mí y mi queridísimo y útil padre sonrió, al parecer le gustaba la rivalidad que tenemos Alex y yo.
-De acuerdo, tú te lo has buscado solito. Termino de desayunar y bajo- le dije y se fue sonriente.

Mientras estaba desayunando me di cuenta de que Adela no estaba ni tampoco mis hermanitos.

-Papá, ¿Adela y los niños no deberían estar en la casa?- esta fijó su mirada en mi rostro y dijo:
-Sino quiere vivir con nosotros como lo ha hecho todos estos 14 años pues allá ella -contestó enojado.
-¡Te has peleado con ella! - le reproché.
-No es mi culpa que ella sea egoísta- sonó furioso. Sé que todo esto es por mí.
-Deberías ir a hablar con ella y disculparte, sé que habéis discutido por mi culpa y no quiero que la casa esté así de vacía ni que mis hermanos vivan sin un padre a su lado...haz que vuelvan, hazlo por mí papá.
-De acuerdo, lo haré, te lo prometo.

Terminé  de desayunar y ayudé a las mucamas a recoger la mesa. Seguido, bajé al sótano-gimnasio encontrando al friki de Alex sin camiseta y todo sudado, golpeando al saco de boxeo.
-Ya no estás solo aquí, así  que puedes empezar por ponerte tu camiseta- se da la vuelta y puedo apreciar un tatuaje minucioso  justo arriba del pecho izquierdo pero no puedo ver qué pone, él incómodo se pone la camiseta y comenzamos una lucha amistosa.
-Parece que la princesa de mami no sabe golpear fuerte ¿no? - me reta.
-Has cometido un gran error al llamarme así - no puedo soportar que me hablen de mi madre, ella está  muerta por mi culpa y no puedo ni aceptarlo. No podía  creer como Alex saca el tema aún  sabiendo cómo  me afecta.
-¡¡Princesa  de mami!! ¡¡Princesa de mami!! -No sé en qué momento corrí hacia él pero de lo único que fui consciente es que lo tumbé al suelo con todas mis fuerzas y le comencé  a golpear como si mi vida dependiese de ello hasta que unas manos en mi cintura me alejaron de él.
-¡¡Contrólate Paula!! -Me gritó  mi padre - controla tu ira o volverás  a las sesiones con  la psicóloga.

★★★★★★★★★★★★★★★
¿Aceptaría   Paula volver a las sesiones con la psicóloga por el trastorno de ira explosiva? ¿O se controlaría?

Descubriendo mi otra vidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora