No me lo podía creer, mi padre me preparó una fiesta sorpresa por mi cumpleaños que hasta yo misma me olvidé de que hoy cumplo 16 años. Ahora entiendo por qué me mandó al centro comercial.
La fiesta transcurrió fenomenal, pero la ausencia de mis hermanos y Adela se hacía notar.
Soy consciente de todo lo que hizo pero aún así, no puedo evitar pensar en ella.
Por un momento pensé en Natalia, mi madre biológica y se me nublaron los ojos de lágrimas al recordar que en esta misma fecha ella dejó este mundo. Me sentí miserable hasta llegué a pensar que fue culpa mía, porque si no hubiese querido llevarme a esa cabaña el día de mi cumple, ella ahora estaría con nosotros.-¡Hey! ¿Pau? No veo a tu mamá. Todos quieren conocerla -me dijo Erick.
-Es verdad - le apoyaron James y Pablo.
-Lo siento...eso no va a poder ser porque ella no está aquí - dije con la voz rota y subí las escaleras corriendo hacia la terraza.
Es el único lugar donde puedo llorar y desahogar me sin que nadie me interrumpe.
El dolor de la pérdida o la ausencia de una madre es casi insoportable y más si cumples años el mismo día que tu madre dejó la vida. Peor todavía, si es por tu causa.
Me deslizé por la pared y me dejé caer al suelo con las manos en mi cabeza.
-Ella murió por mi culpa, yo la maté... yo la maté...-decía entre sollozos.
-¿Estás bien? - preguntó una voz grave sobresaltándome.
-¿Qué haces aquí? Deberías estar en la fiesta - le pregunté a Alex con la voz quebrada.
-Tú deberías estar en la fiesta porque TÚ eres la cumpleañera pero sin embargo, estás aquí sola y llorando ¿me quieres contar lo que te pasa?
-¿De veras quieres saberlo? -asintió- mi mamá murió por mi culpa el día que yo cumplía 2 años. Eso es lo que me pasa, la culpa me mata y el dolor me carcome eso es lo que me pasa...yo la maté, fue mi culpa...- decía entre lágrimas.
-No fue tu culpa creeme...no lo fue porque tu mamá no está muerta. Ella está viva...viva dentro de tu corazón.
Nos quedamos ahí en el suelo de la terraza hasta que me calmé y luego bajamos juntos a seguir con la fiesta. Esta al cabo de unas horas ya había terminado y los invitados se habían ido, la casa estaba un poco desordenada y todos estábamos un poco cansados.
Me subí a mi cuarto para cambiarme porque la verdad los vestidos y tacones no son lo mío.
"Toc Toc"
-Pasa- le dije a quién tocaba la puerta de mi habitación.
-Tu papá me mandó por tí - me avisó Alex.
-Ya bajo.
-Te espero aquí en el pasillo - me contestó y salió.Me cambié rápido por unas mallas negras, una camiseta de mangas cortas y mis cómodas zapatillas.
Salí del cuarto cerrando la puerta detrás mío y seguí a mi guardaespaldas.Llegamos a las escaleras y Alex se paró haciendo que chocara su espalda.
-Venga, baja- le dije.
-Date la vuelta, te tengo que poner una venda en los ojos- hice lo que me dijo.
-¿Pero por qué? - le pregunté extrañada- con los ojos vendados no podré bajar las escaleras.
-Tú confía en mí- esa fue su respuesta.
Alex me ayudó a bajar los escalones de uno en uno, después caminamos un poco pero otra vez me encontraba bajando escalones.
-¿A dónde vamos? - le pregunté.
- Al sótano, son órdenes de tu papá.Seguimos bajando pero de pronto me detuvo.
-Feliz cumpleaños, Pau - me dijo quitándome la venda de los ojos.
No me lo podía CREER !!!
Un gimnasio para mí.-Gracias Alex - dije abrazándole por la emoción.
-¿Para mí no hay un abrazo ni un gracias?- cuestionó papá.
- Papá, ven aquí- le dije dándole un abrazo a él también.
-Yo monté el gimnasio y Alex se prestó para ser tu entrenador personal - explicó mi progenitor.
- Hace tanto tiempo que ya no entreno...- suspiré.
-Sí, hace tanto tiempo que ya no tengo moretones en la cara...-susurró mi padre.
- Te escuché papá - le reproché.
-Alex, te deseo mucha suerte, en serio que la vas a necesitar...en el ring ella no se apiada de nadie...hasta a mí me partió la cara muchas veces.
-Pau, ¿debería tener miedo? - preguntó Alex con sarcasmo.
- No lo sé... a lo mejor- le contesté sonriendo.★★★★★★★★★★
Ahora viene lo diver....
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Descubriendo mi otra vida
RandomMe llamo Paula Mendoza, tengo 15 años y con solo esta edad fui descubriendo poco a poco mi otra vida. Vivía con mis padres o eso creía yo hasta descubrir toda la verdad, desde ese día todo cambió, mi vida dio un giro de 180 grados, transformándome...