El Rey de los Dioses regreso

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Otro con el que terminé desquitándome por las cosas del pasado entre su madre y yo había sido con mi pequeño Ares mi Dios de la guerra aquel luchador que le encantaba ver la sangre derramada en los campos de batalla era un verdadero blando en su corazón no sé si era el único que lo había notado, pero para él la familia era lo más importante por eso nunca provocó guerras entre sus familiares ellos mismos lo provocaban y el lamentablemente tenía que estar en medio ya que ese es su dominio muchos lo llamaban sangriento pero mi pequeño Ares le gustaba la batalla a que Guerrero no le gustaba estar en medio de una batalla, si el mismo causaba guerras entre mortales pero son menos desastrosas que en las que los dioses nos involucrábamos.

Qué puedo decir de mis hijas Athena era una completa decepción ante mí ahora, aunque había sido en aquella época la niña de mis ojos ni que decir con sólo es testimonios dichos anteriormente por mí y por mis hermanos queda muy claro quién era realmente mi hija y Artemis qué puedo decir ella realmente no me quiere por mucho que sea su padre tenía una completa aberración hacia los hombres por más que intente en algún momento ser cercano a ella, otra de las culpas con las que cargo por no haberla podido proteger y causar que su corazón se congelara de tal manera.

Pensar en todos aquellos años con mis amados hijos y cómo los trate por malas influencias del exterior sin realmente reflexionar y pensar si ellos serían capaces de cometer aquellos actos por los que los culpaba, porque ningún momento me detuve y escuche sus explicaciones me encontraba completamente arrepentido del mal padre y mal gobernante que fui durante aquellos años. Nada de lo que hiciera realmente cambiaría en lo que se había convertido el olimpo y sus habitantes por mis descuidos tal vez sea el momento en que debería dejar de gobernar reflexione, pero volvía a pensar que cuando hubiera alguien digno de gobernar le cedería inmediatamente el puesto después de todo yo tampoco me lo merezco.

Ahora en lo único que deseaba con todas mis fuerzas y estaba dispuesto a dar cada gramo de mi aura divina y poder era recuperar aquel hijo que intentó hacerme volver a mis cabales y a quien decepcione dejando que se desvanecieron, aquel que encerrado en mi prisión de carne humana rogué que pudiera renacer aunque hubiera perdido su símbolo de poder divino y me dije que si el renacía como humano lo volvería a alzarse en su gloria y a elevar a ser un dios sin importar si había pasado o no las pruebas que le quisieran designar. Y si aún después de que lo elevará seguía habiendo quejas o si había algún conflicto estaba dispuesto a dar mi divinidad para que él se quedará en el olimpo después de todo yo tenía que pagar por mis pecados cometidos aún después de tantos milenios encerrado sabía que no era suficiente castigo por todo lo que había hecho para dañar a todos.

Ahora estaba dentro del área que era el viñedo que estaba seguro que era donde había nacido su pequeño hijo no sabía en qué condiciones lo encontraría y si había crecido bien qué tal si los padres con los que le habían otorgado renacer eran buenos y lo arrebataba de su lado lo sólo diaria tendría que dejarlos crecer con ellos estaba tan preocupado ahora que estaba tan cerca que podía hacer para recuperar a su pequeño sin causar daño a quienes están a su alrededor ya no quería ser aquel cruel tirano rey que hacía toda su conveniencia.

Miró con atención hacia abajo y rápidamente su vista fue completamente enamorada de aquel pequeño niño con cabellera roja y larga melena ondulada, sus hermosos ojos concentrados de un bello color verde que le recordaba a las hermosas hojas que estaban esparcidas en el viñedo, pero no se veía alegre como pensó que sería en esta vida tal vez le tocó vivir una vida difícil de trabajo pensó al ver cómo su niño sostenía un gran canasto y recogía las uvas de racimo en racimo con una mirada dolorida y anhelante de las uvas.

Lo siguió con calma para prestar atención y descubrir qué es lo que estaba pasando en su vida para que su niño tuviera una mirada tan triste ocultándose de la vista de aquellos mortales que lo rodeaban lo vio atravesar el viñedo después de llenar el canasto y dirigirse a la casa principal donde había dos personas un hombre y una mujer que lo miraban con la fría indiferencia.

Aura DivinaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora