Capítulo 2: De buen humor

240K 8.1K 1.5K
                                    

- ¡Cariño! Te extrañaba tanto. - dijo Mariette Santori, al ver a su hija parada en la puerta de entrada de su casa. Había pasado casi un mes desde la última vez que se vieron en Londres.

- Yo también, madre ¿Cómo estás?

- Bien ¿No vino Zayn? – La mujer preguntó esperanzada. Nicole y ella se parecía mucho físicamente, tenían el mismo cabello y la nariz respingada. – ¿Es que acaso nunca lo voy a conocer en persona?

- No pudo venir, está muy ocupado. Su banda tiene muchos compromisos últimamente. – Contestó la chica con la misma excusa de siempre. – ¿Y papá y Alex?

- Tu padre está trabajando y tu hermano... – No terminó la frase ya que el adolescente iba llegando al recibidor.

- Hola, fea. – Dijo el joven. Había crecido varios centímetros desde la última vez que se vieron. Alex era muy delgado y alto, a sus 15 años ya la superaba en tamaño; su cabello era oscuro como el de su padre y siempre lo llevaba desordenado y largo por las orejas.

- Hola, feo. – La chica se acercó a abrazarlo y después revolvió su ya despeinado cabello. – ¿Cómo estás? Los extrañaba tanto.

- Pues no parece, tenías mucho sin venir. Supongo que como estás tan feliz con tu novio. – Bromeó – ¿Por qué no vino?

- Está ocupado. – Nicole buscó un tema para desviar rápidamente la conversación. – ¿Cómo te va en la escuela?

- Bien. – A Alex no le gustaba hablar sobre la escuela, a pesar de que ya no lo molestaban tanto como antes, seguía teniendo algunos problemas. – Mamá ¿Por qué no le cuentas a Nicole sobre tu idea?

- ¿Idea? – Preguntó con mucha curiosidad mirando a su madre, la mujer sonrió ampliamente con emoción.

- Ya sabes que tus abuelos vendrán a visitarnos pronto, así que pensé que podíamos ir a pasar unos días a Londres y aprovechar para conocer Zayn. Todos tenemos tantas ganas de conocerlo. – Mariette era una mujer entusiasta y a juzgar por su expresión, le hacía mucha ilusión la idea. Nicole quedó sorprendida, por un minuto no encontró que decir. Había olvidado por completo que sus abuelos llegarían desde Italia para pasar unos días en Inglaterra. – ¿No te gusta la idea?

- ¿Qué? eh... Si, me encanta, mamá. Me parece genial. Ustedes, mis abuelos... en Londres... para conocer a Zayn. – Las palabras salieron sin mucha convicción y se perdieron casi en un susurro.

- Maravilloso. Creo que sería el momento perfecto. – Le dio un fuerte abrazo a su hija y antes de irse a la cocina agregó. – Estoy haciendo tu lasaña favorita ¿Tienes hambre? Espero que tu padre llegue pronto.

- ¿Y cómo van las cosas? – Alex preguntó una vez su madre los había dejado solos en la sala.

- Bien, todo va de maravilla. ¿Y tú? ¿Cómo va todo? ¿La escuela? ¿Las chicas? – Nicole hizo énfasis en lo último.

- De maravilla.

- Vamos, Alex ¿Podrías ser más expresivo? – Le dio un empujón, él fingió una gran sonrisa. – No con tu cara, tarado, con tus palabras. Nunca me cuentas nada, nunca me has hablado de alguna novia, no me dices como te tratan en la escuela. Siento que últimamente a penas conozco algo de tu vida.

- Tu tampoco me cuentas de tu novio, siempre evades el tema. – dio en el clavo.

- No hay mucho que contar. Nada que no puedas leer en internet.

- ¿Lo amas? – Nicole trató de ocultar sus nervios. Su hermano la conocía muy bien y si vacilaba se daría cuenta que le estaba mintiendo.

- Llevamos muy poco saliendo, creo que es demasiado pronto para decir que lo amo.

Relación por conveniencia  - (Reescribiendo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora