Relación por conveniencia - (Reescribiendo)

Capítulo 27: Pasado

Nicole se encerró en el baño y lloró. Lloró todo lo que no había llorado en mucho tiempo. Lloró por ella y por el dolor que había causado en sus padres alguna vez, lloró por la preocupación de su hermano y por mentirles a todas las personas que tenía a su alrededor. Lloró por Zayn y por la vergüenza que sentía de que supiera la verdad.

En terapia le habían dicho siempre que no debía sentir vergüenza por haber pasado por lo que pasó, que no era su culpa y que no debía castigarse al respecto, pero siempre que surgía el tema era todo lo que sentía, vergüenza, dolor y una profunda tristeza. Deseaba que Zayn no se hubiera enterado, deseaba volver el tiempo atrás y cambiar tantas cosas, principalmente el daño que se había hecho.

No quería enfrentar la realidad, pero sabía que tarde o temprano tenía que hablar con Zayn así que se levantó del piso del baño, se puso ropa seca y salió a su habitación. No sabía que había hecho él, si se había quedado o se si se marchó a su casa, pero quitó el seguro de su puerta y se acurrucó en su cama con el oso de felpa que él había ganado para ella.

Al poco tiempo escuchó como la puerta de su habitación se abría y la cama se hundía a su lado. Zayn se acercó despacio y se acurrucó junto a ella pegando su pecho a su espalda y acompasando la respiración con la de ella. Apoyó la barbilla en su hombro y le dio un beso muy cerca de la su oreja. Nicole le apretó la mano que rodeaba su cintura.

- Pensé que te habrías ido– ella susurró con voz ronca después de tanto llorar.

- No te dejaría sola. Estuve esperando fuera – Zayn la estrechó un poco más en sus brazos, no podía ver su cara, pero sabía por la forma en la que Nicole respiraba que estaba llorando en silencio – Lo siento. Ojalá pudiera volver el tiempo atrás y no haber dicho nada. – ella no dijo nada, las palabras estaban atoradas en su garganta. – No tenemos que hablar de esto si no quieres, Nick, pero quiero que sepas que cuando estes lista y quieras hablar yo voy a escucharte y no voy a juzgarte.

- Odio hablar de eso, no me gusta que nadie lo sepa – pasaron al menos diez minutos de rotundo silencio hasta que finalmente Nicole volvió a hablar. – La primera vez que grabé un comercial para la televisión tenía tan solo 7 años, unos reclutadores habían ido a mi escuela buscando niñas para un comercial de juguetes y yo les gusté. Dijeron que era una niña muy linda y les encantó mi audición.

"A partir de allí quedé fascinada y le dije a mi mamá que quería ser actriz – ella continuó – así que mamá me siguió llevando a castings cuando se enteraba de alguno, pero no fue hasta los diez años que conseguí mi primer papel en una película. Era muy joven. – Nicole hizo una pausa recordando el momento, nada la había hecho sentir tan feliz hasta entonces cuando le dieron la noticia, había estado muy emocionada. – Fue un papel muy pequeño, pero era lo más increíble que me había pasado. Así que seguí presentándome para más papeles, yo estaba creciendo y a veces recibía comentarios. Cuando tenía once años recuerdo haber escuchado a alguien decir que era mi audición había estado bien, pero estaba muy rellenita para el papel que estaban buscando así que no me eligieron, entonces comencé a fijarme mucho en las otras niñas que salían en la tele y comencé a obsesionarme con verme como ellas.

"Comencé a recibir más papeles a medida que crecía y cada vez me obsesionaba más pensando que si no lucía perfecta, delgada y estilizada no me tomaría en cuenta, y los comentarios que recibía solo fomentaban más ese pensamiento. Restringía mis comidas y hacía mucho ejercicio. A los trece una chica que conocí en una grabación me dijo que su truco era ir al baño después de cada comida y vomitar todo, así que comencé a probarlo, con el tiempo se volvió tan fácil... era una rutina. Comencé a ser seleccionada más a menudo y a ser más conocida. Se sentía increíble que las chicas ahora quisieran ser como yo y me admiraran. Hasta que las cosas empezaron a salirse de control. – Le era tan difícil decir aquello en voz alta, pero al mismo tiempo sentía que se quitaba un peso de encima, nunca había hablado de ello antes con alguien que no fuera un psicólogo o Andrea. Zayn escuchaba atento sin dejar de acariciarla y besarla, pero se le partía el corazón oír el sufrimiento en su voz.