Intensa, Romántica y llena de acción! Esta historia, te cautivará desde el inicio.
Zoee Holt es una extraterrestre proveniente de Saturno, que nació en la tierra, como muchos otros Sats, pero ella no es como todos los demás. Ella es una híbrida. S...
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1000 i'wos después de la caída de Saturno.
La tierra. Ciudad de Nyx. 01:35 am
Habían pasado casi dos años terrestres desde que no lo había vuelto a ver. Y tenía que admitir que él estaba mejor que nunca. Seguía siendo el mismo Sat oscuro irresistible y cautivador con el que crecí en San Kara. él no había cambiado nada, pero yo lo había hecho por los dos.
No podía moverme. Ni siquiera podía soltar los gatillos de las pistolas para dispararle. Estaba embelesada—más bien en shock—por su presencia, aquí en Nyx. Mis ojos se conectaron con los suyos tan incandescentes como las noches de Saturno, y recordé todo. La furia se apodero de mí, y sin pensarlo más, me acerqué rápidamente a él y apunté una de las armas a su pecho y la otra a su cabeza, haciéndolo trastabillar por la sorpresa. Necesitaba repuestas sobre su visita, sobre su aparición en mi departamento y sobre... bueno, sobre todo, la verdad.
Él no podía estar aquí. Él me había condenado. Bueno, yo se lo había permitido, pero de todas formas ambos habíamos contribuido a desbloquear mi hibridad.
-Thayer. –dije entre dientes. –dame una buena razón para no matarte en este mismo instante.
Él sonrió, como el canalla oscuro que había sido siempre. solo para fastidiarme.
-Zoee. —me saluda, chasqueando la lengua.
Incrusto el cañón de una de mis pistolas en su camiseta gris, arrugando la tela y esperando que le sirva de advertencia.
- ¿Qué haces aquí, Thayer?
-pues sería más fácil responder a esa pregunta si no estuvieras apuntándome con un arma, ¿no lo crees, querida?
No respondo, y él me regala un guiño. ¡Maldito Thayer!
-no creo que sea una buena idea. –declaré.
Me moví tan rápido como mis habilidades Sat me permitieron, para cambiar de posición y dejarlo atrapado entre el vidrio de la ventana y yo.
-responde mi pregunta...--le exigí, furiosa. –o lucha por tu vida.
Él rio con descaro, burlándose de mí.
- ¿en serio crees que lucharía contigo?
Sus ojos azules brillaron con placer.
-siempre hay una primera vez para todo, oscuro.
Presioné un poco más las armas sobre él. Thayer solo me miraba a mí.
–ahora dime ¿Qué haces aquí?
Thayer dejó escapar otra carcajada, haciendo que mis esencias confundieran mi odio hacia él por un deseo insoportable de...
Lo golpee en la ingle con el mango de una de mis pistolas y él se estremeció contra la ventana.
