Cap. 9

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1000 i'wos después de la caída de Saturno

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1000 i'wos después de la caída de Saturno.

La tierra. Ciudad de Nyx. 7:30 pm.

Me quede sin palabras. Mi corazón se había saltado algunos latidos y mi cerebro había dejado de procesar información. Tenía los nervios de punta, y sentía como si me estuviera ahogando en mi propio dolor, en mi propio resentimiento y odio.

¿Qué acababa de preguntar Ryker? ¿acaso había preguntado por mi madre? la verdad es que ya nada tenía sentido. En lo único que podía pensar era en no perder el control y exponer mi hibridad ante él.

¡Dioses de Saturno! ¿Qué estaba pensando Ryker? esa era la peor pregunta que podría haberme hecho. Ni siquiera servía para romper el hielo entre nosotros, solo empeoraba las cosas.

Mi madre, Celeste Holt, diplomática y embajadora de la legión de luz, era mi punto débil. Ella es la responsable de mi hibridad. Es la mujer que me abandono, que me crio para ser desconfiar de mi raza, que me obligo a alejarme de mis sentimientos porque tenía miedo de que sucumbiera a ellos y utilizara mi poder contra ella. Mi madre era la "madre" que oculto mi oscuridad y dejo mi parte de luz a la vista solo porque así sería más fácil controlarme, pero con lo que no contaba era con mi insaciable necesidad de saber más sobre mí y con la presencia iluminadora de mi abuela.

Ella quiso evitar que me convirtiera en una bomba para todos, desconfiada, fría y despiadada. Pero la verdad es que lo único que logro, fue que me convirtiera exactamente en aquello. Y de alguna forma lo entiendo, porque sé que ella solo estaba asustada. Ahora sé que Celeste solo estaba protegiendo al mundo de su equivocación.

Mi madre...

Para hacer breve la historia, ella rompió la única regla de oro entre las legiones que ni siquiera un oscuro como Thayer se atrevería a romper, y por su falta a la ley más importante de mi raza, busco a una mayya de luz para lograr proteger mi esencia mesclada de todos los demás saturnianos. La mujer hechicera por nacimiento le dijo a mi madre que el hechizo de bloqueo para mi hibridad era muy peligroso y casi imposible de realizar, pero mi madre estaba tan desesperada que obligo a que la mujer lo llevara a cabo de todos modos. Mi abuela me dijo que la mayya hizo lo que pudo, y le dijo a mi madre que debía elegir que esencia ocultar de los demás, y ella eligió sin dudar la oscuridad. Mi madre estaba tan asustada por el hecho de que esto podría no funcionar, que la hechicera tuvo que agregar algo más al hechizo, por si algo malo llegara a pasarme. Le explico que existía una manera de poner "3 candados" a mi oscuridad, y que cada uno seria abierto por una acción, que serían elegidas por mi mismísima madre. Yo era muy pequeña cuando mi madre bloqueo mi hibrida, y no supe como desbloquearla hasta hace casi dos años, cuando me involucré de una forma muy confusa con Thayer.

Y ahora, Ryker me pregunta por ella, por aquella mujer que arruino mi vida entera.

Dioses...

De pronto, algo dentro de mi dejó de funcionar, y me tambalee sobre mis tacones. Me maree, y trate de responder a la pregunta que el Sat de luz me había hecho hace unos segundos, pero nada salió de mi boca. Mi campo de visión se nubló y mis piernas tiritaron, así que tuve que apoyarme en la mampara del comedor, para no caer de bruces al suelo.

Crónicas Saturnianas I : Híbrida (No Editada) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora