Cap. 20

41 1 26
                                    

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

1000 i'wos después de la caída de Saturno.

La tierra. Ciudad de Nyx. 02: 43 pm.

En mi raza no existen reglas en el amor como las que rigen a los terrestres. No necesariamente tenemos que ser fieles, si es que no se declara que así se desea. No siempre tienes que formalizar algo o mantener solo una pareja en el tiempo, porque mientras no sea tu incondicional, no hay reglas que cumplir. Todo es válido en el amor mientras sea un acuerdo entre las partes involucradas, y mientras no sean incondicionales. El problema es que siendo hibrida, no se si ese tipo de amor, si esa forma de relacionarse con otros se aplica a mi también. Ni siquiera se si los dioses han elegido ya un incondicional para mí. Pero lo cierto es que no me molesta. En estos momentos, nada podría arruinar mi día.

Ahora, lo único que quiero hacer es besar a Ryker. Y aunque hay miles de cosas que me impiden hacerlo, lo hago de todos modos. Sin importar el riesgo.

-Zoee...-murmura él, tan cerca de mis labios que su aliento se confunde con el mío.

-no hables...-lo interrumpo, posando mis dedos sobre su boca. –no quiero hablar.

Él va a decir algo más, pero no se lo permito y me lanzo a sus brazos, como si él fuera el único remedio que hubiera en este planeta para sanar a mi destrozado corazón.

Nos sumergimos en un beso lleno de luz y pureza, tan enigmático y sugerente que me veo obligada a mantenerme con los pies en la tierra para que mi oscuridad no salga tan rápido a la luz. Pero...necesito más de él. Mi hibridad necesitaban más de este Sat de luz.

Atraigo a Ryker hacia mi cuerpo, intentando no caer sobre los arbustos por culpa de su porte, mientras el presiona sus manos en mis costados, teniendo miedo de dejarme ir otra vez. Nos movemos por le invernadero hacia las bancas, mientras nos besamos como si fuera la primera y última vez que lo hiciéramos.

Mi sangre hierve cuando dejo que la oscuridad se apodere de mi lentamente, pero no del todo, porque quiero—por segunda vez— que alguien sienta mi hibridad por completo, y vea mi verdadero yo porque ha sido mi decisión y no del destino. Quiero que Ryker me vea como la Sat mezclada que soy.

Me siento a horcajadas sobre su regazo, mientras nos besamos apasionadamente, mientras intento no perder el control sobre mí y hacer algo que sea demasiado para un Sat de luz y poco para mi o para mi oscuridad.

Apoyo mis manos en su pecho y puedo sentir su tranquila respiración haciendo contraste con la mía tan acelerada. Puedo sentir como su energía cosquillea en respuesta a mi hibridad, y como sus manos viajan por mil y un lugar a la vez. Y también puedo sentir sus constantes palpitaciones provenientes de su corazón, tan tibio como la luz del sol, permitiéndome quedarme en el presente, junto a él y su promesa de una vida menos agria.

Cuando me alejo de sus labios en busca de aire, descubro que lo he despeinado como nunca y que sus mejillas brillan por la sangre celestina acumulada en ellas.

Crónicas Saturnianas I : Híbrida (No Editada) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora