Cap. 45

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1000 i'wos después de la caída de Saturno

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1000 i'wos después de la caída de Saturno.

La Tierra. Ciudad de San Kara. 04:16 pm.

Escucho unas campanitas chocar por culpa de la briza marina. Todo a mi alrededor huele a perfume de rosas y a mar.

Sigo con mis ojos cerrados, por miedo a lo que pueda estar a mi alrededor, y me concentro en la disipación de la energía con la que la mayya nos teletransporto hasta aquí.

-¡Guau!—exclama, una voz melodiosa.

Es la mayya.

-¿Dónde estamos?—pregunta Thayer con la voz enronquecida.

Escuchar su voz es lo único que necesito para no sentirme más amenazada. Si él no está a la defensiva o molesto, es porque no hay nada a que temerle.

-en mi humilde morada, lindo oscuro...-canturrea Christina.

Thayer bufa, pero sé que disfruta del cumplido.

Me incorporo y abro muy bien mis ojos. Ryker está parada a mi lado y observa todo con mucha atención. Posa la vista unos segundos en mí, solo para saber cómo estoy y yo sonrió en respuesta.

El lugar donde nos ha teletransportado la mayya es increíblemente limpio como para tener tantos libros y pergaminos esparcidos por todos lados, y como para estar tan cerca de la costa.

-nos has sacado de un gran apuro...-comenta Ryker . Su mirada es intensa y la mayya sonríe en su dirección con admiración. –muchas gracias. –concluye con un asentimiento de cabeza.

-¿Por qué lo has hecho?—pregunto en un susurro.

Aún no se si puedo confiar en ella.

-tengo que cuidarte, Zoee. –explica. No deja de sonreír en ningún momento y eso la hace ver más... ¿normal?

Ahora es diferente. Luce diferente. Ya no tiene ese aspecto sobrenatural y super poderoso que mostro en el enfrentamiento con los Sats de luz o que yo vislumbre la primera vez en ella. Ahora su piel no es tan clara, pero si demasiado aterciopelada, casi como si fuera de porcelana. Tampoco sus ojos son como los de Ethan, sino que son más claros y no tan intensos, al igual que su cabello, que cae por uno de sus hombros, tan rubio como sus pestañas, pero no tan rubio como era antes. Lo único que se ha mantenido de su antigua apariencia son sus labios. Enormes, perfectos y rojos labios de hechicera.

-y que hay de todo ese show de la súper hechicera, ¿eso también lo has hecho para protegerme? –exclamo, con los brazos cruzados, exigiendo una mejor explicación.

-¡Oh, eso!—ella ríe y Ethan, Ryker y yo intercambiamos una mirada. –no es nada en verdad. Es solo un show, como has dicho. –explica. Camina por entre los montones de libros y su largo vestido se mece al son de sus pasos. –un poco de luces por allá y por acá, viento, juego de voces y un buen hechizo para hacerlos desaparecer. –concluye como si no fuera la gran cosa.

Crónicas Saturnianas I : Híbrida (No Editada) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora