Cap. 43

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1000 i'wos después de la caída de Saturno

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1000 i'wos después de la caída de Saturno.

La Tierra. Ciudad de San Kara. 08:12 pm.

Cuando asimilo la situación y ambos Sats comienzan a bajar del auto, mi cuerpo se retuerce en el asiento y mis uñas se clavan en el cuero que lo recubre.

-iré a ingresarnos. —señala Thayer. No me mira ningún segundo porque sabe a ciencia cierta cómo me estoy sintiendo en estos momentos.

Le pasa las llaves a Ryker, luego de tomar su teléfono y su billetera de marca exclusiva para desparecer entre los faroles de la vereda. Él Sat de luz le asiente algo confundido por el cambio repentino de ánimo que ha tenido Thayer y Luego se voltea hacia mí.

-¿ahora que está tramando?-pregunta en mi dirección.

La luz del ocaso hace figurar más sus hermosas facciones. Verlo parado ahí, fuera del auto, con una mano en la puerta del piloto y la otra sosteniendo las llaves, me hace olvidarme del pasado, y de donde estamos.

-¿estás bien?-pregunta unos segundos después. Su mirada me evalúa. Y no es hasta que sus ojos se encuentran con los míos, que noto que me he quedado viéndolo fijamente demasiado tiempo.

Dejo de presionar mis manos nerviosamente en el asiento y me incorporo con un carraspeo de garganta, que me delata un poco.

-sí. —respondo con voz enronquecida. Ryker no se traga ni por un segundo mi respuesta. –es solo que...

Cierro mi boca.

¿Cómo le digo que podríamos chocar de cara con mi pasado?

-estas nerviosa...-señala, no pregunta. – ¿Qué sucede?

Dejo escapar una bocanada considerable de aire y señalo con mi dedo índice hacia afuera.

Las letras doradas, que estoy segura de que pueden ser de oro, se elevan sobre la puerta principal como una frase cualquiera para la mayoría de los citadinos, pero para personas como Ryker , Thayer y yo son mucho más que eso.

-HOSTAL CC —recita en voz alta Ryker . Deja escapar una maldición sosa en voz baja y luego se vuelve hacia mí de nuevo. --¿la familia Cooper, eh?

Yo asiento.

-con razón Thayer lucia tan...-Ryker buscaba la palabra adecuada para caracterizar la actitud desconsiderada y oscura de Thayer, pero no las encuentra.

-¿oscuro?—propuse.

El asintió.

-sus ojos se veían...-Ryker estaba tan sorprendido por todo que aunque no quisiera admitirlo, lucia demasiado tierno cuando estaba algo desconcertado. –salvaje.

-así es Thayer. –digo sin más.

Decido bajar de la camioneta deslizador. Tomo mi bolso, guardando mi teléfono y mis gafas de sol dentro. Cierro la puerta y me incorporo al lado de mi novio, que aun observaba el nombre reluciente del hostal.

Crónicas Saturnianas I : Híbrida (No Editada) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora