Intensa, Romántica y llena de acción! Esta historia, te cautivará desde el inicio.
Zoee Holt es una extraterrestre proveniente de Saturno, que nació en la tierra, como muchos otros Sats, pero ella no es como todos los demás. Ella es una híbrida. S...
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1000 i'wos después de la caída de Saturno.
La Tierra. Ciudad de Nyx. 12:44 pm.
-No...-responde mi abuela.
Mi mirada de inocencia y suplica se convierte en un torbellino de malas intenciones al oír esa respuesta.
He estado durante más de una hora intentando convencer a Azul para que se quede durante una semana con Timy, mientras yo viajo a San Kara a buscar a Christina, y ella se encuentra reacia a ceder, pero no sabe que yo no me doy por vencida tan fácilmente.
-¿Qué?-ella me fulmina con sus ojos verdes y yo no alejo los míos de ella, comunicándole que su amenaza no me produce ni la más mínima sensación de peligro. --¿Cómo qué no? Es tu nieto, abuela.
-es tu hermano, también. —mantiene su postura prolija frente a mí, sin flaquear en ningún momento. –no creo que no puedas llevarlo, a no ser que quieras pasar "tiempo a solas" con tus amigos...--remarca la frase tiempo a solas con una mirada cómplice.—específicamente con Ryker Eden.
-¡abuela!-exclamo sonrojada, porque puede que no sea cierto lo que ella dice, pero me pone nerviosa la idea de estar con Ryker lejos de Nyx, lejos de la comodidad, de la relativa normalidad, de mi vida aquí en esta ciudad y tener que volver al pasado, donde sé que muchos recuerdos serán desenterrados y aun no quiero pensar en ello.
-no digas que no es cierto.—comenta con una sonrisa pícara. Sus ojos verde-oscuro por los años, se vuelven brillosos al saber que su comentario me ha afectado.
-claro que no lo es. —respondo a la defensiva. –además, no voy a estar sola con él porqué recuerda que va Thayer. —explico.
Ella sigue reacia a flaquear y ni siquiera me toma en serio.
He jugado la carta de Thayer, porque sé que Azul confía en él, pero no ha funcionado como esperaba.
–abuela, esto es importante.
Ella suspira y se sienta en el sofá, dejándome parada con miles de argumentos más para convencerla.
-sé que lo es, de hecho, lo sé mejor que tú, querida...--ordena su cabello, algo opaco por los años, hacia un lado y me observa con decisión. –pero no creo que sea un buen momento para que juegues a ser la salvadora.
Me sorprendo al oír decir aquella palabra a la que aún no me acostumbro a escuchar. Me siento frente a ella y juego con mis manos algo nerviosa porque en verdad no sé qué decir. No estaba preparada para esto, ya que jamás se me paso por la mente que ella usara aquella jugada contra mí, pero más me ofende la idea de que no me crea capaz de "ser la salvadora" que la idea de que haya utilizado eso en contra mía.
-no es un juego. —respondo entre dientes. –es importante para mí más de lo que crees, porque por primera vez en mi vida estoy luchando por algo a lo que realmente he sido convocada.
