Cap. 15

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1000 i'wos después de la caída de Saturno.

La tierra. Ciudad de Nyx 7:57 pm.

La tranquilidad no es una emoción que desconozca, pero no soy muy aprensiva a ella, porque prácticamente toda mi vida he tenido que estar huyendo. Pero con Ryker es diferente. Con él todo es diferente.

Cada vez que lo miro es como si supiera que todo va a estar bien, que no importa lo destrozada que me sienta por dentro, él va a estar ahí para mí. Y no es como ese tipo de sensación de protección, porque no necesito que él cuide de mí, sino que es la confianza que emana, la seguridad que me trasmite con cada sonrisa, con cada conversación, lo que me tiene pensando en el futuro como jamás había pensado.

Ryker me gusta de formas que no logro entender. Jamás me había sentido atraída por otro Sat de esta forma, y me asusta, pero al mismo tiempo, me hace sentir normal, como si mi hibridad no fuera un impedimento para estar con otro de mi raza. El gran problema son las creencias de mi pueblo en cuanto al amor y la unión, porque yo no encajo en nada de lo que profesa nuestra especie. Soy mas como una humana en ese sentido.

Ugg. No quiero parecerme a los humanos.

La voz profunda y el acento elegante de Ryker me traen al presente. Le sonrió, intentando disimular mis emociones, y veo como señala a mi hermano y a la suya secretearse de lo lindo en la sala de estar de su casa.

- ¿Qué crees que estén tramando esos dos?

-no lo sé. -respondo indiferente, buscando algún recipiente para picar los tomates. - ¿Dónde puedo dejar los tomates picados?

Si, comemos bastantes frutas y verduras. De hecho, es lo que mas amamos de la comida terrestre, porque según mi abuela es lo que se asemeja con mayor fuerza a la comida que había en Saturno.

- ¿me has escuchado?

Él sonríe, ignorando mi pregunta, como yo ignore la suya hace unos segundos.

Aquella sonrisa me hace temblar.

-Ryker. –insisto.

Él se acerca a mí y pasa su brazo por sobre mi cabeza para abrir uno de los estantes que están arriba de nosotros. Y me doy cuenta de lo alto que es Ryker. Quizás dos cabezas más alto que yo.

-que...

No logro terminar la frase. Su aroma me inunda por completo. Esta tan cerca mío que puedo sentir su respiración constante haciendo contraste con la mía tan agitada.

Es como si su cuerpo fuera algo prohibido para mí, y que estoy casi acorralada contra aquella tentación, contra todo aquello que Ryker produce en mí.

Él no me observa, pero sé que esta tan sonrojado como yo lo estoy. Cuando levanto mi mirada en su dirección, solo logros divisar parte de su barbilla y su manzana de adán, que sube y baja al mismo ritmo en que su corazón late.

Crónicas Saturnianas I : Híbrida (No Editada) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora