En las Fauces del Vampiro (+18) [Actualizacion LENTA]

CAPÍTULO 1: Desapariciones

-¡Esto no puede seguir así!, Alguacil son demasiados cuerpos en dos semanas- El doctor Keller se llevó las manos a la cabeza, preocupado y angustiado por todo lo que estaba ocurriendo en el pueblo desde hacía trece días, el día en que aparecieron los primeros restos y desapareció la primera muchacha- ¿Cuántos encontraron esta vez?-

- Creemos que son tres, Doc- El Alguacil Mathew Morrison tragó saliva- Todo escapa de nuestras manos, los pueblerinos están muy asustados y yo mucho más-

-¿Creen?... entiendo...- El doctor bajó la voz- ¿Qué encontraron?-

-Tres brazos, un torso al que se le veían las costillas y una...cabeza sin rostro- Los ojos del Alguacil parecieron desbordarse con solo recordar aquellas terribles imágenes grabadas en lo más profundo de su mente. –Los restos deben estar por llegarte ya, yo no pude permanecer más tiempo allí, era horrible-

-No había ocurrido nada parecido en... tal vez ¿cien años?- El doctor terminó de examinar uno de los cadáveres que se hallaba sobre la mesa de metal, en la cual realizaba las autopsias; el cuerpo que analizaba había sido enviado allí hace un día y solo quedaba de aquella persona un torso horriblemente mutilado, con marcas de feroces mordidas y profundos arañazos en el tórax, el cadáver parecía haber sido vaciado por completo, sin intestinos, sin órganos internos y sin corazón.

-Bien Doc, has lo mejor que puedas, tendremos que solucionar este asunto lo más pronto posible, antes de que llegue a oídos de la prensa del país- Morrison lanzó un leve resoplido y expresando un fuerte bostezo, producto del cansancio de aquella noche de búsqueda extenuante, salió a paso lento de la sala forense.

Hace diez días, había comenzado aquella brutal masacre sin nombre, todo había empezado en una noche de fiesta alocada, típico de los jóvenes turistas que visitan la apacible Isla de Wrigth. El natural ambiente de la isla, alejado de la bulliciosa ciudad, transportaba a sus visitantes a un lugar mágico, que perduraba en el tiempo. Las fuentes agrícolas y ganaderas eran su sustento, y con muy pocos habitantes oriundos, no había ocurrido algún crimen grave en más de diez años.

Los primeros restos fueron hallados en el frondoso bosque Bringstone, exactamente el mismo día en que fuera descubierta una extraña caverna subterránea de dudosa procedencia. La caverna era un misterio, y muy bien hubiera servido como otro de los tantos atractivos turísticos, si no fuera por la brutal carnicería encontrada justo en la entrada de esta.

Los cadáveres inhumanamente mutilados no podían ser descritos, eran simplemente restos casi amorfos de carne carcomida, como si un feroz depredador hubiera dado caza y devorado vivas a sus agonizantes presas. Los restos tardaron en ser identificados, pero al final, dada la pequeña localidad, se los identificó, cuatro turistas ingleses hospedados hacia siete días en el hotel Buddlebrock, un joven de la localidad, del que solo se encontró una irreconocible cabeza, y una muchacha desaparecida que aparentemente se encontraba con ellos.

La localidad entera de Bringstone se alarmó, y la hasta entonces pasiva policía, empezó con las investigaciones naturales, pero; aquello había sido solo el comienzo, en los siguientes días se comenzaron a encontrar más y más restos humanos en diferentes villas, los restos horriblemente mutilados provocaban en quienes los contemplaban, una espantosa agonía, vomitiva y terrible. En diez días, fueron hallados catorce restos humanos casi en las mismas horripilantes condiciones, y lo peor de todo, era que desde que habían comenzado los homicidios, desparecieron seis jóvenes mujeres, todas con la particularidad de ser naturalmente rubias.

-¿Alguna novedad en la búsqueda, Michael?- Morrison ingresó al pasillo de oficinas, que en aquel momento se encontraba envuelto en total revuelo, casi todos los oficiales y policías se hallaban en el pueblo, buscando indicios, siguiendo pistas y esperando encontrar a todas las muchachas desaparecidas con vida.