Habían pasado tres días desde que Candy y Emmanuel tuvieron esa conversación por WhatsApp. Poco después de medio día tras salir de la ducha y con el cabello escurriendo gotas de agua Candy tomó su celular y envió mensaje a Emmanuel.
—Hola. Perdón por no mandarte mensaje antes, estuve ocupada.
Ciertamente Candy no mintió, pues si había estado ocupada teniendo ataques de ansiedad más constantes y varias pesadillas recurrentes. Agradeció que sus padres no la cuestionaron cuando ella les avisó que necesitaba más pastillas, pues se habían acabado más rápido de lo común.—Descuida, entiendo.
Emmanuel no tardó ni medio minuto en responder. Sintió una cálida felicidad interna pues Silence estaba iniciando una conversación con él.
—¿Cómo has estado?
—No me quejo. Escuela, trabajo, lo de siempre.
—¿Trabajas? Qué interesante ¿puedo saber en qué? —Candy, casi por primera vez en su vida, sintió verdadera curiosidad por alguien. Ahora creía saber a dónde iba cada día, excepto los sábados, que regresaba hasta casi oscurecer.
—En un restaurante no muy lejos de aquí.
—¿Y qué haces ahí?
—Principalmente soy cajero, pero hago de todo lo que se vaya requiriendo; desde ser ayudante de cocina, mesero, hasta repartidor.
—Vaya, se oye un poco difícil.
—No lo es tanto.
—¿Y qué estudias?
—Derecho.
—Eso se oye más difícil aún.
—No lo es, sólo que algunos de mis profesores están locos. Y la mayoría de mis compañeros de clase son unos ebrios de primera.—Tu vida se oye interesante. —Silence casi se da un golpe mental al darse cuenta que había escrito y enviado ese pensamiento suyo.
Mientras tanto, Emmanuel, trataba de ser cuidadoso con algo que se mostrara como un interrogatorio hacia ella. Preguntas como "¿por qué te ocultas ahí? ¿soy el único que lo sabe? ¿alguna vez has salido?" se peleaban por ser escritas y enviadas a la chica misteriosa de piel pálida.
—Para nada. Dime ¿tu qué has hecho?
—Nada interesante realmente. Sólo jugar videojuegos y leer por décima vez el mismo libro. Y bueno, atender uno que otro asunto con mis padres. —mintió parcialmente con esto último, para medio justificar su excusa anterior de "estuve ocupada".
—Interesante. Y hablando de padres, mi madre quiere que la lleve a la piscina a nadar, aprovecharé para nadar un rato y despejar mi mente.
—Oh, entiendo.
Un sentimiento extraño para Candy la atacó por sorpresa, se sintió desanimada de repente.
—Te mandaré mensaje apenas pueda, si tu quieres.
—Claro. Disfruta el agua.
—Por cierto.
Sé que te gustan los atardeceres, No tuve oportunidad de tomar fotos al atardecer pero tomé estas fotos en la universidad los días que no hablamos. Te mando mensaje después.Una extraña mezcla de felicidad y confusión invadieron a Candy. Emmanuel, había tomado fotos del exterior para ella. Sintió sus mejillas arder y sus labios curvearse en una sonrisa involuntaria. Por primera vez en años, el exterior no le pareció tan "aterrador".
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Agorafobia #PGP2020 #StayHomeAwards
Teen FictionAl final de la Avenida Sunflower hay una casa abandonada y antigua que guarda no sólo muchas leyendas urbanas si no un interesante misterio. Emmanuel Alexander será el único que se aventurará a descubrirlo. Descubre que Candy Saunders vive en esa ca...