• A N S E L •

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Era Halloween, la única noche del año en donde te puedes disfrazar libremente de lo que tú quieras sin que nadie te diga nada, incluso en el trabajo. O al menos así era para ambos barman en esos momentos.

Esa noche no era técnicamente Halloween, era la noche antes, durante toda la semana antes de Halloween la discoteca hacía una fiesta de disfraces, todos iban disfrazados y Dallon y Josh tenían turno junto esa noche.

Ambos habían decidido ir disfrazados de dos personajes del videojuego Detroit Become Human, Josh se había disfrazado de Hank Anderson mientras Dallon se había vestido de Connor, ambos estaban orgullos de sus disfraces y habían recibido algunos cumplidos de algunas personas diciendo que se veían geniales.

Era casi la media noche, en ese momento entró Frank, estaba disfrazado de zombie, ninguno de los dos lo hubieran reconocido si no fuera por sus tatuajes en el cuello.

-¿Vas a pedir algo o vas a entrar a la barra para prepararte algo?- Josh preguntó cruzándose de brazos y sonriendo, Frank negó con la cabeza, sentándose sobre uno de los banquillos, llamando al pelinegro, quien se paró al lado del tintado, haciendo que Frank los mire sorprendidos.

-Parecen los malditos personajes del videojuego, wow, pero eso no es lo que importa ahora, lo que importa es que Gerard me está haciendo una fiesta por mi cumpleaños y me está haciendo invitar cuantas personas pueda, así que... ¿Quieren venir?- Preguntó, haciendo que ambos asintieran inmediatamente, el año pasado él había tenido una fiesta de disfraces por su cumpleaños e invitó a ambos barman porqué eran las únicas personas que conocía de su trabajo y ambos la pasaron de maravilla.

-Vamos, solo dinos hora y lugar y vamos a estar ahí con otros disfraces-

-Pero el mismo entusiasmo del año pasado-

-¡Genial!- Frank dijo levantándose—ahora mismo les mando todos los datos, ¡Pásenla bien, chicos!- Y con eso desapareció en la pista de baile, haciendo que por el resto de la noche ambos barman piensen en qué disfraces utilizar para la fiesta.

El resto de la noche pasó con tranquilidad, más personas dándoles cumplidos sobre sus disfraces y algunas personas tomando fotos de ellos dos, era raro recibir tantos cumplidos en respecto a sus atuendos ya que normalmente la gente no le tomaba mucho interés en ellos, pero lo aceptaban de todos modos, encontrándose con algunas otras personas que fueron disfrazados de otros personajes del mismo videojuego.

-

-¿Recuérdame por qué estamos vestidos así de nuevo?-

-Porque es lo único en lo que pudimos pensar anoche-

Ambos entraban hacia la casa en la cual Gerard había preparado la fiesta para Frank, ambos no habían tenido mejor idea que disfrazarse del emoji de los dos conejitos playboy, ambos con unos shorts negros ajustados, una camiseta de manga corta junto con un chaleco negro y un corbatín del mismo color, habían comprado unas orejas de conejo en el camino y ambos se sentían realmente estúpidos por ir así a la fiesta de cumpleaños de uno de sus mejores amigos, pero era lo único que pudieron pensar en el poco tiempo que tenían antes de la fiesta.

Entraron a la casa, era gigante, supuestamente de uno de los familiares de Gerard que estaba de viaje y le dejó a cargo su casa, todos presentían que eso no iba a terminar bien, pero de todos modos la casa estaba llena con personas, la música al tope y luces multicolor iluminando el lugar.

Caminaron entre multitudes de personas con diferentes disfraces hasta llegar al sótano, donde Frank estaba junto a su novio y al resto de su banda, todos vestidos como mafiosos, hablando y riendo mientras las personas alrededor suyo hablaban en sus propios círculos y escuchando la distante música de la sala.

h i m  ✖joshler✖Donde viven las historias. Descúbrelo ahora