6. Sorprendamos al Gatito Negro.

93 2 0
                                    

Cuando sonó el timbre del recreo sentí un gran alivio en el alma. Queria librarme de Pepe cuánto antes y bajar al patio para encontrarme con todos.

-¿Vas a venir al patio con nosotros? -pregunté a Blue.

-Si, a lo mejor. Es que quiero buscar antes a White.

-Ah, va. Estoy abajo.

Salí sin prisa. A diferencia de los otros estudiantes que corrían como locos al patio yo no tenía prisa. Si que queria salir y ver a mis amigos cómo el que mas, pero iba a llegar a mi destino de todas formas, asi que ¿para qué correr?

Cuando salí al patio una brisa de calor bochornoso me recibió. <<AGHHHJJDGDKDJDDKSJDJDQUECALOOOOORR>> pensé. Me encaminé hacia donde siempre quedabamos mi grupo y al verme llegar empezar a gritar.

Sonreí al instante y también grité un poco. Momentos así con la gente que quería me llegaban al alma.

-¡Arimas tío, has crecido! - me gritó Lex.

-No sé cómo crece tanto, si no da un puto palo al agua en la vida -metió Toño.

-¡Anda, si estabais ya aquí! -la voz del pequeño Monique nos hizo darnos a todos la vuelta.

-Hola Nikk, cuanto tiempo -le dije mientras depositaba una sonora palmada en su espalda.

El pobre no lo vió venir y dió un par de pasos hacia adelante por el impacto.

-Wow macho, estás cachas -me suelta y se echa a reir.

-Seguro que toma Cola-Cao con esteroides por las mañanas -aparece Samantah y nos echamos a reír todos.

Mientras hablamos de cosas sin sentido y de lo minimo que hemos hecho en verano van llegando los integrantes restantes del grupo y saludando y gritando cómo adolescentes en celo.

-¿Pues sabes que me pasó este verano? -de repente Adriana Fuentes se dirige hacia mi y me quedo un poco pillado.

De nacionalidad rumana, alta y bonita, pelo cobrizo y unos penetrantes ojos verdes con motas marrones; tenía un cuerpo atlético y musculado y pertenecía al grupo de Bachillerato.

Oh cierto, esto tendría que explicarlo. Nuestro grupo es bastante grande, podriamos considerarnos los otakus reunidos del insti, pero dentro del grupo nos dividiamos en subgrupos. Estaba el de "Bachillerato", el nombre lo deja claro. En él estaban Ismaela Luna, Adriana Fuentes, Dario Castillos, Alexandra Torres del Narciso e Isaac Adán.

Las fujoshis y fundashis, con Samantah Hotea, Prisley Manaphy, Antonio Conde, Mario Gómez, Blue Cat y yo.

Después estaba la gente otaku también, pero que tenian un gusto más amplio, como Monique Peñafiel, Diana Armanzal y Andrea de la Cruz.

Todos raritos. Todos únicos. No teníamos todos muchas cosas en común, solo nuestro gusto por el anime, el manga y los videojuegos. Pero siempre era divertido hacer el gamba con esta gente.

-¿Qué te pasó Adri? -pregunté. Esa chica siempre estaba de cachondeo, maja y tal, pero pocas veces hablaba directamente conmigo.

-Pues un día, me dió por madrugar, y cómo no sabia qué hacer, salí a correr un rato. Ya sabes, voy hasta el pueblo de al lado corriendo y vuelvo -no tenía ni idea de que hiciera eso- y en algunas zonas no está pavimentado y me toca correr por la carretera...

-Tía, ¿de verdad que te vas al pueblo de al lado corriendo, así de buenas? -yo estaba flipando en colores. Soy una persona con el cuerpo perfecto para hacer ejercicio, incluso algunas veces lo hago, pero de ahí a ir de un pueblo a otro, que no está muy cerca que digamos.

-Sí, siempre que puedo lo hago -me responde con tal obviedad que me da miedo -La cosa es que volviendo al pueblo, me paró la policía. Me pidieron los papeles y cuando miraron la foto de mi carnet, no creían que era yo -mientras decía esto sacó su DNI y me enseñó la foto. 

Tuve que reprimir la carcajada que nació del fondo de mi alma, pero no me fue posible. Me eché a reír como si no hubiera fin; me incliné demasiado hacia atrás por la risa, y como consecuencia me caí de culo en el suelo. Aún así me dió bastante igual, seguí partiéndome la caja descaradamente. Tal fue mi espectáculo que los demás chavales que pasaban de un lado a otro se empezaron a parar para contemplar cómo hacía la croqueta por el suelo. Adri se reía por mi reacción, y mis amigos se acercaron para mirar también el carnet. En menos de tres minutos estabamos llamando la atención de medio instituto con las risas de retrasados que soltábamos. Lex daba puñetazos en la pared mientras reía, y Toño junto con Samantah estaban sentados en el suelo sujetandose la tripa. Diana se daba cabezazos contra la pared y todos los demás gritaban y se daban golpes.

Cogí de nuevo el carnet de Adri y lo observé. Por favor, la foto debía ser de hace unos 3 años, y en ella Adri se veía cómo era antes de dar el cambiazo de bachiller. Gafas recondas de culo botella, tenía una miopía y astigmatismo bastante avanzados; la cara roja y llena de granos, el pelo recogido en dos moños trenzados a cada lado de la cabeza y el labio partido. Y para culminar, dos enormes aros en las orejas.

Me eché a reír de nuevo. Si no fuera porque tenía su carnet de identidad en la mano, jamás creería que esa friki puberta y apartada de la socedad era la Adriana que ahora me miraba entre soprendida y divertida por mi reacción. Sin embargo, mi diversión duró poco.

-Chicos, me encanta que seais todos felices, pero estáis montando un espectáculo y llamando la atención demasiado -un profesor random de guardia aparece de la nada.

Nos tranquilizamos un poco y la cosa recobra poco a poco la normalidad. Pero al ponerme de pie choqué con una chica sin querer. Empezó a gritar cómo si acabara de presenciar un asesinato.

-¡AHH ERES UN CERDO! ¡ME HAS TOCADO UNA TETA! - chilla.

Me quedé loquísimo. ¿Cuándo le habia metido mano a esa chica? Ni siquiera sabía quién era.

-Eh tía ¿qué dices? No inventes mierdas -dice Lex a mi espalda.

-¿Qué dices pechugona? Cállate y no te metas. Ese cerdo me acaba de tocar un pecho con el codo -responde la tía random.

-¿Eh, he tocado teta y no me he enterado? 

-¿Qué passssssa chavales? -aparece Blue a mi lado junto a Blanca como si nada. Nos mira y se percata de que algo no va bien. -¿Qué ocurre?

-¡Oh Iván, menos mal que has venido! ¡Ese chico me ha tocado los pechos descaradamente! -se echó a los brazos de Blue con dramatísmo mientras ponía voz de víctima.

Carter se quedó super pillado, no sabía de qué iba la cosa y a juzgar por la cara que tenía, tampoco sabía muy bien quién era esa chica. Me miró en busca de respuestas, y debía de tener cara de retarder porque se empezó a descojonar.

-¿Que Arimas te ha metido mano? Bah, si todo el mundo lo hace -todos le miramos pasmados y la chica se alejó de él a la velocidad de una bala, super indignada.

-¿Pero, qué estás diciendo Iván?- se estaba poniendo más roja a cada segundo que pasaba. 

-Lo que oyes Naty, eres más bien puta, todo el mundo te ha metido mano ya. Además de que eres una embustera de cuidado. Es imposible que Arimas te haya tocado porque -se acercó a mi lentamente mientras hablaba -Arimas solo me toca a mí.

Fue visto y no visto. Cuando terminó la frase, posó suavemente su mano en mi nuca y atrayéndome a él, me besó.

Diario de un Gato NegroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora