Había pasado una semana desde que el curso empezó. Las cosas habían transcurrido tranquilas en mi vida. El verano me lo habia pasado jugando al League of Legends y yendo al pueblo de mi abuela los domingos para comer. Creí que este curso iba a ser como todos los demás: aburrido y monótono.
Obviamente me equivoqué.
Sentí mi móvil vibrar en el bolsillo de mi pantalón. Ni me molesté en sacarlo para ver quién era. Lo sabía de sobra.
-¿No vas a contestar? -me susurra Samantah -Es muy bonito que esté hablandote incluso en clase.
No. No era bonito. Me tenía ya harto el acoso de esta chica y Samy lo sabía de sobra.
La miré con la mirada más indiferente que tenía, a lo que ella se echó hacia atrás y se rió.
El nombre de la chica que me estaba petando el whatsapp a mensajes era Alexandra Torres, la tetona del grupo.
Me habia pasado casi todo el verano jugando al LoL con ella, y bueno, habiamos hablado mucho. Y no solo del juego. Me caia bien, era un "poco bastante" egocéntrica, pero yo sabia que esa actitud tan solo era una fachada para ocultar sus inseguridades. Sabía sobre ella muchas más cosas que otras personas cercanas, al igual que ella conocía cosas de mi que nadie sabia. Sin embargo, desde que empezó el curso, comenzó a violarme el whatsapp a mensajes en cualquier hora del dia o de la noche.
Sentí otra vibración.
Con un suspiro resignado saqué el móvil con disimulo para que el profesor no me viera y abrí el chat. Pude oir la risita burlona de Samy a mi lado. No la presté atención y leí todos los mensajes.
《 Eh Red, ¿qué tal?》
《Oye tio, responde ¿no?》
《Vaya que borde.》
《¿Estás en clase o es que te has desmayado al ver que estoy hablando contigo?》
《Bueno, supongo que lo segundo. Es normal, soy demasiado genial》
《Oye ¿crees que Black y Blue habrán arreglado ya lo suyo? La semana pasada fue jodidamente incómoda con esos dos.》
《Recupérate ya de la impresión de que te esté hablando tio》
《Meh, en el recreo te vas a cagar ;)》
Ahí se acaban los mensajes. Cierro el chat, sin responder ni nada y guardo el móvil.
Aunque fuera un poco cansina, tenia razón en algo; la semana pasada fue un auténtico asco por culpa de Arimas y Carter. Después del incidente de la chica esa más fea que pegarle a una abuela con unos calzoncillos con regalito, el beso de Carter a Arimas y que según me había enterado, ese mismo dia habian llamado a casa de Arimas para decirle a su madre que el chico habia llegado tarde y que encima le habian puesto un parte por mala conducta, las cosas habían ido de culo.
<<Joder, es que pobre chico. Está gafado o algo>>.
Me reí de ese pensamiento, pues resultaba muy irónico ya que Arimas era el "Black Cat" y tenía una mala suerte que no podía con ella.
Después de semejante primer día era normal que el chico estuviera encabronado por todo, pero Carter...
El gato azul había faltado el martes y el miércoles, y el jueves se había plantado en el recreo delante de nosotros con la cara hundida y unas ojeras horribles bajo los ojos. Nadie dijo nada, nadie sacó el tema ni osó realizar las miles de preguntas que queriamos hacer. Simplemente actuamos como si nada hubiera pasado y todo estuviera genial. Pero llegó el temido y adorado viernes. Justo el último día de la semana, Carter y Arimas bajaron al recreo. Solo he sentido tanta tensión en el cuerpo como cuando jugando al LoL caí en una emboscada y tuve que luchar yo solo contra 10 hechiceros.
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