La astronauta

El fin

Mientras Sisc y Liliana se marchaban algo más pasaba en la luna, Kassin quién se ocultó vió todo lo que había pasado, solo observaba como el gran Saturno estaba agonizando pues aún no moría, resistía y peleaba por vivir, incluso con la daga atravesada, fue como de la oscuridad salió Nag y se paró frente a Saturno el cual estaba en el suelo, a lo que él le respondió:
-Sabia que por ti mismo no podrías lastimarme- con sarcasmo- eres demasiado débil.
∆ Oh' tonto tonto Saturno, mírate, ¿alguna vez pensante terminar así? Todo tu poder termina aquí.

Fue como Nag lo levanto del cuello y enterraba más la daga.

∆ ¿Sientes eso? Espero que lo hagas porque será lo último que sientas, lo último que escuches será mi voz llevándose tu vida.
-¡¡¡¡Ahhhhgg!!!!- Gritaba Saturno con gran dolor- eres de lo peor.
∆Muchas gracias viejo amigo, mira que arriesgarte a salir de tu planeta por algo que no tenía sentido ni valor me sorprendió, por un momento pensé que tendría que esperar una eternidad para hacer esto y digamos que ellos eran el mejor medio.
- Aún no entiendo cómo es que lo convenciste, abusaste del su gran amor y así accediera a tus condiciones.
∆ ¡¡¡Ya cállate estúpido!!!- con un grito de odio- disfruta tu viaje a la muerte.

Fue así como sacó aquella daga y comenzó a enterrarla una y otra vez en Saturno mientas reía y veía sus últimos alientos, no paraba de decirle "¿Donde está el poderoso Saturno?"
Lo llevó a lo más alto de la luna para lanzar aquel cuerpo casi sin vida y con grandes heridas al vacío del universo, la mejor muerte es la que se espera y no la inmediata, así que era lo mejor, y así fué, lanzó a Saturno con aquella daga clavada en el corazón hacia la constelación de Orión.
Una vez hecho esto bajó y dió un gran grito mientas golpeaba el suelo de la luna, así que Kassin salió, y con gran fuerza fue contra él, no podía soportar más ver tanta destrucción así que su plan era matar con sus propias manos a Nag así como el lo hizo con Saturno. Por un momento la victoria se veía en Kassin, cuando de pronto todo se tornó más oscuro y diciendo:

∆¿Ya terminaste?

Nag tomaba del cuello igualmente a Kassin, y con gran ira apretaba más y más fuerte mientras ella trataba de escapar, cosa que fue en vano, no pasó mucho para que su vida fuera terminada pues el odio en él era más grande que el amor y ternura que había dentro de ella, pero antes de eso ella dijo:

-Agua de vida.

Y lanzando una gran luz a Nag se despedía, pero él era más persuasivo y aquella luz solo la esquivo saliendo está de la luna. Ahora nada ni nadie podría parar a Nag.
Era el fin.