IN YOUR WILD HEART (Timothée Chalamet)

26

Al día siguiente, cuando Elle se levantó de la cama, Amélie ya se había ido de la casa y su padre había vuelto a desaparecer en otra reunión de negocios. Timothée, sin embargo, estaba esperándola en el salón.

Se levantó del sofá al escuchar sus pasos hacia la cocina y se apoyó en el marco de la puerta a observarla. Estaba descalza y todavía llevaba puesto el pijama. Un pantalón corto color gris con puntitos que dejaba parte de su culo a la vista -inconscientemente, sus ojos habían ido a parar ahí- y una camiseta de tirantes de color rosa con un dibujo de Lola Bunny justo en medio de la barriga. Sonrió al ver aquel dibujo.

-Deja de mirarme las tetas – le dijo Elle, mientras se sentaba en un taburete para tomarse su vaso de leche con galletas.

Pero ella también estaba sonriendo.

-No estaba mirándote las tetas – respondió el rizoso, acercándose a la encimera y apoyando los codos en ella - ¿Te apetece hacer algo genial esta noche? Después de la prueba del vestido.

Elle le miró a la cara, ¿cómo podía decirle que no cuando ponía esa cara? Agachó la mirada y mojó una galleta en la leche.

-Mmm quizá, si me convences – le retó, con media sonrisa, antes de meterse la galleta en la boca.

Timothée alzó una ceja, sin dejar de sonreír.

-¿Y cómo quiere la señorita que la convenza?

-Sorpréndeme.

Timothée apartó los brazos de la mesa y la rodeó con pasos rápidos pero seguros, sin dejar de mirarla. Elle notó como se le aceleraba el corazón, un poco más conforme se acercaba a ella. Cuando estuvo lo bastante cerca, posó una mano en su muslo desnudo y la movió lentamente por él. Se agachó para estar más cerca de su oído, le echó el pelo hacia atrás, lo que hizo que un escalofrío le recorriera la columna y posó los labios sobre su cuello, después volvió a su oreja para susurrarle en francés:

-S'il te plait, viens avec moi ce soir.

-¿Qué? – le preguntó ella, notando como le flaqueaba la voz y las rodillas.

-Que me acompañes esta noche, por favor. Cela signifierait beaucoup pour moi.

-Madre mía, Timothée, me estás poniendo mala.

Él rió contra su oído, haciéndola estremecer de nuevo y volvió a besarle el cuello. Lentamente. Posó ambas manos en sus muslos e inconscientemente, Elle fue abriendo las piernas. Timothée se dio cuenta de ello, así que se colocó entre ellas y la miró antes de besarla en los labios. Elle gimió contra su boca y enredó los brazos tras su cuello, pasó una mano por su pelo y tiró suavemente de él.

Elle enganchó el labio inferior del chico con los dientes y lo mordió levemente. Timothée gruñó y pasó las manos de sus muslos a su camiseta, las metió por debajo y...

La puerta principal se abrió para automáticamente volver a cerrarse, después unos pasos por el pasillo y finalmente, la chica encargada de hacer la limpieza de la casa apareció por allí.

-Bonjour!– saludó amablemente, antes de entrar en el salón.

-Bonjour, Roxanne– le respondió Timothée, con la voz mucho más ronca que hacía unos minutos.

-Bonjour– repitió la rubia, notando la cara completamente roja.

Timothée la miró, con una sonrisa.

-Repite eso – le pidió.

-Ni de coña – respondió Elle, acabándose el desayuno de un trago y bajándose del taburete – Voy a prepararme.