Capítulo 28.

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¿Había pasado? ¿Realmente había pasado?

Me costaba creerlo, y mucho. En aquel momento, estaba tan petrificada que mi mente no quería procesarlo.

- Lianna...

- G-Grimmjow - pude notar como el calor se acumulaba en mis mejillas. Él me estaba mirando a los ojos intensamente, y, sin embargo, cada vez me era más difícil corresponderle.

A todo aquello se le añadía el hecho de que tras aquella posesión la energía en mi cuerpo se había desvanecido. Me costaba mantenerme en pie más de lo que me había costado en toda mi vida.

Grimmjow suspiró al escucharme susurrar su nombre y me abrazó. Ni siquiera pude reaccionar, su peso sobre el mío hizo que me arrodillara; pero él no soltó su agarre, sino que se arrodilló junto a mí y continuó abrazándome.

Pasados unos pocos minutos, ambos nos incorporamos, y encaminamos el rumbo a mi habitación. Ni si quiera podía mirarlo a la cara, aunque él tampoco parecía querer mirarme directamente a los ojos.

Noté pequeñas fisuras en mi ropa. Quizá habían aparecido tras estallar el enorme reiatsu de aquello que habitaba en mí. Al menos, eso era lo más lógico que se me venía a la mente.

Yo seguía a Grimmjow en silencio, y él caminaba unos pasos por delante de mí de forma segura.

Al llegar a la entrada de mi habitación cruzamos miradas, a lo que él respondió frunciendo el ceño y dirigiendo su vista al suelo a la vez que sus mejillas se tornaban de un leve color rosado.

- Pff - un pequeño sonido salió de mi boca al ver aquella reacción que no esperaba de él.

Entré en la habitación, tratando de ignorar todo lo que había pasado y dispuesta a descansar, justo cuando la voz de Grimmjow me detuvo.

- ¿Qué... es eso? - yo estaba de espaldas, y él me señalaba con su mano.

- ¿Qué es qué? - traté de girarme para comprobar a qué se refería, para darme cuenta de que parte de mi espalda estaba al descubierto. Por tanto... se podía ver parte de aquella marca que tenía en mi espalda.

Me giré para ponerme de frente a Grimmjow. Le explicaría que era una marca de nacimiento, que no entendía muy bien que significaba o algo por el estilo, pero justo cuando iba a abrir la boca se me volvió a adelantar.

- Quítate la ropa.

- ¿Qué?

Entonces fue cuando se dio cuenta de lo que había dicho.

Empezó a hacer movimientos efusivos con sus brazos y manos e intentar excusarse.

- Y-yo... esto... No me refería... a eso... Yo... Quiero ver tu espalda. - estaba completamente rojo, pero aún así consiguió transmitir lo que quería decir.

- Yo... - pensé en negarme y comenzar a explicar lo que era, pero decidí darme la vuelta de nuevo y mostrarle lo que quería ver; aquellas extrañas marcas.

Tal vez yo me sorprendí tanto como él al ver que, esta vez, las runas coloreaban casi toda la figura; la cruz que recorría mi espalda era casi completamente negra.

¿Cuándo había sucedido? ¿Cuando aquello tomó mi cuerpo? ¿Cuando casi no podía respirar y sentía como si mi cuerpo estuviera en llamas? ¿Cuándo?

El calor de la mano de Grimmjow sobre mi hombro no me dejó pensar nada más. Tragué saliva. Me sentía demasiado nerviosa como para pensar nada.

Acto seguido comenzó a bajar su mano, acariciando mi piel, y justo cuando comenzó a tocar aquella extraña cruz, sentí una especie de electricidad, como un pequeño calambre.

Jaegerjaquez [Grimmjow]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora