Capítulo 32.

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PDV. Grimmjow

-¿Aquí? ¿Te refieres a quedarte en la Tierra? Esa no es mi decisión...

- Quedarme aquí, en tu casa. - la interrumpí.

Si ya estaba desconcertada de por sí, ahora lo estaba mucho más. Me miró sin comprender.

- ¿Eh? No creo que puedas...

- No, si no te preocupes, no me importa. No es molestia para mí. - traté de romper la tensión y reí ante mi propio comentario.

Ella comenzó a reír también conmigo.

Unos segundos después, volvió a hablar.

- Bueno, está bien por hoy. Pero no te acostumbres. - se encaminó hacia algún lugar de la casa.

Suspiré. Tenía un propósito al quedarme allí esa noche, pero no me gustaba.

Metí la mano en mi bolsillo derecho y saqué la caja con la última hoja del diario de su hermano. La miré por unos segundos y la volví a guardar.

Probablemente aquella caja contenía las respuestas a muchas de las preguntas que nos habíamos estado haciendo, pero yo no quería abrirla.

A pesar de que en algún momento sentí el irrefrenable deseo de abrirla en busca de explicaciones, ahora no quería hacerlo. De hecho, me atemorizaba.

¿Y si lo que ponía en esa hoja me alejaba de Lianna? ¿Y si hacía que ella perdiese su fuerza para luchar? ¿Y si la hacía cambiar de pensamiento y ponerse del lado de Aizen?

Numerosas preguntas surgían en mi mente una tras otra, todas con miedo hacia lo que fuera que sucediera tras leer aquello.

Miré hacia el techo. Luego, observé a Lianna caminando de arriba a abajo por su casa.

Quizá podía esperar. Quiero decir, leer aquella hoja no era urgente, y yo quería disfrutar el tiempo que tenía con ella lo máximo posible, aunque tarde o temprano tuviéramos que hacerlo.

Por primera vez en mi vida estaba sintiendo esa felicidad. La única felicidad que sentía era en forma de satisfacción tras ganar una batalla o tras ver mi poder creciendo. Pero ahora era diferente.

¿Qué era eso? Yo... era feliz viéndola a ella feliz.

Era una gran estupidez, pero...

La vi pasar de nuevo, su mirada se cruzó con la mía y me sonrió para luego continuar su camino.

...pero era la realidad.

Me tumbé en el suelo con las manos entrelazadas detrás de mi cabeza, y cuando quise darme cuenta, habían pasado cerca de 30 minutos.

Mis pensamientos me tenían demasiado distraído, y un ruido me sacó de ellos.

Miré hacia la puerta para cruzar mi mirada con Lianna. Tenía el pelo mojado y se lo frotaba con una toalla para secarlo. Además, se había cambiado de ropa; ya no llevaba los ropajes típicos de Shinigami.

- Puedes ducharte, si quieres.

Se giró y se encaminó hacia algún lugar.

Me incorporé.

-¿Dónde está el baño?

- La primera puerta a la izquierda.

No sabía dónde estaba Lianna, pero podía oír su voz.

Decidí continuar pensando mis futuras acciones mientras me bañaba.

PDV Lianna

Grimmjow había entrado en el baño. Subí a mi habitación. Hacía ya algún tiempo que no la veía.

Jaegerjaquez [Grimmjow]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora