PDV. Grimmjow
Entonces, ¿era aquello lo que los humanos llamaban "amor"?
Ciertamente, se sentía extraño. Mi cuerpo, mi mente... todo mi ser la necesitaba a ella; a Lianna.
Su sonrisa me hacía feliz, su risa me atacaba como avispas en el corazón, su tristeza me hacía querer consolarla, sus facciones me provocaban a intentar ver todas sus posibles expresiones...
Era una mezcla muy extraña de emociones, pero tenía claro algo que todas ellas tenían en común.
Que eran por y para Lianna.
PDV. Lianna
Cuando quise darme cuenta, ya habíamos llegado a la tienda de Urahara. Grimmjow no había recitado ni una sola palabra en todo el trayecto. Realmente, no sabía si eso era bueno o malo.
Miré la entrada del edificio. Grimmjow se había parado justo en frente, y esperaba algo, tal vez que yo pasara adentro o tal vez que alguien saliese para darnos la bienvenida.
Entonces, él me miró. No dijo nada. Tan solo me miró a los ojos seriamente.
- Lianna, yo... creo que me he dado cuenta de algo. Algo importante. Con respecto a ti, yo...
Su expresión hacía que lo que estaba diciendo pareciese de suma importancia, pero fue interrumpido por la aparición de alguien; Urahara. Miré a Grimmjow extrañada. Una leve expresión de fastidio apareció en su cara.
- ¡Ora, ora! - Urahara agitó su abanico frente a su cara, gesto que ya se me hacía bastante habitual en él - ¿Pero qué tenemos aquí? ¡Precisamente salía en vuestra búsqueda! - miró a Grimmjow unos instantes - ¿Estás enfadado por algo, pequeño Arrancar? - y, sin dejar tiempo suficiente para una posible respuesta, continuó hablando - ¡No importa! ¡Vamos adentro! Todos están esperando. - y volvió a entrar.
- Odio que me interrumpan. - dijo Grimmjow observando la espalda de Urahara. Luego, me miró a mí. Su expresión gritaba: "necesito soltarlo".
Desvié mi mirada de él y seguí a Urahara, adentrándome en su tienda. Escuché cómo los pasos de Grimmjow me seguían.
- Tsk - aquel sonido salió de los labios de Grimmjow. Urahara, que iba delante nuestra, soltó una carcajada que casi parecía una respuesta al ruido que hizo.
Llegamos a una habitación en la que muchas caras conocidas estaban reunidas: Ichigo, Inoue, Hitsugaya, Matsumoto... Todos estaban allí, debatiendo sobre lo que parecía ser algo serio e importante.
Cuando entramos, todas las miradas se desviaron a nosotros. Algunas miraban a Grimmjow con duda y rencor, otras me miraban a mí con algo parecido al... ¿miedo?
- Muy bien, ahora sí que estamos todos. - Urahara comenzó a hablar - Lianna, Grimmjow, los aquí presentes hemos debatido en vuestra ausencia algo en lo que todos coincidimos. - todas las expresiones estaban serias, muy a mi sorpresa también la de quién hablaba - Ese poder, Lianna. No ha podido salir de la nada, solo porque sí. Tiene que tener un origen, algo. Tal vez si averiguamos ese origen, tenemos una posibilidad de frenar a Aizen incluso si se recupera del todo.
Todos me miraban serios, expectantes, como si esperasen que soltase lo justo y necesario para conseguir nuestro propósito.
Sin embargo, me sentí inútil.
No servía de nada. No había hecho nada. No sabía nada. No podía aportar nada.
- Yo... no lo sé...- miré al suelo, sintiéndome culpable. No me atrevía a mirar a los allí presentes, quienes probablemente estaban
decepcionados en ese momento.Escuché una pequeña risa. Al levantar la mirada, Inoue e Ichigo estaban riendo amablemente. Lo que creía que eran expresiones de decepción eran sonrisas que sentía que me apoyaban.
- No hemos dicho que sea tu culpa, o que seas tú quien tenga que descubrirlo sola. Nosotros, todos nosotros, lo descubriremos, y venceremos a Aizen juntos con tu ayuda, Lianna. - Ichigo habló en un tono suave y amable.
No pude evitar que se formara una sonrisa en mi rostro. Escuchar aquello me hizo bastante feliz. Miré a Grimmjow. Él me sonreía, como si también le hubiera hecho feliz escuchar aquello.
Todos los presentes tuvimos una larga e intensa charla sobre Aizen, su poder, mi poder, y la forma de acabar con aquel problema. Los shinigami permanecerían en el mundo humano para prevenir cualquier posible peligro, y Grimmjow también.
Cuando nos disponíamos a salir, me sorprendió que el cielo había oscurecido. Habíamos estado allí hablando y planeando todo el día, y parecía que habían sido tan solo unas pocas horas.
Grimmjow y yo nos disponíamos a salir cuando Urahara nos detuvo.
- Necesito hablar con uno de vosotros, a solas.
Grimmjow me miró. Ambos pensamos lo mismo, que quería hablar conmigo, pero cuando di un paso para acercarme a Urahara, volvió a hablar.
- No, Lianna. Esta vez necesito hablar con él. - señaló a Grimmjow con su abanico.
Retrocedí lo avanzado y miré a Grimmjow, extrañada. Él parecía no comprender la situación, al igual que yo, y avanzó con Urahara hasta un sitio alejado y apartado de todo el mundo.
No mucho después, Grimmjow volvió. Por su expresión no conseguía sacar nada; si lo que habían hablado había sido algo bueno o algo horrible. Nada.
Caminamos hasta mi casa. Por lo que supuse, Grimmjow se quedaría durante más tiempo. En el camino, completamente consumido por el silencio, me dio tiempo suficiente a pensar en varios asuntos, y Ai fue el principal.
Quería ir a verla, pero tal vez eso conllevase ponerla en peligro, y eso era lo último que quería.
Entramos en casa. Seguimos la rutina. Me cambié de ropa y me dirigí a la habitación donde estaban los futones. Grimmjow, con el que apenas había cruzado palabras, se dirigió a mí de repente.
- Lianna... ¿eres real, verdad?
ESTÁS LEYENDO
Jaegerjaquez [Grimmjow]
RomanceUna mera historia de Grimmjow x lectora. Quizá ella podía ablandar el corazón de un hombre que solo se guiaba por el poder. Quizá él podría volver a hacer feliz a una chica que no paraba que sumirse más y más en la desgracia. Quizás ambos se complem...