4 días.
4 malditos días sin Wonho en casa.
Entendía muy bien que él debía cumplir con su trabajo, pero odiaba la situación y la seguía odiando.
Ese día despertó de muy mal humor, se sentía enfermo, estaba resfriado y para variar estaba sin Wonho.
Ese día quería ser mimado, que alguien lo cuidara a él y no él estar cuidando a alguien.
Pero sabía que no se podía y lo odiaba, de verdad que lo hacía.
Se levantó en pijama, tenía la nariz rojisima por la gripe y su cabeza dolía mucho.
Agarró el celular que tenía en su mesita de noche esperando encontrarse con alguna buena noticia de que Wonho ya viniera en camino, pero no tenía tanta suerte.
El primer mensaje que pudo visualizar fue el de Otto, él jamás se cansaba, aunque esta vez se limitó a dejar un mensaje muy corto que simplemente decía "¿Te apetece un café?"
Joder, claro que le apetecía un café, al igual que le apetecía tener a Wonho en casa sólo para él y que lo mimara, pero la vida real es distinta, no se puede tener todo lo que se quiere, así que si él no tenía lo que quería, Otto tampoco tendría lo que quería.
Siguió revisando su celular y se encontró con otro mensaje, pero esta vez de Wonho, que decía "Buen día mi amor, lamento mucho que hoy no pueda tener una llamada contigo por la mañana, pero hoy tengo la ultima reunión importante que en realidad no se cuanto tiempo dure... pero te prometo que te compensaré el hecho de no poder pasar contigo este fin de semana, cuida bien de Natalia y del bichito, te amo🖤"
Suspiró y puso su celular de nuevo en la mesa, definitivamente no era la mejor forma de comenzar un sábado.
Ya era tarde y sabía que al igual que en los 4 días que Wonho no había estado en casa, Natalia ya se había hecho su desayuno.
Así que bajó despreocupado rumbo a la cocina, se la encontró en el sofá viendo hacia algún punto de la sala, pero no le prestó atención al igual que hacía normalmente y siguió su rumbo.
Se preparó unas tostadas y se las comió en silencio para finalmente volver a su cuarto a completar trabajos de la práctica profesional de la Universidad, en su computadora.
Al terminar, se dio una ducha y se vistió notando que su estómago estaba rugiendo de hambre nuevamente porque había desayunado muy poco y ya habían pasado un par de horas.
Recordó la petición de Wonho de cuidar de Natalia y el bichito y aunque no estuviese del todo de acuerdo, no quería llevarle la contraria a Wonho porque no quería más discusiones.
Así que bajó rápidamente a la cocina para poder preparar el almuerzo y se dio cuenta que la mujer seguía en el mismo sitio de hace unas horas.
Sin embargo no la cuestionó y simplemente se dedicó a hacer la comida, muy pocas veces hacía la comida con la pasión que la hizo ese día, pues aunque estuviera enfermo, por primera vez en mucho tiempo quería hacer algo bien.
Quería que Wonho viera que en realidad estaba intentando llevarse mejor con Natalia y dejar los típicos problemas de celos atrás.
Preparó un jugoso filete con algunos vegetales y un par de acompañamientos, todo específicamente preparado de manera saludable para que Natalia comiera a su antojo y quedara satisfecha.
Cuando el filete por fin estuvo listo para servir, él se encargó de servirle la comida de modo que se mirara apetecible y cuando vio el plato sonrió satisfecho, ella tenia que amar esa comida.
Tomó el plato entre sus manos y caminó hacia el sofá llevándole también un vaso de jugo de naranja que él mismo había preparado.
- Mira Natalia te preparé un filete, está muy jugoso, seguro te encant-
- No quiero Hyungwon.
Hyungwon la miró confuso y le mostró el plato, pero la mujer sólo miró el plato inexpresiva así que él decidió insistir en que comiera.
- Pero también hice un ju-
- He dicho que no quiero.
Hyungwon se molestó y tiró el plato sobre la mesa de té, importandole muy poco si se hacia pedazos o no, pero afortunadamente no fue el caso.
- ¿Quién te crees que eres eh? ¿Crees que puedes venir a mi casa a ser tratada como reina por mi marido y luego despreciar los cuidados que yo te hago?
- Hyungwon no es es-
- ¿Entonces que demonios es? ¿Es porque no soy Wonho? ¡Pues lamento no ser él, ni ser como él!
La mujer se encogió en el sofá mientras abrazaba un cojín y parecía tener ganas de llorar.
- No me apetece...
- ¿Qué quieres? ¿Comer comida chatarra? ¿Qué vaya corriendo a comprarla? ¡Pues ve y compras tu misma!
Hyungwon se sacó la billetera y le tiró un rollo de dólares en las piernas.
- Pero...
- Pero nada, Wonho podrá ser tu títere, pero yo no... Y para una cosa que me apetece hacer de todo corazón, la desprecias... Pues entonces vete a la mierda.
La mujer agachó la cabeza y dejó que las lágrimas corrieran por sus mejillas.
- No me hables así... Te lo pido de por favor...
- Es que estoy harto de todo esto, de ti, del bicho, del embarazo, de las visitas, de los mimos, de los antojos de medianoche, de todo en realidad... Estoy harto.
Hyungwon comenzó a buscar sus cosas necesarias, como las llaves de su auto y su celular y empezó a caminar hacia la puerta principal a paso rápido dejando ver la molestia que lo invadía.
- Ah, una cosa más... Si vas a estar con tus gustos de antojos y quieres algo, ve y ven en taxi porque yo no estoy sacándote a ningún sitio, tienes dinero suficiente allí.
- Quiero hablar con Hoseok...
Hyungwon la miró con mucha molestia.
- ¡Claro! Yo también quiero y quiero tenerlo aquí conmigo, pero no se puede ¿sabes? Y tampoco vas a detener una reunión importante por tus antojos, así que si me disculpas voy a salir justo ahora y volveré quizá en la noche, adiós.
La mujer asintió triste y él salió de la casa cerrando con un fuerte portazo, ingresó a su auto y lo encendió.
Buscó en su celular un mensaje en específico y escribió:
"Claro que me apetece
¿en donde nos vemos?"-----🖤-----
¿Qué harían en la situación de Hyungwon?
Uff que fuerte todo.
