- ¿Es verdad lo que se rumora?
Hyungwon miró a su lado y rápidamente se apartó con molestia buscando otra mesa para almorzar.
Pero el tipo parecía no cansarse y fue a sentarse a su lado incluso en la nueva mesa.
Hyungwon bufó con molestia.
- ¿Eres pendejo o de verdad no entiendes que no quiero verte la puta cara en lo que me resta de vida?
El hombre se rió despreocupado.
- Sólo quiero hablar... ¿Por qué tanto odio hacia tu pareja?
Hyungwon siguió comiendo de su comida muy molesto.
- Porque no quiero hablar contigo, ni saber de ti... ni de tu existencia.
- ¿Tanto te ha molestado esa pequeña nalgada? Vamos... todos los amigos lo hacen... fue inocente, lo prometo.
Hyungwon ignoró al tipo y terminó de comer su almuerzo con mucho enojo.
- ¿Qué demonios quieres Jotto?
El hombre se rió.
- Vaya... después de 3 años siendo compañeros te aprendes mi nombre, un poco modificado pero me haces sentir halagado... sólo quería saber si era cierto lo que cuentan por allí.
Hyungwon lo miró con furia.
- ¿A quién cojones le importa lo que sea cierto o no?
- A mi...
- ¡Pues pregunta de una puta vez!
El hombre se acomodó en el asiento mientras lo miraba.
- Es cierto que tú y tu...
- Prometido, continúa.
- Si... tú y tu prometido... bueno, escuché que decidiste hacerle un regalo... como un hijo.
- Si ¿Por qué? ¿Te importa?
El hombre suspiró.
- Pensé que con lo que te dije dejarías de ser ingenuo... Pero parece que te tiene comiendo de su mano como siempre... es una pena.
Hyungwon levantó una ceja molesto.
- ¿Y tú de que demonios hablas?
El hombre le puso una mano en el hombro.
- Hyungwon... eres un hombre, no vas a poder darle hijos, lo sabes ¿no? Él tendrá que buscar a una mujer para eso y pues... Ya sabes...
- ¿Qué?
- Pues eso Hyungwon... tengo entendido que él antes de ti, sólo había tenido novias mujeres y pues...
- ¿Qué insinúas?
El hombre volvió a suspirar.
- Pues que cuando vea que esa mujer si puede darle lo que tu no, inevitablemente van a crear lazos de cariño que... probablemente termine en amor...
Hyungwon se quedó pensativo y el hombre aprovechó a continuar.
- Ese jamás será tu hijo Hyungwon... será hijo de ellos y tu serás la pieza restante del rompecabezas... así es la realidad, abre los ojos por favor.
Hyungwon levantó su mirada del suelo observandolo nuevamente con furia y lo empujó.
- ¡Me tienes harto con tu palabrería! Déjame manejar mi puta vida como yo quiera, no necesito tus consejos disfrazados.
Tomó su mochila y salió de allí directamente hacia el estacionamiento, pues no estaba de humor para recibir el resto de las clases.
Manejó con frustración a través del tráfico del centro de la ciudad, pero lo necesitaba.