Abrió los ojos repentinamente al notar la luz del sol y se preocupó.
Intento levantarse rápidamente, pero Wonho no lo soltaba y en ese momento miró hacia su mesita de noche para ver la hora, pero se encontró con un papel que contenía una hermosa caligrafía.
"Ya la hice ♡" era todo lo que decía, pero él sabía perfectamente a que se refería, él había hecho su tarea.
Volteó a ver a Wonho que dormía plácidamente aferrado a su cuerpo, como si pensara que iba a dejarlo en algún momento.
Parecía cansado, ojeroso.
Hyungwon suspiró, le dejó un pequeño beso en la frente y volvió a acomodarse a su lado, quería seguir disfrutando su calorcito y aún tenía 2 horas para presentar la tarea así que volvió a dormirse.
...
Sintió un fuerte movimiento en la cama que lo hizo despertarse asustado y desconcertado.
Abrió sus ojos y localizó a Wonho rápidamente en la habitación, lo miró muy alterado, como buscando algo.
- Hyungwonnie, la tarea, hay que escanear la tarea, debes hacerlo, es muy tarde, debí haberme despertado antes...
Hablaba rapidísimo y sus movimientos eran erráticos, seguramente por lo somnoliento que se encontraba.
Hyungwon miró el reloj de su mesita y se dio cuenta que apenas había pasado media hora desde que volvió a dormirse, por lo tanto tenía más de una hora para poder presentar la tarea, pero su corazón se derretia de dulzura al ver a Wonho tan preocupado por sus cosas.
Se quitó la sábana y se levantó de la cama tranquilamente, se dirigió directamente hacia Wonho y lo abrazó con suavidad dejándole cortos besos en el hombro desnudo.
Y así fue como él pudo calmarse un poco.
- Tranquilo, ya me hago cargo de eso...
Se separó un poco de él y le dejó un besito en la frente para regalarle un poco más de paz.
Wonho suspiró en respuesta.
- Bien... ahora iré a darme una ducha y me pongo a ello, puedes preparar el desayuno si gustas...
- Si, ya lo hago...
- Wonho...
Él lo miró en silencio esperando que prosiguiera.
- Gracias por tanto mi amor...
Wonho le sonrió con ternura y fue a prepararse para iniciar un nuevo día.
...
Sentía el delicioso olor de los panqueques incluso desde el segundo piso.
Su estómago rugió en respuesta y comenzó a bajar las escaleras con rapidez, pues ya había terminado de presentar su tarea.
Al llegar a la barra de desayuno se encontró con un radiante Wonho y unos deliciosos panqueques decorados con una flor hecha con una servilleta.
Alzó una ceja sorprendido por la atención recibida, definitivamente Wonho estaba raro.
Se acercó a él y le plantó un suave beso de varios minutos.
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