No recordaba como había sido todo antes de ese suceso.
Únicamente recordaba que fue el mismo día en el que por primera vez en años, intentó contactarse con sus padres, pero se dio cuenta que ya no tenían ese teléfono, ni ese domicilio.
Llegó a sentirse fatal y muy vacío, así que pensó en que su día no podía ir peor, hasta que llegó al bar y su jefe le pidió que bailara en una tarima.
Se quedo estupefacto con la petición porque aunque había cubierto otros puestos de trabajo antes, este era relativamente nuevo para el.
Pero pese a que ya había sido enseñado para ser erótico, aceptó aunque le diera muchísima vergüenza mostrarse frente a la gente, pues no era de los que les gustaba la atención.
Se vistió conforme a la situación y se fue directamente a una tarima esperando únicamente que las luces del lugar fueran apagadas y la música iniciara.
Pero cuando las luces se apagaron soltó un fuerte suspiro, se sentía avergonzado y no podía bailar, ni siquiera podía empezar a moverse.
Buscó entre la gente a Ruby, con la esperanza de que al verla allí se sintiera seguro, pero no la encontró, en cambio su vista se posó en un rostro que estaba a unos cuantos pasos de distancia.
Lo vio, era él.
Podrían pasar 50 años y lo reconocería.
Parecía estar borracho, pero jamás había visto una imagen más tierna en su vida.
Sonrió mirándolo a él, al hombre del que había estado enamorado desde que era un pequeño niño.
Y cuando lo hizo, el resto del mundo simplemente desapareció alrededor, sus miradas se unieron creando un violento contacto visual, eran sólo ellos dos y nadie más.
Sin darse cuenta comenzó a bailar, si Wonho iba a verlo, tenía que darle el mejor espectáculo de su vida, además parecía estar muy interesado en ese espectáculo.
¿Por qué lo miraba así?
¿Estaba disfrutando las vistas?
Hyungwon sonrió con malicia y comenzó a recorrer su propio cuerpo con sus manos ante aquella deliciosa mirada de lujuria.
Sin querer, no sólo estaba excitando a Wonho, si no también a él mismo.
Por su mente pasaban todo tipo de pensamientos inmorales.
¿Que se sentiría chuparsela a Wonho?
Relamió sus labios y cuando sus manos recorrieron su cuerpo entero, metió su propio dedo a su boca jugando con él mientras se imaginaba que era Wonho.
Reconoció rápidamente que a Wonho le gustó esa acción cuando lo vio acercarse a la tarima.
Dio un paso atrás y sintió que había un tubo detrás de él, así que se pegó a él y se dejó caer suavemente con las piernas abiertas mientras cerraba los ojos y se imaginaba que estaba sentándose sobre Wonho.
De rodillas en el suelo, con las piernas abiertas, decidió mover lentamente sus caderas, aún imaginandose que era Wonho quien lo penetraba.
Tenía que darle las mejores vistas al amor de su vida, tenía que hacerlo disfrutar y claramente también estaba disfrutando el hecho de sentirse deseado.
Estaba demasiado excitado y le importaba un carajo que los demás lo vieran, quería más.
Así que metió su mano bajo su camisa y se tocó los pezones a su antojo, deseando que fuera la boca de Wonho que los mordiera y lamiera.
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