Mientras conducía con la mente hecha un lío, su celular comenzó a timbrar.
Rogaba al cielo de que no fuera Wonho quien estuviera llamándole y sus peticiones fueron oídas porque el nombre que figuraba en la pantalla le pertenecía a quien le causaba tanta molestia en tiempos anteriores.
Otto.
Suspiró con fuerza y contestó tranquilo dejando el celular en altavoz para no quitar su mirada de la calle.
- Hola...
- Maldita sea... dime que no estás bromeando o te cago a palos.
Hyungwon soltó una pequeña risita.
En realidad la única risa que había soltado casi en una semana.
- Pues no, no es una broma aunque quisiera que si.
- ¡No me jodas! Que increíble... mejor ni te pregunto nada, no quiero que te arrepientas ahora.
Hyungwon volvió a sonreír.
- Eres un tonto ¿Lo sabías?
- Me lo has repetido mucho...
- Y bien... No has respondido a mi pregunta, estoy conduciendo al centro sin rumbo ni dirección... sólo suponiendo que por allí están las mejores cafeterías.
- Bueno... sobre eso... tenemos que hablar.
Hyungwon miró al celular confuso.
- ¿Qué pasa?
- Bueno Hyungwon... No estaba pensando en ir precisamente al centro ¿sabes?
- ¿Por qué no?
- Hyungwon... piensa en ti y en mi, no te gustaría levantar sospechas saliendo juntos en una tarde/noche a pleno centro ¿o si?
Hyungwon bufó con un poco de molestia.
- Hombre, no iremos a un hotel ¿sabes?
- ¿Qué más da? La gente habla lo que ve y también lo que no... Es mejor que vayamos a otro sitio.
Suspiró y se estacionó a un lado de la calle.
- Bien Jotto ¿dónde vamos?
El hombre soltó una risita al notar que Hyungwon había vuelto a utilizar el mote con fingida molestia.
- Te enviaré la dirección y te guías con el GPS ¿Te parece? Mientras tanto yo voy a preparar todo.
- ¿Todo?
- Es decir... Pues prepararme y el dinero también... dicen que el que invita paga ¿no? Y me has pillado en un mal momento, por eso debo darme prisa...
Hyungwon le creyó sin más.
- Bien... espero la dirección y empiezo a moverme mientras tu llegas, por favor no te pongas ridículo.
El hombre se rió.
- Trataré, aunque no prometo nada... seguro que tu te ves hermoso...
Hyungwon se rió.
- ¿Pero que cojones dices? Ni siquiera me has visto, aparte estoy resfriado... seguro me veo terrible.
- Oh Hyungwon... tu no sabes lo hermoso que eres...
- Date prisa Jotto, ya deja de coquetear.
El hombre rió y cortó la llamada y casi inmediatamente después, Hyungwon estaba recibiendo la dirección en su teléfono y al estudiarla un poco decidió poner el auto en marcha.