Seamos eternos (Completa)

51.No pude evitarlo

Una de las cosas que Peyton más amaba eran los libros y... La música clásica, no es por ofender a nadie, pero de verdad ese tipo de música lo único que me hace es darme sueño, pero en fin, como Peyton no dejaba de insistir tuve que comprar los dichosos boletos para ir.

  Peyton abrochó mi camisa y me abrazó por la espalda.

-¿Te he dicho que eres el mejor novio de todos?

  Suspiré.

-Te advierto que si me duermo no es culpa mía.

-Es una grosería si te duermes.

-No puedo evitarlo, me aburro.

  Peyton dejó de abrazarme y siguió vistiéndose. Tal vez pensaría que era a propósito, pero no, la música clásica y leer... Bueno, supongo que como dicen "no has encontrado el libro adecuado", pero aun así intentaba leer un poco de lo que Peyton leía y siempre me arrepentía, sino lo leía me hacía un drama por dos horas y escondía mi celular (sí, suele ser muy infantil).

***

>>Peyton, no vayas a olvidar nada, ya nos vamos.

-No, ahora salgo.

  Peyton salió del baño, llevaba un pantalón entubado roto de las rodillas, una blusa violeta y unos tenis blancos con franjas negras.

-Estás preciosa.

  Peyton sonrió.

>>Pero... Ponte un suéter, tu blusa está un poco descotada.

  Empezó a reírse, agarró un suéter y se lo puso. Sonreí.

>>Mejor.

  Peyton llegó a mi lado.

-No tienes nada de qué preocuparte.

-¿Qué tal si alguien te dice o intenta hacerte algo? Juro lo golpearé si eso pasa.

  Peyton agarró mi mano.

-Tranquilo, eso no pasará, mejor vámonos celoso, se nos hace tarde.

  Volteé los ojos. Salimos del hotel y avisamos que regresaríamos en unas horas.

***

Al llegar Peyton tenía los ojos que una niña cuando le das un juguete o un dulce. Había bastantes personas y no quería dejar a Peyton sola porque después sería difícil encontrarla.

  Por suerte pasó alguien vendiendo algo de comer (moría de hambre, Peyton no me dejó hacer nada si no iba con ella al concierto), pedí algo de comer y algo de beber.

****

Peyton me despertó y yo estaba babeando en su hombro. El concierto aun no había terminado y Peyton ya se veía enojada. Me enderece.

-¿Qué?

-Te dormiste.

  Se cruzó de brazos.

-No es mi culpa, yo te dije que no quería venir y que podría dormirme.

-No pensé que fuera en serio.

-Yo nunca juego cariño.

-No puedo con tu actitud arrogante, si no quieres estar aquí solo vete.

  Me le quedé viendo unos minutos.

-Peyton... Cariño, no quiero pelear.

-Solo... Vete.

  Agache la cabeza.

-Te espero en el hotel.

  No esperé su respuesta y caminé lejos.

<<Siempre siendo tan egoísta... Tal vez no la merezco>>.

  Llegué hasta la salida, pero vi a una chica muy guapa viendo su celular, la ignoré y seguí caminando.

-Oye tú.

  Seguí caminando. La chica corrió y se puso enfrente de mí.

>>¿Es coña? Ostia, si no has podido liarte con alguien ese no es mi problema chaval.

-¿Qué quieres?

-Si -empezó a reírse-,  pero no estés amargado tío... Como sea, ¿sabes dónde queda el hotel Donjon Vicennes?

¿Estamos en el mismo hotel?

-Sí, de hecho voy para allá, ¿te vienes?

-¿Es coña? Claro.

***

Habían pasado unos minutos desde que llegué al hotel y la chica se había ido a buscar a una de sus amigas (aunque tampoco es que me importe).

  Le marqué a Peyton porque estaba preocupado y no es que me gustara pelear con ella, contestó al segundo tono.

-¿Peyton?

-Sí, ya voy para allá Will, perdón me encontré con una amiga.

-No importa cariño, no tardes.

-No lo haré.

  Colgó. Tomé mi ropa y me metí a bañar.