Era el primer año en la escuela y ya era muy conocido. Los populares siempre me invitaban a sus fiestas, que por cierto, eran en casas de chicos como yo que no vivían con sus padres. Iba en duodécimo grado. Las chicas eran muy guapas, incluso las nerds, era imposible para mí no querer tener una noche con ellas.
Tenía que ir a la escuela como todas las mañanas. Era fastidioso para mí ir, pero, quería tener mi propio dinero para no pedirles nada a mis padres. Me cambié la ropa. Alisté mi mochila. Como siempre me tardé entre diez y quince minutos en salir de mi cuarto. Lo bueno era que no tenía a nadie para que me despertara. Me puse la mochila en los hombros. Caminé de mi cuarto al baño. Me cepillé los dientes. Caminé hasta la puerta principal. Agarré las llaves de la casa. Salí de la casa. Caminé hasta la camioneta. Me subí. Puse la mochila en los asientos de atrás. Encendí el motor, metí reversa, traté de no pegar con nada y finalmente me fui. Como todos los días iba conduciendo hacia la casa de mi mejor amigo Brad.
—Solo espero que ese idiota de Brad no me haga esperar otra vez.
Nuestras casas quedaban como a veinte minutos, por lo que no tardé mucho en llegar. Para mi sorpresa Brad estaba esperándome afuera, ya cambiado y con su mochila.
¿Y ahora qué mosca le picó?
De seguro que es por su nueva novia. La "perfecta" Shanna.
¡Por favor! Brad podría tener a una mejor si lo quisiera.Me estacioné. Brad se subió a la camioneta.
—Creo que Shanna te mantiene a raya— dije.
—Ella no hace eso Will. Lo que pasa es que nunca te has enamorado.
—Ni quiero.
—Estar con una persona no es malo.
—No lo es, pero, eso significa que no puedo salir con nadie más. La verdad yo paso.
—Cuando alguien te llegue gustar, así como a mí me gusta Shanna, entonces sabrás que no es malo.
—Ese día jamás llegará.
—Ya lo veremos.
Encendí el motor. No quería escucharlo decir otra palabra. Me fui de su casa. Brad y yo éramos muy conocidos entre las chicas, pero, después de salir con Shanna todo cambió. Su fama se esfumó, era como si nunca hubiera pasado, la mía sin en cambio, creció a enormes escalas. Como era mi mejor amigo, lo obvio fue que conduje hasta la casa de su novia, que aunque me caía mal, siempre la llevaba en la camioneta. Cuando llegamos Brad se bajó. Shanna era muy bonita, tenía el pelo tipo californiano hasta la cintura, unos jeans entubados, una blusa blanca y unos Converse. Brad la trajo hasta la camioneta.
¿De verdad tienes que ser tan amable con ella?
Brad te estás volviendo un completo mandilón.—Buenos días Will. Me alegra verte— dijo Shanna.
ESTÁS LEYENDO
Seamos eternos (Completa)
Novela JuvenilNunca pensé que podría amarla. Para mí solo era otra cara bonita de la escuela. Ella me interesó como nadie me había interesado. Me daba pautas, pero yo seguía tras de ella como un perro en celo. Alteraba mis sentidos con tan solo hablarme. La sensa...