Se reincorporó con dificultad sentándose a la orilla de la cama, manteniendo las manos sobre su cara y apoyando los codos sobre sus rodillas. El celular sonó unas cuantas veces sobre la mesa de noche, hasta que decidió contestarlo.
—¿Dónde estás?—la voz de su jefe lo despertó de inmediato del sueño tan pesado que había experimentado por solo cinco minutos.
—En casa, acabo de despertar gracias a ti.—respondió sin ganas.
—¿Estas conciente de la qué hora es?
Soo alejó el celular y mirando la pantalla formó un gesto de fastidio, apenas eran las siete de la noche. —Mi turno es hasta las ocho, estoy seguro que podré llegar a tiempo. Ahora si me disculpas, tengo una migraña que me está matando lentamente.
Un fuerte suspiro se escuchó en la otra línea.—¿Te duele mucho? Estoy cerca de tu casa, si lo necesitas puedo ir y llevarte medicina. Espérame, no voy a tardar.
—De hecho estoy a punto de salir pero gracias, nos vemos más noche.
—KyungSoo...
Colgó. No quería escuchar una palabra más salir de la boca de su jefe. Sentía que la cabeza le explotaría en cualquier momento, suspiró y exhaló para dar un gran salto. Ya puesto en pie, miró a su alrededor, sentía que había algo que no encajaba. Tenía ese presentimiento de que algo raro pasaba —o pasaría—, dio un vistazo más y un horrible escalofrío recorrió toda su espalda, poniéndole la piel de gallina.
Finalmente unos minutos después, logró dejar la habitación para ir directo a la cocina y tomar un par de pastillas para calmar su dolor antes de que su turno en el bar iniciara. Tomó una ducha rápida, recalentó el Kimchi que su vecina le había preparado como recompensa por cuidar de Leo, su gato gordo color marrón. Treinta minutos pasaron y tal como la había pronosticado, logró tomar el bus justo a tiempo, la distancia de su casa al trabajo era corta, tardaba a lo mucho de diez a quince minutos en llegar dependiendo del tráfico. El bus hizo su respectiva parada, bajó y entró por la puerta de atrás.
—¿Día de perros mi querido Soo?—su compañero de trabajo; y su único amigo en el lugar, parecía estar de buen humor este día.
—¿Día de paga?—le preguntó en el mismo tono. YoungSeok rodó los ojos, tomó el delantal negro que estaba cerca de él y se lo tiró en la cara.
—Esas ojeras y ese gran moretón en la cara me dicen otra cosa. ¿Acaso tuviste una pelea de la que no me has hablado? Me siento traicionado.—KyungSoo alzó una ceja, las ojeras se podrían explicar con que pasó todo el día con insomnio, pero sobre los moretones ni siquiera él sabía cómo habían aparecido en su rostro—Te ves realmente fatal.
Amarró el delantal a su cintura, tomó su celular del bolsillo abriendo la cámara frontal, un poco arriba de la mejilla se miraba un rasguño junto con un moretón bien pronunciado.
—Jeung me va a matar cuando me vea.
El bar era para mujeres, su rostro debía estar en perfecto estado, de esa forma podía hacer que ellas gastaran un poco de dinero para estar unos minutos con él, pero si tenía ese aspecto, sería verdaderamente una mala noche.
—No te preocupes, tengo esto y es casi mágico, te puede ayudar.—YoungSeok cogió su mochila y de ella sacó un pequeño bote de bb cream.
—¿Es eso maquillaje? No gracias, olvídalo.—le sonrió con un gesto irónico.
—¿Qué? ¿Le tienes miedo a un poquito de corrector en el rostro? Estamos en otros tiempos dinosaurio, es completamente normal. —Kyungsoo se tiró una carcajada más larga y lo miró con gesto divertido— Bien como quieras, no será mi culpa cuando el diablo venga y te lleve.
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El rey de la lujuria.
FanfictionUn demonio enamorado, un humano con muchos secretos, ángeles protectores, brujas, pactos y destinos cruzados. ¿Qué podría salir mal? Trailer: https://youtu.be/RtjPvdqK9KE ____________________________________ Estado: completa Parejas: Kaisoo & ChanBa...