Epílogo

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Desde lejos se dedicó a observar junto a su hermano el funeral de aquel chico al cual siempre recordaría como su dulce pecado. Ambos se encontraban sumergidos por completo en sus propios pensamientos, Chanyeol observaba a BaekHyun y su nueva etapa como un humano más, junto a él estaba YoungSeok apoyando su cabeza en el hombro del más pequeño.
Las brujas estaban presentes en el funeral, Samalia miraba fijamente en la dirección donde ellos estaban. Bajo un gran y robusto árbol, en el cual podían resguardar su pesar.
El sacerdote terminó su sermón, procedieron a bajar la caja con el cuerpo de KyungSoo dentro.

—Kai, deberías estar ahí —ChanYeol se acercó a su hermano menor y apretó ligeramente su hombro.

Pasó dos días completos intentando encontrar una forma de revivirlo, pero no lo logró. Todos sus intentos fueron en vano. Sabía que debía estar ahí, pero también sabía que no lo iba a soportar. La caja poco a poco fue bajando por el agujero que habían cavado en la tierra, hasta dejar de ser visible por completo. Agachó la mirada y por primera vez en toda su existencia, pidió a los cielos que tuvieran piedad de él y le permitieran estar en el famoso 'paraíso'.

—Hora de irnos, despidete de tu querido humano.

Kai empezó a alejarse para regresar de donde provenía, del infierno.
ChanYeol miró a BaekHyun una última vez, no supo realmente si fue casualidad pero él también lo estaba viendo, esbozó una sonrisa en el rostro y levantó su mano. Así que está era su despedida. Sin quedarle de otra más que aceptar, copio el gesto y siguió a su hermano menor.

El infierno parecía ser peor de lo que los demonios recordaban, Chanyeol logró regresar después de vagar tanto tiempo en la tierra, no hay nada como el hogar, pero el hogar de ChanYeol ahora ni siquiera lo recordaba. Ambos habían decidido que nunca pero nunca más, volverían a poner un pie en la tierra. Aunque estuvieran muertos de curiosidad por dentro, nunca más, regresarían.

Así pasaron los años, dos años, tres años, diez años. La promesa que un día ChanYeol y él habían hecho sobre no subir a la tierra, se había roto, y ChanYeol fue el primero en hacerlo. Sentía tanta curiosidad sobre BaekHyun y su nueva vida que hizo un nuevo trato, quería estar con BaekHyun en la vida humana así que otorgó su rango de demonio y se convirtió en un humano; ignoró el hecho de que sus recuerdos fueron borrados y ambos terminaron alejados uno del otro. Kai seguía fiel a su promesa, seguía sin poner un pie o dar un vistazo a ese lugar donde sólo podía tener malos recuerdos.

Tenía mucho miedo, miedo de regresar y que cada lugar le recordase a KyungSoo, miedo de sentir dolor. Él por supuesto podía causar dolor en otras personas, pero no es divertido cuando lo experimentaba en carne propia. Se cumplieron veinte años, ahora Kai tenía un hermano nuevo como el demonio de la avaricia, recibió el nombre mortal de SeHun, era un rebelde, obstinado, cruel y manipulador.

Extrañaba demasiado a ChanYeol.

—Asmodeo te habla el jefe—llegó SeHun al pozo donde hacia sufrir a las personas que habían cometido violaciones.

—¿Por qué? —cuestionó, Sehun se encogio de hombros y tomó el lugar de Asmodeo con una sonrisa en el rostro.

Mantenía su postura firme.

—Señor cumpliré con lo que tú desees.

—Asmodeo. —La figura envuelta en una sábana de sangre pintada a manos de los más grandes pecadores, estaba considerando mandarlo en la nueva misión— Necesito que vayas al exterior. Al parecer han surgido unos problemas de los que necesito resuelvas.

—¿Ir a la tierra? Señor no creo que sea lo mejor. SeHun puede ir en mi lugar, es un demonio joven, pero estoy completamente seguro que hará bien su trabajo.

El rey de la lujuria. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora