Final

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—Vaya, que bueno que se nos han unido a tan divertida fiesta—sonrió despampanante, hasta que sus ojos captaron el cuerpo de Hyun Joong. Sus manos temblaron de la rabia que estaba conteniendo ahora mismo; debía haber sido él quien lo hiciera sufrir y al cabo de unos momentos de diversión asesinarlo. Pero ese ya no sería el caso, alguien se le había adelantado y eso era de mala educación, la mala educación se castiga.

—¿Te gusta lo que ves?—dijo Jeung señalando dramáticamente el cuerpo atado a la cruz de madera. Woo Bin forzó una sonrisa.

—Felicidades al artista, —escupió— aunque me gustaría saber quien fue para darle las felicitaciones más de cerca.—Dio una mirada rápida a todos los que estaban del otro lado, de unos podía decir nombres pero de otros no.

—Hmm—dijo Jeung, tocando su barbilla—, y a mi me gustaría saber que ganaría yo como artista si revelara mi identidad. —hizo un gesto dramático tapando su boca— Oh, acabo de revelar mi propia identidad, que tonto de mi parte. —su tono estaba repleto de sarcasmo y burla, todos podían notarlo.

—Esto no es lo que acordamos Jeung.

Kai ahora comprendía como el bastardo de Jeung sabía que vendrían aquí, sabía sobre Hyun Joong. Se había aliado con Woo Bin, sin embargo, según lo que veía lo había traicionado.

—No, no lo es Woo Bin—miró alrededor sonriendo altanero, después de vagar un rato su mirada se clavó en los hombres que estaban atrás de Woo Bin, tenían armas y quién sabe que otro tipo de herramientas— por cierto, ¿sabes que otra cosa fue lo que no acordamos?

Woo Bin apreto sus labios.

—No acordamos matar a KyungSoo, quedamos en que matarías a Hyun Joong y me quedaría con el chico. Claro, ibas a cumplir tu palabra, pero solo al inicio. —dijo Jeung— Hasta que te enteraste lo que era, que traía la sangre de arcángel con él, combinada con la sangre humana. Los rumores corren rápido Woo Bin, y lo siento pero si me dan a elegir, mi respuesta siempre será KyungSoo sobre todo.

—¿Matar a KyungSoo?—Kai preguntó en una ligera murmuración. Era bastante irónico y de no ser por la tensa situación en la que estaban, era por seguro que se hubiese reído al recordar que él también lo había querido asesinar. Estaba impresionado por la actitud de Jeung y no de buena forma, ese hombre estaba enfermo, obsesionado. Pero por el momento su afán de proteger a KyungSoo lo mantenía tranquilo.

—Bien. Como desees. —Woo Bin levantó un brazo y cuatro de sus hombres se acercaron con pistola en manos. Kai colocó a KyungSoo detrás de él, de igual forma ChanYeol con Samalia y Amada.

La bruja Hekima seguía rezando sentada en el suelo, ella sería la primera en morir, uno de ellos apuntó el arma para disparar justo en la cabeza de esa mujer, Kai notó sus intenciones y al momento en que el hombre jalo del gatillo para dejar ir la bala, Kai se tiró para evitar que matará a Hekima.

Lo siguiente fue muy confuso sucedió una mezcla de tiempo, Kai cayó de golpe en la tierra pero la bala aún viajaba en el aire.

—Maldita sea—expresó Woo Bin poniendo ambas manos en su cintura. Lo había olvidado por completo, estaban en los tres puntos, lo humano no funcionaría aquí. Poco a poco la bala se fue desintegrando hasta desaparecer en el aire. Hekima se puso de pie con una sonrisa en el rostro y negando con la cabeza—Lo humano aquí no cuenta. Así que ellos tampoco.

Los hombres asustados tiraron el arma al suelo, es cierto que Woo Bin los había traído del mismísimo infierno como sus seguidores, pero por desgracia ocupaban cuerpos humanos en ese momento, sus almas ya no eran útiles, por lo cual no tenían nada que ofrecer en los tres puntos, por eso debían irse.

El rey de la lujuria. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora